Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, gracias al trabajo de Vicarious Vision, es un hermoso viaje en el tiempo a nuestra infancia.
Cuando se confirmó el lanzamiento de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, la pregunta fue inevitable. En una época donde se discute la poca cantidad de ideas nuevas que hay sobre la mesa, ¿es necesario realizar una remasterización de 3 juegos que salieron hace casi 20 años?
Una vez que comenzamos a jugar, inmediatamente esa pregunta se responde sola. El nivel de nostalgia que acumula esta entrega, que recopila los tres primeros títulos (Crash Bandicoot, Crash Bandicoot: Cortex Strikes Back y Crash Bandicoot: Warped) desarollados por Naughty Dog, se eleva a niveles exponenciales.
Hay que aclarar antes de ponernos a analizar Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, que no presenta ningún contenido adicional extra. No hay más niveles, no hay más secretos ni complementos (lo único que tenemos disponible es la posibilidad de jugar con Coco Bandicoot en todos los niveles).
Dicho esto tenemos que destacar el trabajo realizado por Vicarious Vision, ya que esta remasterización fue hecha sin los códigos originales de la trilogía, por lo que fue diseñado de 0, en todos sus aspectos. El resultado es realmente impactante: estamos ante una entrega audiovisualmente impecable, manteniendo la jugabilidad que pudimos disfrutar en la primera generación de PlayStation.
La estructura de los tres títulos es exactamente igual a las entregas originales, pero el producto es completamente nuevo, porque en ningún momento se siente anticuado, o que tiene casi 2 décadas de existencia.
La jugabilidad es exactamente igual a la original en cada uno de los 3 Crash. Para los que juegan por primera vez (seguramente los jóvenes sub 20), se darán cuenta que la primera entrega tiene movimientos más rústicos que las dos secuelas, ni tiene la posibilidad de agacharnos ni hacer la famosa traba. La decisión de Vicarious fue la de mantener los movimientos de Crash (y Coco) exactamente iguales para que la experiencia sea la misma.
A pesar de que decidieron no agregar nada nuevo en cuanto al contenido, si incluyeron algunas accesibilidades que no reducen la dificultad de esta remake sino que le agregan otra accesibilidad y estética. Ahora el juego viene con una función de auto save que engloba los tres títulos y un menú en donde está a la vista todas las estadísticas sobre secretos y progreso.
La dificultad de los 3 títulos va de mayor a menor. El primer Crash Bandicoot es es el más difícil, ya que los movimientos un tanto bruscos y cierto lag en los saltos nos hará perder más de una vida en varios niveles, pero como contrapartida es el que menos secretos presenta. Completarlo al 100% es el que más tiempo lleva, ya que conseguir las reliquias de platino (y algunas de oro) son sumamente complicadas de conseguir.
Cortex Strikes Back marca una drástica evolución y jugar los niveles del espacio o de las tuberías son realmente alucinantes. La dinámica en comparación con el primero es sumamente más fluida y para los que nunca jugaron estas entregas notarán rápidamente el cambio en los movimientos y la reacción de Crash a nuestros comandos.
Crash Bandicoot Warped es sin dudas la joya por excelencia, que demuestra después de tanto tiempo por qué es uno de los títulos más trascendentes en la historia de Sony y PlayStation. Visualmente deslumbra por lo colorido y variado de sus niveles, y la cantidad de secretos y extras supera a las dos entregas anteriores. Vale destacar que la dificultad de este cierre de trilogía es sumamente inferior a las dos anteriores, ya que el agregado de los distintos power ups que obtenemos a derrotar a los bosses (en especial la Wumpazooka) reduce drásticamente la complejidad de los niveles, ni hablar de obtener las reliquias, arista que con la velocidad aumentada se torna muy fácil.
Crash Bandicoot N. Sane Trilogy es una remake/remasterización dedicada íntegramente a los fanáticos que han tenido la posibilidad de jugar las entregas originales. El condimento de la nostalgia es el que realza realmente el veredicto final en este título que, una vez que lo empezamos, no podes dejar de jugarlo hasta terminarlo por completo, porque mantiene esa atracción que no perdió ni un poco de vigencia.
Para los nuevos jugadores que conocen por primera vez a Crash, o solo jugaron los títulos que salieron después, encontrarán un completo título de aventuras, que les llevará aproximadamente entre 30 y 40 horas terminarlo, aunque realmente no les correrá por las venas la misma sensación que los veteranos jugadores que repiten esta historia.
Quizás el factor más negativo es la ausencia de algún contenido extra, algo que los muchachos de Vicarious Visions podría haber agregado sin ningún problema. Por el momento solo hay un nivel extra que agregaron a modo de DLC gratuito (llamado Stormy Ascent, un nivel descartado por Naughty Dog en el primer Crash por considerarlo demasiado dificil), asi que se descarta la posibilidad de más contenido extra en los meses venideros.
Nuevos o viejos jugadores, reciban a Crash con los brazos abiertos, porque, según parece, volvió para quedarse.