Beenox nos pega directo en la nostalgia con Crash Team Racing: Nitro-Fueled, una remake con sutiles novedades pero sin perder la magia.

Crash Team Racing fue para los poseedores de PlayStation el equivalente más parecido con el que se puede comparar a Mario Kart. Un título que durante su lanzamiento en 1999 y a posteriori fue bastante popular, ya que era una propuesta atractiva para chicos y grandes, que además ofrecía la posibilidad de jugar con 3 personas más (si teníamos en su momento el preciado multi-tap). 2 décadas después Activision, que ya remasterizó la primera trilogía en 2017, nos trae Crash Team Racing: Nitro-Fueled, una remake llena de novedades, no en cuanto a contenido jugable sino al color y la personalización de los autos y personajes.

Beenox es la desarrolladora responsable de esta propuesta, que tiene como base principal todo el contenido del CTR original, agregando gran parte de lo que se sumó en Crash Team Racing: Nitro-Kart, con un componente online que promete mantener una actualización constante. ¿Vale la pena subirse a los karting una vez más? se van a enterar en el siguiente análisis.

Misiles, Nitro y cosha golda

Para los que jugaron o Crash Team Racing o su secuela espiritual Nitro-Kart, una vez que nos ponemos a competir en Crash Team Racing: Nitro-Fueled, la memoria se recupera automáticamente. Beenox logra mantener la misma dinámica en la jugabilidad e incluso con unos peldaños de mayor fluidez, para ofrecer un juego divertido, competitivo y atractivo en su faceta audiovisual. Con tan solo unas carreras en el lomo dominaremos todas sus variantes y tras un poco de práctica se podrá dominar la técnica de derrape para aumentar nuestra velocidad, que una vez más vuelve a ser un factor clave para los desafíos más complejos (sí, una vez más tendremos que vencer a N. Trophy en todas las pistas para desbloquearlo.

Dentro del contenido offline, estamos ante un traspaso exacto de CTR. El Modo Aventura plantea los mismos desafíos, divididos en zonas de 4 carreras que tendremos que ganar para competir contra el boss de la zona y luego de atravesar todas las áreas enfrentar a N. Oxide, que planea conquistar nuestro planeta. La gran diferencia es que Nitro-Fueled nos permite jugar la versión clásica de este modo o una en la que podemos cambiar constantemente de personajes y al mismo tiempo meter mano en la customización de los kartings y skins de los pilotos, la gran novedad de la remake. A los vehículos se les puede cambiar el chasis, ruedas, color y una calcomania para pegar en el frente y la parte trasera de los mismos.

La personalización de los personajes y kartings le imprime una mayor diversidad y frescura al juego, algo que está apuntado claramente a la incorporación del Modo Online, para tener nuestro propio diseño para competir. Crash, Coco, Cortex y el resto de los personajes cuenta con varios skins (algunos son bastante peculiares mientras que otros son un mero cambio de color) que no solo cambian la estética de los mismos sino que le modifican la animación de victoria, un detalle pequeño pero que denota el trabajo que le impuso Beenox al juego.

Alejándonos de su Modo Historia, tiene muchas opciones para jugar tanto en solitario como de 2 a 4 jugadores con carreras individuales, copas, batallas, time trial y varias modalidades más, contabilizando más de 10 aristas diversas para subirse a los kartings con nuestro personaje favorito. Además de las 18 pistas de CTR, hay que agregarle las 13 que se le endosan de Nitro-Kart.

El plus de esta remake se lo lleva el online. Además de poder jugar con nuestro amigos sin la necesidad de compartir el mismo espacio físico tanto carreras como batallas, teniendo la posibilidad de jugar con el personaje que querramos, habrá competencias periódicas que además de poner a prueba nuestras habilidades permitirán para obtener los contenidos adicionales que se irán sumando en los meses venideros.

Mucho contenido para desbloquear

Para adquirir todo lo que hay para desbloquear , Crash Team Racing: Nitro-Fueled nos demandará una buena cantidad de horas. Por un lado, hay varios personajes, skins y piezas de los kartings que se desbloquean en el Modo Aventura, otra buena parte nos pedirá que ganemos una determinada cantidad de carreras con determinados personajes, mientras que el grueso de los contenidos se obtienen en los Boxes, una variante que se suma a esta remake, donde podremos comprar utilizando Wumpa Coins. Ojo, para obtener estas divisas no tendremos (ni podremos) que utilizar dinero real, sino que se consiguen compitiendo en cualquiera de las modalidades que ofrece Nitro-Fueled.

El problema de las Wumpa Coins es que son muy pocas las que recibimos por ganar cada competencia y los precios de los desbloqueables son bastante elevados, porque además hay que tener en cuenta que se irán sumando más skins y modificaciones para los kartings en el futuro.

En cuanto a los personajes, se repite lo que dijimos anteriormente de las pistas ya que suma los del CTR original con los de Nitro-Kart, elevando la cifra a los 25 personajes jugables, que irá en aumento cuando se vayan incorporando nuevos corredores, como los ya confirmados Spyro o Baby T (el cariñoso dinosaurio que manejamos en Crash Bandicoot 3: Warped).

Audiovisualmente mantiene la chispa

Si destacamos que Beenox logró calcar la jugabilidad adictiva de la versión original, para esta remake logró potenciar todo el contenido audiovisual de la entrega original aprovechando la potencia de las actuales consolas. En comparación con lo realizado por Vicarious Visions en Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, Nitro-Fueled tiene una paleta de colores más viva y un contraste lumínico más notorio, pero el modelado de los personajes es prácticamente el mismo. Las animaciones están muy bien logradas aunque las explosiones y los efectos de las armas no están al mismo nivel de lo trabajado con los escenarios.

La personalización de los kartings y los personajes remarca en detalle el trabajo que impuso la desarrolladora en estos aspectos, aunque también se observa una mayor dedicación en los personajes más icónicos y un laburo menos demarcado en otros como, por ejemplo, Papu Papu.

El diseño de los niveles nos encantó y a pesar de ser un calco estructural de las versiones original, muchos se sienten como pistas completamente nuevas gracias a la dirección artística.

Conclusión

Si ya lo jugaste hace 20 años o recién lo descubrís, Crash Team Racing: Nitro-Fueled es un juego que debés tener. Entretenido, adictivo, fácil de jugar y que encima ahora tiene una propuesta de contenidos mucho más llamativa, reforzada por su amplio catálogo de personajes y su colorida personalización.

Además, Activision prometió una ampliación de contenidos que sumará pistas, personajes, y kartings y todo se podrá conseguir compitiendo, por lo que se seguirán sumando desafíos a lo ya planteado desde su inicio, que de por sí ya es bastante.

CTR: Nitro-Fueled era una remake que veníamos pidiendo hace mucho tiempo y finalmente podemos disfrutarla, de manera satisfactoria.

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De chico soñaba con ser un Jedi. De grande también.

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