Un grupo de enanos se mete en minas espaciales y en este análisis te contamos porque es tan genial hacerlo con ellos.

Después de un largo tiempo en early access el equipo de Ghost Ship Games finalmente lanza la versión final de Deep Rock Galactic, un título multijugador cooperativo en el que abunda la personalidad, la creatividad, los insectos gigantes y las razones para quedarse prendido durante horas a la pantalla. No te pierdas este análisis de una de las gratas sorpresas del año.

En Deep Rock Galactic controlamos a un grupo de enanos mineros, que trabajan para una compañía que se dedica a explotar los valiosos minerales que se encuentran repartidas en cuevas, ubicadas en diferentes planetas de la galaxia. Eso es todo lo que debemos saber en una experiencia que se centra principalmente en un multijugador sólido y no en un apartado narrativo.

Pequeños exploradores intergalácticos

Empecemos por hacer un breve repaso y explicar de qué va Deep Rock Galactic. Se trata de un multijugador cooperativo, en el cual equipos de hasta cuatro jugadores se unen para cumplir diferentes misiones que son encargadas por una compañía minera intergaláctica. Los objetivos van variando según la misión pero siempre hay elementos que se repiten, como la colecta de minerales específicos o las invasiones de insectos alienígenas. En este marco nos toca controlar a uno de cuatro enanos, cada uno con su personalidad y habilidades.

Pero antes de adentrarnos en lo que es el gameplay en sí, vamos a hablar de una de las máximas cualidades del trabajo de Ghost Ship Games. Se trata del amor que han puesto en el juego, el gran trabajo que hay detrás de cada detalle es el ejemplo perfecto de que un buen desarrollo trasciende el tamaño del presupuesto. Los diálogos de los personajes, los minijuegos escondidos por acá y por allá, las diferentes zonas de los mapas y sobre todo la base, con todas las actividades que encontramos dentro de esta, son ejemplos perfectos del empeño que se ha puesto en crear una experiencia gratificante para todos aquellos que deseen adentrarse en esta aventura espacial.

Al no haber un modo historia como tal en Deep Rock Galactic y las misiones no presenten tanta variedad, podría pensarse que es una experiencia disfrutable solo a corto plazo. Sin embargo, son todas estas cuotas de creatividad que nos llevan a seguir adelante, sobre todo cuando encontramos un buen grupo de personas dispuestas a pasar un rato de risas y terminar tomando unas bebidas en el bar de la base, después de ver quién es capaz de meter más barriles en el agujero de fuego. El equipo de desarrollo se ha enfocado en darle herramientas a la comunidad para que puedan explotar al máximo la experiencia y lo cierto es que, en gran parte gracias a la voluntad de los jugadores, los resultados son más que positivos.

Picando oro y matando insectos

Deep Rock Galactic combina ciertos elementos de otros títulos, como la minería de Minecraft, para crear un producto único con identidad propia. A nuestra disposición tenemos cuatro clases de enanos -ingeniero, artillero, perforador y explorador- con herramientas y habilidades propias. Algunos están mayormente centrados en el combate, mientras que los otros se enfocan en la exploración de la cueva o la extracción de recursos. Y de eso va a grandes rasgos el título, aunque pueda sentirse muy abrumador durante las primeras misiones en las que no se nos explica prácticamente nada, conforme avanzan las horas es fácil ponerse en modo automático y simplemente disfrutar de las tareas.

En las cuevas se desarrolla la primera mitad de la experiencia, mientras que cuando volvemos a la base después de cada misión empieza la segunda. Después de disfrutar de una ronda de tragos con nuestros compañeros de equipo, tenemos varios puntos que podemos visitar para gastar todo lo que hemos conseguido en la misión. Por un lado tenemos los puestos de crafteo, en las cuales podemos usar los recursos para mejorar armas y equipamiento, en un amplio abanico de posibilidades que se hace muy efectivo en el gameplay. Por el otro, quizás uno de los puntos que más nos llevan a dedicarle horas al título, tenemos la personalización de nuestros personajes y las variantes, que van desde anteojos de sol hasta máscaras en forma de calabaza, para poder lucir completamente únicos cuando entramos a cada partida.

Y yendo a las partidas en sí, Deep Rock Galactic es todo lo desafiante que cabría esperar. Con objetivos que van desde descubrir zonas y picar cantidades específicas de cierto mineral hasta proteger maquinaria mientras somos asediados, la situación pueden volverse realmente compleja cuando las hordas de insectos gigantes no paran de llegar. Por eso es clave no solo elegir el equipamiento correcto para cada misión, sino también mantenerse comunicado con el equipo para moverse en grupo y cubrir las espaldas los unos de los otros constantemente. Desde Ghost Ship Games se han encargado de que el trabajo conjunto sea premiado y el individualismo castigado.

Cuevas espaciales – Apartado técnico

Deep Rock Galactic no es un portento técnico y eso está a la vista de todos, pero no por esto deja de ser un juego que se ve bien. A nivel gráfico es sencillo, optando por un diseño en el que los polígonos se hacen ver a favor de priorizar la gran personalidad con la que está construido todo. Puede que los escenarios no sean los más realistas, pero su estructura y sus detalles compensan cualquier tipo de falencia técnica. El sonido corre la misma suerte, no es espectacular, pero el sentido del humor de los protagonistas saca a flote una situación que tampoco es mala.

En lo que refiere a conexión al juego, en su versión final, no se le puede reprochar nada. Tarda poco en encontrar partida y no nos ha tocado ninguna en la que se haya caído el servidor, excepto en alguna que otra que sí ha fallado el regreso a la base. En cuando al rendimiento es impecable y nos hemos encontrado fallos o bugs groseros que entorpezcan la experiencia.

Deep Rock Galactic, el veredicto final

Cuando un juego está hecho con amor se nota y eso es justamente lo que ha puesto el equipo de Ghost Ship Games en su título. Explorar minas espaciales y extraer sus minerales mientras combatimos contra insectos gigantes puede no ser la propuesta más innovadora, pero el sentido del humor y la cantidad de objetos desbloqueables invitan a sumergirse durante horas en esta aventura.

Deep Rock Galactic es la odisea de cuatro enanos de gran personalidad en medio de una galaxia creada con muchísima creatividad. Con un gameplay muy pulido, una comunidad dispuesta a pasar un buen rato y un sinfín de misiones para hacer, con actividades secundarias de por medio, sobran las razones para adentrarse en este título en el que es fácil perderse, en el buen sentido de la palabra.

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Como buen geek de raza, sé que cuando muera voy a respawnear. Esta vida la uso para escribir sobre lo que amo.

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