Codemasters toma los derechos de la franquicia de rally para hacer de EA Sports WRC un título muy completo pero con algunas limitantes en el camino de tierra.
En la adquisición de estudios y desarrolladoras, EA Sports tuvo claro que para ganar terreno en el mundo del automovilismo fue adquirir Codemasters. Primero tomó la posta de F1, simulación completa dentro del género; luego avanzó con GRID, dejando su huella en un arcade más vertiginoso.
Ahora llega el turno de EA Sports WRC; una franquicia que ha danzado con varios estudios desde hace una década y media, y ahora pisa fuerte con una propuesta robusta de contenidos, con foco en la jugabilidad y en la libertad de customizar los vehículos por dentro y por fuera para dominar todas las peligrosas curvas que encaramos.
La popularidad de los juegos de rally fluctuaron con el pasó de las genereaciones de consolas. Gran parte de su éxito lo coronó V-Rally y luego pasó por Collin McRae, con algunas buenas entregas de DIRT en la última década.
EA Sports WRC busca inyectar dinámica y ser inclusivo para todo tipo de jugadores, con el clásico acompañamiento que suele trazar Codemasters para sus entregas, pero por momentos no llega a mostrar un poderío técnico que lo haga atractivo en todo momento.
Jugabilidad acentuada en los autos y en la superficies de las pistas.
¿Por dónde empezar? La pregunta puede apuntarse hacia dónde encarar las principales virtudes de EA Sports WRC, pero también el interrogante surge cuando tomamos el primer contacto con el juego.
Esta entrega mantiene el sello de Codemasters de priorizar la diversidad de formatos para competir que profundizar en pocos. Es una virtud a medias, porque realmente ninguna de las modalidades de juego llega a ser una propuesta despampanante, pero no deja de dar opciones clara para todo tipo de jugadores. Y por ahí reside parte de su atractivo: cautivar a los pilotos expertos pero también abraza a los jugadores casuales que están en la búsqueda de encarar algunas curvas sin querer ser conductores profesionales.
Su apuesta más fuerte en lo offline es el Modo Carrera, que funciona como un tutorial encubierto para dominar todas las categorías de vehículos y hacer un repaso por las principales pistas y, desde ya, sus superficies. La idea se centra en atravesar la diferentes competencias pero a su vez en las clases de vehículos, que tienen características de potencia y manejo diferenciadas.
No será lo mismo tomar las primeras competencias con un Ford Fiesta de la WRC2 en las categorías iniciales/junior que encarar tramos largos y sinuosos con un Mitsubishi Lancer de la categoría NR4/R4. Y, entre competencia y competencia, tramo y tramo de cada sector, la potencia de EA Sports WRC sale a relucir: la diversificación en su jugabilidad en clarísima y pronunciada, con el atenuante que también entra el juego la superficie que toca.
La dificultad de las pistas nevadas tiene otra estrategia contra los tramos cerrados de tierra. Al igual que en la vida real, conocer a fondo la pista es clave para saber cómo aprovechar las ventajas que el propio terreno atrae. Obviamente los jugadores casuales pueden avanzar skipeando todas las fases previas y someterse a la incertidumbre de cada carrera; pero EA Sports WRC invita a invoulcrarse, a ser piloto/co-piloto como uno solo y descubrir la forma de avanzar de forma exitosa en cada tramo.
Así como conocer la pista es clave en la previa de cada estrategia, meter mano en el garage y aprender cómo podemos mejorar o diversificar las cualidades de un auto. El juego base arranca con 80 vehículos, diversificados por categorías pero también con una sección de clásicos, para poner las manos en el volante en coches emblemáticos de las últimas 6 décadas. Además de los elementos de personailización también hay un editor para crear nuestro propio auto con las características que queramos.
La variedad también se acentúa en las pistas. Con tramos y recorridos en todas partes de planeta, con una cífra que llega a las 200 si lo segmentamos en los recorridos. La convergencia entre las superficies, la ambientación y los vehículos funciona de forma natural. En una competencia sin rivales y donde nuestro competidor principal es el tiempo de cada prueba; EA Sports WRC hace mucho hincapié en marcar un realismo constante: en la conducción, en la respuesta de los controles y en las físicas de colisión; algo que hay que tener en cuenta en todo momento para no quedar descalificados porque el vehículo se queda a mitad del recorrido.
Saliendo del Modo Carrera y las competencias personalizadas de forma individual, EA Sports WRC quiere homenajear el legado de este deporte con “Momentos”, una arista que permite competir en carreras emblemáticas del Rally de los últimos 50 años. Es un modo que arranca con poca fuerza, ya que son pocas las opciones disponibles en su lanzamiento pero que se irán añadiendo con el paso de los meses.
Otra variante dentro de los modos de juego es el Rally de Regularidad, una competencia menos popular dentro del circuito en la que el objetivo no es batir récords de tiempo, sino en encarar pistas y trayectos a una velocidad específica, cosechando puntos por lo más aproximado que estamos a esas cifras.
El componente online es, a grandes rasgos, una de las patas que mayor profundidad cosechará en el corto y mediano plazo, un sello que EA imprimió en sus otras franquicias deportivas. Las competencias semanales ya están presentes, pero llegará un modo exclusivo y dedicado para los eSports, un terreno del cual el Rally como competencia puede tomar un montón de fuerza.
A nivel técnico, la experiencia con EA Sports WRC es irregular. El impecable despliegue audiovisual de los autos y el detalle de los trazados de las pistas pierde fuerzas con algunas ambientaciones poco definidas y repetitivas, poco llamativas. La estabilidad y el rendimiento tuvo algunas imprecisiones y bajones pronunciados en pistas puntuales, pero los parches post lanzamiento parecen haber ya solucionado ese problema.
Conclusión
La oferta automovilística de Electronic Arts gana una carta importantísima con EA Sports WRC. Es un juego amplio en sus modos de juego que ofrece posibilidad a todos, abriendo esa invitación para que los casuales agarren confianza rápidamente en el volante y dando una oportunidad para los que quieran competir de forma profesional en su variantes online, arista de peso en la longevidad de este título que, a priori, no se presenta como una entega anual como sí lo es F1.
El vértigo del Rally se imprime en la respuesta de los controles y el realismo que hay inyectado en cada competición. Sin ser una propuesta 100% simulación, es la propuesta del género más imponente de los últimos años.
La oferta automovilística de Electronic Arts gana una carta importantísima con EA Sports WRC. Es un juego amplio en sus modos de juego que ofrece posibilidad a todos, abriendo esa invitación para que los casuales agarren confianza rápidamente en el volante y dando una oportunidad para los que quieran competir de forma profesional en su variantes online, arista de peso en la longevidad de este título que, a priori, no se presenta como una entega anual como sí lo es F1.
El vértigo del Rally se imprime en la respuesta de los controles y el realismo que hay inyectado en cada competición. Sin ser una propuesta 100% simulación, es la propuesta del género más imponente de los últimos años.