Una aventura con todas las letras, que recuerda a las más clásicas de la historia del videojuego y que, defectos aparte, agradará a cualquiera.
El equipo valenciano de Iverge Studios junto al apoyo de PlayStation Talens ha creado Effie, un videojuego que han lanzado bajo la premisa de permitir revivir las sensaciones de los videojuegos clásicos de las viejas generaciones. Y no se han equivocado en lo más mínimo, ya que la experiencia es la misma y lo gratificante es que nos permite entender que aún podemos divertirnos con propuestas de este estilo.
En el juego encarnamos a Galand, un joven sobre el que ha caído una maldición que lo convirtió en un anciano. Entonces, el guerrero deberá abandonar su vida de pereza para perseguir a Melira, la bruja que lo condenó a esa vida de canas y huesos frágiles. Pero las cosas no serán tan fáciles y en el camino deberá liberar al mundo de Oblena de las fuerzas del mal mientras intenta recuperar su verdadera forma.
Una aventura clásica, con todas las letras
La premisa con la que Inverge Studios nos presenta Effie no es solo una con la que intentan vender más copias, es la realidad. Durante su desarrollo se han jactado de inspirarse en clásicos como Ratchet and Clank, RiME, Crash Bandicoot o Spyro y lo cierto es que se respira la esencia de todos estos en cada rincón. Quizás la primera hora de juego, con un tutorial demasiado estirado, resulte un poco tediosa para algunos, pero créannos cuando les decimos que vale la pena darle un tiempo más al juego porque cuando la cosa arranca se convierte en una experiencia verdaderamente adictiva.
Comenzando por la historia debemos destacar la originalidad de su temática principal, un joven que se ha convertido en un anciano, aunque lamentamos que esto no haya tenido mayor influencia en la jugabilidad y que simplemente haya servido de excusa para dar el puntapié de la aventura. El desarrollo de esta trama es simpático y se alimenta en gran medida de sus coloridos y bien diseñados personajes, enriquecidos a su vez por un guion más inteligente de lo que cabría esperar y una gran interpretación por parte de los actores que les dan vida. El desenlace realmente no es sorprendente y aunque no esperábamos un giro que nos vuele la cabeza, nos parece que podrían haber jugado un poco más con los hechos.
Como bien hemos dicho, Effie es una aventura que recuerda a todas aquellas de las viejas generaciones de videojuegos y nos alegra darnos cuenta que aún podemos entretenernos con ellas. Más allá de todos los parecidos, presenta el rasgo distintivo de combinar escenarios de plataformas y un mundo abierto. Sin embargo, este componente de sandbox lo vemos algo forzado ya que básicamente solo sirve para disfrutar de bellos (aunque también monótonos) paisajes mientras vamos de un punto a otro y queda en evidencia que el mundo de Oblena está más desierto de lo que nos gustaría.
Nuestro mejor amigo, un escudo mágico
Justo antes de concluir el tutorial, el juego de Inverge Studios nos presenta la que será nuestra única arma en todo el juego: un escudo mágico. Este elemento nos permitirá cubrirnos como es lógico, pero también golpear a los enemigos y hasta andar sobre él como si de una patineta se tratara. Lo cierto es que en primera instancia nos pareció algo aburrido no tener una espada o un arma un poco más llamativa, pero conforme avanza la aventura descubrimos que no hay nada que este elemento no pueda hacer. Lo bueno es que, aunque el combate no sea todo lo fluido que nos gustaría por unas mecánicas que no siempre responden del todo bien, el ir descubriendo nuevos movimientos y habilidades constantemente hace que nunca caigamos en la monotonía.
En Effie nuestra misión principal es derrotar a la bruja Melira, pero para ello deberemos liberar a los diferentes pueblos que componen el mundo de Oblena. Es así como se combina el mundo abierto y los escenarios de plataformas, ya que podemos movernos libremente por su amplio mapa -incluso encontrando algunas entretenidas actividades secundarias en el camino- e ingresar en cada ciudad en donde aparecen los segmentos de plataformeo y algunos puzles bastante sencillos de resolver, mientras entre tanto nos enfrentamos a las oleadas de enemigos que allí habitan. La fórmula es simple es cierto y conforme aprendemos habilidades los combates se vuelven cada vez más sencillos, pero lo cierto es que en ningún momento nos hemos aburrido.
Entonces, haciendo un balance general de la jugabilidad tenemos que decir que a pesar de un sistema de combate que no termina de sentirse del todo cómodo, todo funciona muy bien y en este sentido queremos hacer hincapié en unas físicas muy conseguidas. Aprender habilidades constantemente es algo que valoramos mucho ya que impide que la experiencia se vuelva monótona, al mismo tiempo que agradecemos que nos hayan ahorrado el árbol de habilidades forzado y que la progresión se limite a aumentar nuestra salud y la del escudo a cambio de recoger elementos y matar enemigos.
El mundo de Oblena – Apartado técnico
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, la línea que divide a los indies de las grandes producciones en lo que apartado técnico se refiere está cada vez menos clara. A Effie se le notan las costuras por todos lados y varios bugs pueden llegar a atentar contra la experiencia en algunas ocasiones, pero ninguno de estos elementos nos han impedido hacer un balance positivo a fin de cuentas.
Por el contrario, al juego de Inverge Studios podemos reconocer un excelente apartado artístico y una paleta de colores que enriquece la aventura constantemente, mientras que la musicalización nos parece de lo más hermoso en este sentido. El combo se cierre con un gran diseño de escenarios y de personajes, aunque le hubiera venido bien alguna especie de enemigo extra.
Effie, el veredicto final
El equipo español de Inverge Studios nos ha prometido una aventura clásica y han cumplido con su palabra. Es imposible no respirar aires de Crash o Spyro por todos lados, en un juego que aún así tiene identidad propia y que en gran parte lo consigue gracias a esta mezcla entre mundo abierto y plataformas, que no termina de estar del todo justificada pero que tampoco molesta.
A pesar de algunos bugs que pueden cortar la experiencia y de algunas costuras técnicas que aparecen acá y allá, Effie es un juego inequívocamente entretenido que no solamente atrapará a los más pequeños. Sus coloridos personajes, su historia sencilla pero simpática y su ritmo nos han llevado a superar sus al menos 8 horas de duración (solo con las actividades principales) casi sin parpadear.