Un nuevo encuentro con el fútbol virtual, FIFA 18 llegó al mercado y con una promesa revolucionaria bajo el brazo. ¿Qué tal está? Te lo contamos.
“FIFA 18 es el salto más grande en la historia de FIFA”, aseguraron desde EA Sports en la previa del lanzamiento de su última entrega deportiva. Tan solo basta con jugar algunas horas para darnos cuenta que esta afirmación queda enormemente exagerada, pero que sin embargo sí podemos encontrar una gran cantidad de pequeños cambios que refrescan la experiencia jugable.
Entre ellos podemos disfrutar de la mejora en uno de los aspectos que más se venían criticando en las últimas entregas: los pases. El nuevo título de fútbol llega con unos pases mucho más controlables y precisos, provocando pocas frustraciones a la hora de armar jugadas. Esta mejora se ve principalmente en los toques cortos, aunque en los largos también vemos una mayor fidelidad.
En este sentido, por el camino contrario están el control y las reacciones de los jugadores. Estos no solo tardan mucho más en reaccionar que en entregas anteriores, sino que también tienen un control de la pelota bastante dudoso en muchas ocasiones, incluso cuando se trata de jugadores de gran jerarquía como Lionel Messi o Cristiano Ronaldo.
Esto, combinado con otros factores hace que resulte una experiencia de juego bastante más lenta que lo que fue en FIFA 17. Quizás en un punto bastante cercano al recordado 14, que fastidió muchísimo a los seguidores de la saga, pero sin llegar a puntos tan extremos y con un ritmo aceptable.
En lo que sí vemos un salto aceptable en este FIFA 18 es en la explotación de la potencia del motor gráfico de Frostbite. En líneas generales es un título muy pulido gráficamente, que ha puesto mucha atención en detalles que ya estaban bien -como la transpiración de los jugadores o el pasto- e incluso los ha mejorado.
En este sentido destacan varios elementos que ayudan a la gran ambientación que suele generar la franquicia. Al marco de los partidos se han agregado una serie de animaciones inéditas, tanto en la previa, como durante y después del encuentro. Incluyendo interacciones entre jugadores o una muy mejorada tribuna, que además de cantar o arrojar papeles (siempre en sintonía con el estadio) también reaccionan coherentemente a la situación del partido.
Claro que para cerrar este tema tenemos que pasar la cuenta por algunos puntos negativos. Caso es el de algunas físicas, como la de los arcos que parecen los de viejas entregas con sus redes que se mueven como si fuesen de alambre. También se le puede reprochar la falta de algunos estadios clave, íconos del fútbol mundial.
Sin embargo, FIFA 18 sigue siendo un referente de las licencias. Es verdad que este año no han conseguido novedades en este sentido, pero su ya muy amplio catálogo de equipos completos, ligas (primeras y segundas divisiones), estadios y marcas siguen convirtiéndolo en el mejor en este sentido.
Eso sí, hay algo que deben mejorar y pronto: los rostros. No solo deben ampliar las caras reales -es decir, que no están creadas genéricamente- sino también la fidelidad de algunos parecidos. Hay jugadores de renombre que tienen caras reales, pero que así y todo no se parecen.
Volviendo a la jugabilidad y continuando en la línea de los reproches que se mantienen a través del tiempo, es el caso de la Inteligencia Artificial. Los jugadores que no controlamos en el partido, en muchos casos, se siguen moviendo de forma estúpida. Ya sea dejando espacios incomprensibles en la defensa, partiéndose en la mitad en el mediocampo o chocándose entre compañeros este comportamiento es algo que comienza a resultar intolerable. Igual pasa con algunas reacciones de los arqueros, que fallan en atajadas que no deberían hacerlo.
Sin embargo, FIFA 18 vuelve a ser una experiencia enormemente entretenida gracias a todos sus modos de juego. Es verdad que no hay ninguno nuevo en esta entrega, pero Ultimate Team, Clubes Pro, El Camino, Temporadas y el Modo Carrera ya son más que suficientes como para mantenernos atados durante horas y horas. Además, se han encargado de aportar novedades más que interesantes a cada uno, como las negociaciones interactivas en la Carrera o un Alex Hunter que ya es una estrella del deporte.
Una novedad a la que también se le puede sacar mucho provecho es la Sustitución Sugerida. Esta se cuela tanto en los modos online, como en la cantidad de amistosos que podremos jugar con amigos. Es la posibilidad de realizar un cambio en momentos claves del partido con tan solo tocar dos botones. Puede parecer un detalle, pero aporta comodidad y sus sugerencias suelen ser muy inteligentes e intuitivas.
Todos los modos online, además, pueden ser disfrutados con la gran calidad de conexión a la que nos tiene acostumbrados EA Sports. Los partidos se disputan casi sin lag y el matchmaking sigue siendo tan eficiente como siempre.
Entonces, podemos decir que este nuevo título del simulador de fútbol más exitoso del mundo no es “el salto más grande de la historia” que prometió EA Sports, pero sí que tiene una serie de pequeños cambios y novedades que le dan un aire fresco a la saga.
Aunque el análisis de un juego de fútbol es extremadamente subjetivo, decimos que FIFA 18 -con sus aciertos y fallos- es una nueva entrega muy entretenida. Sus ya clásicos modos nos aseguran horas y horas de diversión tanto en solitario como con amigos, con novedades que alcanzan pero que no sobran. Aún quedan reproches a los que deberán responder pronto, pero la esencia FIFA está allí y la fórmula sigue siendo funcional.