Tras varios fighting game en consola, Granblue Fantasy finalmente ofrece su primer ARPG con Relink, un título que siente muy secuela para un público nuevo.
Después de 10 años, el primer juego de rol de Granblue Fantasy finalmente desembarcó en el mundo de las consolas. Durante los primeros años de la década pasada hubo una fuerte invasión gaming en el mundo mobile, y de ella surgió el debut del primer Granblue Fantasy, un juego de batallas por turnos que presentaba un lore muy interesante.
Con el correr de los años, la franquicia dio el salto a consolas, pero siempre de la mano de fighting games con Granblue Fantasy: Versus (2021) y Granblue Fantasy Versus: Rising (2023). Pese a que estos fueron los primeros juegos en llegar, lo cierto es que el esperado juego de rol se hacía desear; su temprano anuncio en 2018, que incluía a PlatinumGames (Bayonetta) entre los responsables del desarrollo, llenó de hype a esta saga. Sin embargo, con el paso de los años y los retrasos, la expectativa en torno al título solo subió, seteando un hype difícil de sostener.
Los más de cinco años que transcurrieron desde su anuncio hasta su llegada no fueron un camino sencillo de transitar. Primero, el gran sacudón lo dio justamente PlatinumGames, quien se bajó del proyecto, quedando bajo la exclusiva responsabilidad de Cygames, la desarrolladora a cargo del título mobile que ostentaba (y aún lo hace) un catálogo de juegos enfocado principalmente en el mercado de los smartphones. En segundo lugar, el juego tuvo varios retrasos, lo que incluso llegó a poner en duda un eventual lanzamiento, al menos en el fandom, ya que Cygames siempre tuvo claro su objetivo.
Entonces, entendiendo de dónde viene el juego y la expectativa generada, ¿está a la altura del hype?
La secuela de un juego que probablemente no jugaste
Pese a que Granblue Fantasy: Relink se presenta como un juego dentro del universo que comparte personajes y elementos del lore con sus predecesores, todo el tiempo, desde el primer minuto hasta el último de la aventura, sentimos que estamos jugando una secuela de la cual, por desgracia, no tocamos la primera entrega.
El juego comienza con un equipo ya conformado, dinámicas pre-establecidas y relaciones forjadas en piedra de las cuales únicamente somos testigos, ya que no tenemos contexto alguno. Es más, el principio del juego tiene tal sensación de ser un evento futuro que uno se queda esperando que tras el primer corte vayamos para atrás en el tiempo, pero no, las cosas son así y no queda otra que aceptarlas.
Hay un vago intento de contextualizar y aportar cierta profundidad a través de dos elementos en particular: diálogos con los miembros de la party y una suerte de glosario con datos de personajes y lugares. Por desgracia, ambas elecciones son flojas. Por un lado, hay una forzosa obligatoriedad de hablar con nuestros compañeros entre misiones, pese a que esas charlas no aportan ningún valor, hay que llevarlas adelante porque sino no vamos a ningún lugar. Por el lado del glosario, estamos literalmente ante un diccionario enorme que, a menos que el juego te atrape perdidamente, no vas a leer.
Su historia principal es correcta y bastante más lineal que la de otros ARPG, incluso pudiendo considerarse corta. Compuesta de 12 capítulos, puede terminarse en 12 o 13 horas, muchas menos de las 20 que anunciaba Cygames originalmente. Lo que sí, hay montones de misiones secundarias esparcidas por un mapa bastante pasillero, pero que no por eso deja de esconder secretos como cofres o desafíos que, sin ser una locura, son bastante simpáticos y añaden cierta profundidad al título.
Otro detalle que no favorece al desarrollo del juego es que la historia realmente comienza en el capítulo 3 y 4, por lo que básicamente el primer 1/4 del título es un gran preludio que no ahonda en vínculos más allá del de nuestro personaje principal (hombre o mujer) y Lyria, una misteriosa joven que tiene el poder de controlar a las primal beasts.
Al margen de estas fallas, Granblue Fantasy: Relink ofrece una aventura simpática, principalmente por el carisma de los personajes, y porque a medida que avanzamos, la aventura se vuelve medianamente interesante, aunque no profunda.
Más luces que ruidos
Lo primero que llama la atención del juego, y para bien, es el combate. Espectacularidad, luces, hechizos, tiros mágicos, bichos gigantes. La cosa sana. Y sin embargo, el paso del tiempo y la repetición de las luchas termina demostrando que pese a lo estridente de las luces, al sistema le falta bastante para ser algo sólido por sí mismo.
Sin llegar a ser uno de esos juegos donde apretamos únicamente un solo botón, la mecánica es muy simple y pese a que al principio parece un montón porque te tiran todo de una, ofreciendo una nula curva de aprendizaje, a la tercera pelea ya se le toma la mano al sistema que, pese a proponer un combate con una party de 4 miembros, solo nos permite controlar a un personaje, siendo los restantes 3 manejados por la IA.
Algo que resulta divertido, sobre todo por la espectacularidad que ofrece, es la cadena de poderes especiales. Si logramos que nuestro héroe concatene su Special Blast junto a los otros miembros del equipo en combate, vamos a desencadenar un violento combo llamado Full Burst que va a hacer mella en nuestros enemigos, algo fundamental para enfrentar a los bosses que tienen una barra de HP XXXXXXL.
Hay varios elementos RPG que acompañan al juego, desde el desbloqueo de técnicas únicas, pasando por el crafteo de armas o la masterización de las Artes. Lo más y mejor elaborado es el sistema de elementos. Cada personaje, héroe o villano, tiene un elemento primal que está imbuido en sus técnicas y cada elemento tiene una ventaja o desventaja sobre otro, por lo cual no alcanza con poner mago, espadachín, tirador en nuestra party como estrategia, sino que además hay que combinar esas características con las de sus fuerzas elementales para poder sacar una clara ventaja en los combates más complejos (que tampoco lo son tanto).
Conclusión
Granblue Fantasy: Relink se siente como el segundo juego de un primero que jamás tocaste. Esto tal vez se disimulaba más en los fighting games que lo precedieron, pero en un juego de rol donde la historia es el eje de todo, dejar el contexto librado a un glosario es una decisión floja cuanto poco ya que termina implicando un flojo vínculo del jugador con los personajes.
Más allá de eso, el título logra ofrecer un combate pochoclero, muy bien animado, aunque flojo en mecánicas. Lejos de ser un desastre, es una apuesta que se queda a mitad de camino, aunque con este desembarco en consolas la gente de Cygames contará con una mejor base para plantear sus futuros lanzamientos, que sin lugar a dudas mejoraran lo hecho en Relink.
En todo momento vas a sentir que te falta haber jugado un primer juego, ya que estamos ante un título que hace más que apoyarse en la mitología de una franquicia que recién debuta en consola pero tiene un pasado mobile: da todo por sentado.
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