Dentro de un océano de microtransacciones, LEGO 2K Drive se las ingenia para ser una propuesta distendida, fácil de jugar y principalmente muy divertida.

LEGO es de esas franquicias en los videojuegos que ha sabido adaptarse a los golpes y pudo encontrar, dentro de experiencias bastante flojas, oportunidades de mejora para llevar la identidad de su marca a diferentes géneros.

Mientras disfrutamos de aventuras plataformeras con The Skywalker Saga o la gestión/construcción con Bricktales, ahora llega el paso de saltar al rubro de la conducción por tierra y agua con LEGO 2K Drive, una entrega que mezcla mundo abierto con carreras con todo el encanto, humor, color y cientos de piezas que la franquicia nos tiene acostumbrados, y de la mano de 2k Games, una marca probada para las propuestas deportivas, con lo bueno y lo malo que eso significa.

LEGO 2K Drive busca atraer a los más chicos con una experiencia de juego súper atractiva desde lo audiovisual y los controles, pero también quiere que los más grandes recojan el guante, con un modo historia lleno de cosas para hacer, un online con ciertos elementos interesantes y una personalización de vehículos que permite construir nuestras propias demencias con ingenio y libertad.

Una ambiciosa propuesta con el foco puesto en la diversión

LEGO 2K Drive parte de una premisa jugable conocida, con exponentes como Mario Kart o Crash Team Racing: competiciones vehementes en pistas alocadas que además cuentan con diferentes power ups y armas para cambiar el curso de cada carrera hasta incluso los últimos metros. Ese es el punto de comparación más claro para encasillarlo dentro del género, pero LEGO 2K Drive busca ofrecer otras cartas dentro de su baraja para hacer de sí misma una entrega ambiciosa, entretenida y cargada de contenido.

Su arista principal recae en el Modo Historia, compuesta de explorar un mundo abierto segmentado en 4 zonas que sin estar interconectadas las podremos visitar a través de puntos de viaje rápido a medida que las vayamos desbloqueando. La línea argumental propone que exploremos el mundo de Bloquelandia, a medida que desafiamos a diferentes pilotos para convertirnos en el amo indiscutidos de las carreras. Como complemento dentro de su parte troncal, LEGO 2K Drive propone algunas misiones por fuera de las competencias para complementar la situación narrativa (destruir algunas locaciones, defender puestos de control, llegar a determinados lugares para interactuar con personajes); nada muy complejo y que acompaña una propuesta que, en su punta de iceberg, no dura más que 6 horas, entendiendo también que es una aventura pensada para todas las edades.

Sin embargo, la exploración de Bloquelandia va más allá de sus misiones/carreras principales; hay todo un enorme mundo para explorar, con coleccionables en cada rincón, puntos de interés con más coleccionables para encontrar y decenas de desafíos de habilidad que pondrán a prueba a los jugadores más acérrimos, para dejar de estar forma una ventana de ingreso para una curva de dificultad un poco más exigentes.

La exploración de estas zonas y sus desafíos están segmentados por niveles y jerarquía. Esto quiere decir que para acceder a las competencias más complejas – y con mayores beneficios – tendremos que tener un nivel alto y también una buena jerarquía. Los niveles tienen una progresión símil a cualquier rpg (empezando por Nv 1 y así sucesivamente) mientras que la jerarquía profesional oscila entre los rangos de C a A. Esto, es una invitación a que nos desviemos del trayecto principal para dedicarle tiempo a todo lo que es el contenido secundario y poder levelear sin tanta exigencia.

Bloquelandia es, en su propuesta geográfica, un mundo bellísimo, dedicado y completamente atractivo. En parte esto se debe a su minucioso nivel de detalle que combina la diversidad de sus escenarios (cada zona en Bloquelandia tiene una puesta en escena independiente, desde ciudades a zonas selváticas interconectadas por ríos y montañas), la verticalidad para explorar y la “vida” que hay en todos sus rincones, 50% por la cantidad de elementos y 50% por los desafíos/coleccionables que hay por metro cuadrado. Por otra parte, ¡es un juego de LEGO! Todo lo que atravesamos con los vehículos es completamente destruíble, con unas físicas que responden muy bien a la vehemencia y la velocidad con la que encaramos esta exploración para que todo se traduzca en una experiencia sumamente placentera. De hecho, sencillamente podés ponerte a explorar los escenarios en busca de secretos de forma relajada y disfrutar de atravesar todo a nuestro paso.

Todo este contenido secundario claramente es opcional y es una forma de “rellenar” el contenido de este modo de juego, pero por otra parte dedicarle sus buenas horas a explorar este mundo – contemplemos que los desafíos de la historia principal solo contemplan el 10% de los contenidos de Bloquelandia – son la puerta de entrada a encontrar un montón de piezas, desbloqueables, vehículos y pilotos para profundizar la capa de personalización y poder crear y modificar todo las carrocerías que vamos sumando a nuestro garage.

Una de las grandes cosas que celebramos de esta aventura es que el 100% del juego se puede hacer en cooperativo, online o LOCAL, algo que en 2023 es toda una rareza y por eso lo celebramos con mucho ímpetu.

Si LEGO 2K Drive es un juego de carreras, ¿cómo funciona las carreras en cuestión? Como todo en esta aventura, hay capas de profundidad, pero siempre con el mismo concepto: es un título pensado para chicos. Las diferentes pistas que forman parte del juego están muy bien diseñadas, principalmente porque combinan una metamorfosis en tiempo real. Hay 3 grandes tipos de vehículos: asfalto, tierra y agua; y todas las pistas combinan estos elementos para que el auto se vaya transformando dependiendo la superficie que estemos tocando. Esto significa que si encaramos una rampa de asfalto para terminar tirando derrapes en las curvas de un río, el auto se convertirá rápidamente en una lancha para luego convertirse cuando toquemos el suelo. Esta dinámica le inyecta una puesta en escena maravillosa; esa mutación de los bloques para cambiar de estructura es algo que no cansa de ver.

No por nada las carreras son uno de los elementos más dinámicos de todo LEGO 2K Drive y que permite disfrutar los otros modos por fuera de su historia, ya que podemos competir tanto en arcade, competencias locales y online si solo queremos jugar carreras. A diferencia de los otros exponentes que mencionamos más arriba, su parte “armamentística” es bastante chata – solo 5 power ups -, entonces todo termina decantando en la habilidad que tenemos en el volante, algo que decanta en una estructura que termina de delatar que el juego abraza a un público más infantil. La IA de los pilotos rivales tiene un comportamiento flucturante en las carreras: comienzan como pilotos de Formula 1 y terminan como infantes en triciclo. En otras palabras, levantan claramente la intensidad en la parte final de la carrera (generalmente cuando comienza la última vuelta de la pista), para que tengamos una posibilidad real de ganar en cada carrera. Esto no garantiza un 100% de efectividad, pero después de jugar varias decenas de carreras lo que parece una anomalía se transforma en un síntoma que atraviesa cualquier competencia.  No es algo que esté bien o mal, pero lamentablemente tampoco hay forma de modificarlo.

Si bien la parte de los power ups es bastante simple, la profundidad en las carreras se las llevan los tipos de vehículos. No hay solo una cuestión estética o de diseño, sino que cada auto terrestre o lancha tiene sus propias características: peso, velocidad, aceleración, estabilidad; que modifican su comportamiento y a su vez la potencia de los mismos. Obviamente, a medida que avanzamos en el Modo Historia sumaremos autos más potentes pero también conseguimos piezas para equipar que, de vuelta, no solo tienen una función visual: upgradean considerablemente los vehículos equipados.

La vertiente creativa es uno de los componentes más profundos de LEGO 2K Drive, donde se nos permite editar la mayoría de los vehículos que vamos ganando de las competencias pero también tenemos la opción de crear uno desde 0, partiendo desde diferentes molderías (que también podemos añadir). Acá es donde cobra protagonismo todo ese contenido secundarios de Bloquelandia, porque además de conseguir piezas y recursos también ganaremos monedas. Sí, como todo buen juego de 2K Games contamos con una propia economía interna para comprar nuevos accesorios e incluso, aunque se trate de un juego para chicos, podemos inyectar dinero real para tener más cosméticos.

Habrá que ver con la llegada de los nuevos contenidos cómo se comporta este patrón de pay-to-sumar nuevos chiches, pero no deja de descolocar la cantidad de microtransacciones y elementos freemium que abundan.

Conclusión

LEGO 2K Drive es otra muestra positiva de cómo la franquicia sabe mirar hacia adelante, ahora presentando su mejor propuesta de carreras hasta la fecha. Bajo el ala de 2K Games, esta propuesta combina lo mejor de controles accesibles y divertidos, y un juego repleto de contenidos en donde constantemente nos invita a hacer diferentes cosas para no perder la intensidad que propone el juego.

Su mar de microtransacciones y su visión de mercado Freemium choca un poco con el público al que apunta el juego, pero si ponemos todo en la balanza esto se compensa con el atractivo real que propone su gigante mundo abierto para conseguir de forma orgánica la mayoría de los recursos, autos y piezas disponibles.

7.5 7.5

LEGO 2K Drive es otra muestra positiva de cómo la franquicia sabe mirar hacia adelante, ahora presentando su mejor propuesta de carreras hasta la fecha. Bajo el ala de 2K Games, esta propuesta combina sus controles accesibles y divertidos con un juego repleto de contenidos en donde constantemente nos invita a hacer diferentes cosas para no perder la intensidad que propone el juego y un mundo hermoso, atractivo, ¡y 100% destruible!

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De chico soñaba con ser un Jedi. De grande también.

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