Tras un año alejada del mercado, la icónica saga de carreras regresa con Need for Speed: Payback ¿Habrá servido el descanso para lograr un regreso triunfal?
Allá por el 2003, con el estreno de Need For Speed: Underground, nadie parecía discutir la supremacía de la franquicia cuando de juegos de carrera se trataba. Lo mismo sucedió en 2004 con el estreno de la secuela y posteriormente retomaría ese dominio en 2012 con NFS: Most Wanted, que incluiría en la saga las persecuciones policiales con un estilo muy similar a GTA. Luego de ese triunfal andar, Need for Speed caería en un pozo de mediocridad del cual intentaron salir en 2015 con el reboot de la franquicia. ¿El resultado? Otro juego plano. ¿Podrá tras un año de descanso, Need for Speed: Payback ser la bocanada de oxígeno que se estaba necesitando?
Los protagonistas: personalidades chatas que guian la historia
El juego gira en torno a cinco personajes, cinco personalidades distintas que irán llevando la historia. El problema acá reside en que las personalidades son tan pero tan estereotipos que todo se vuelve predecible.
Para empezar está Tyler, el gran protagonista de esta historia. Un pibe con la pasión por los autos en las venas, con orígenes humildes y un talento nato para las carreras, es algo así como nuestro héroe en este lío. Luego, aparece Mac, la cuota de color ( en el sentido de que es el comediante) de la entrega. Este personaje, especialista en derrapes, es el alma del equipo. Ahora es el turno de la badass de The Crew: Jess. Nacida en cuna de oro, peleó contra todo lo que tuvo y ahora es la number one a la hora de escapar de la policía.
Aparte del grupo de amigos está Lina Navarro, compañera de infancia de Tyler que embauca a la banda dando origen a esta historia, a priori la gran villana a vencer. Por último, pero no menos importante, hace su presencia Marcus Weir, un tipo que domina el mundo de las apuestas de Fortune Valley y no termina de definirse como aliado o enemigo.
Lo interesante aquí, al menos en la idea, es que la personalidad de cada personaje va con el tipo de carrera que realiza. Por ejemplo a Jess la vamos a tener en misiones de escape, a Mac lo veremos con su toque humorístico en derrape o carreras a campo traviesa, mientras que Tyler destaca en competiciones de alta velocidad.
La historia de venganza que no llega a innovar
Ya en los primeros tres minutos de juego uno puede darse cuenta y básicamente gritarle a la pantalla “NO FLACO, TE VAN A CAGAR”. El eje de la aventura creada por EA se basa en que nos mandamos un error garrafal en un “trabajo” a lo Rápido y Furioso, y eso desemboca en que terminamos a las órdenes del magnate de los casinos en Fortune Valley como che pibe, con el único objetivo de enmendar nuestro error (un error muy caro) y poder cobrarse venganza de Navarro, esa mujer que nos traiciona ni bien empezada la historia.
La historia si bien es correcta, se queda solo en sus intenciones. Permite avanzar con la narrativa sin problemas, no se vuelve tediosa ni aburrida pero es predecible, lineal y monótona. Si solo queremos el juego para poder correr carreras, tunear autos y escapar de la federal, está perfecto, pero cuando se prometía una narrativa atrapante, realmente Electronic Arts ha quedado en deuda, no por decepcionar, sino por no alcanzar el objetivo.
Un sistema de progresión intersante pero lento
Parece que el estilo RPG le llega a todos. Assassin’s Creed: Origins lo incorporó recientemente y el resultado fue un éxito impactante, por lo que Need for Speed: Payback se preguntó: “¿Por qué no? He aquí que la saga ha decidido que para jugar ciertas carreras deberemos tener cierto nivel que nos permitirá ir desbloqueando SpeedCards (cartas de mejora para tu vehículo) y Cargamentos (Cajas de Premios).
Las misiones de Carrera, Derrapes, Escape y Aceleración se presentarán con distintas dificultades por nivel. En caso que creamos ser los más veloces del condado, podremos arriesgarnos, pero el resultado será escandaloso, realmente lo recomendable acá es alcanzar el nivel requerido.
Si bien en la versión base del juego, conseguir la plata y reputación necesarias para ir subiendo de nivel era demasiado lento, la más reciente actualización de la entrega ha hecho mella de las críticas y optimizó la reputación (REP) y el dinero (Bank), que serán más fáciles de conseguir, para que no debamos rehacer infinitas carreras con el simple objetivo de llegar a dónde queremos.
La opción B para mejorar es la clásica de la compañía con sede en Vancouver: microtransacciones. Más allá de la polémica generada por Star Wars: Battlefront 2 y los rumores del despido del creador de Plants vs Zombies 2 por negarse a las mismas, la desarrolladora sigue apostando fuerte a las compras internas en sus títulos y Need for Speed: Payback es un claro ejemplo.
Jugabilidad: De la idea de lo variado a la comodidad del usuario
La idea del juego al presentarnos todos los tipos de carrera que hemos mencionado previamente consiste en darnos una amplia gama de misiones las cuales se van intercalando para que mechemos un poco de escape con velocidad y por qué no algo de derrape.
Si bien la idea original es buena, la ejecución se ve un poco entorpecida cuando nos cruzamos con la gran característica de este juego: El mundo abierto. Recordemos que para cada tipo de carrera necesitamos un tipo particular de vehículo, ahora lo que no dijimos es que para cambiar de vehículo hace falta ir hasta un garage ubicado en la ciudad el cual puede quedarnos bastante lejos de nuestras misiones. Entonces, en vez de ir, volver, correr, volver al garage, cambiar el auto, ir a la carrera, correr, etc, terminamos prefiriendo matar 10 carreras del mismo estilo una detrás de otra, total… ya estoy con este auto encima.
Más allá de la necesidad de traslado, el juego presenta algunas características destacables como por ejemplo las misiones en las que combinamos a nuestros distintos conductores como en la misión del golpe en la autopista, que claramente es una de los grandes aciertos del juego puesto que es uno de los pocos momentos que nos tienen 100% enfocados en lo que pasa.
Los gráficos a la altura, pero no desbordan
Cuando supimos que el juego iba a correr con el motor gráfico Frostbite de EA asumimos que la calidad gráfica iba a ser algo impactante. No malinterpretemos esto, el juego estéticamente es genial, la ciudad se ve muy bien y los autos también, pero tiene algunos detalles difíciles de tragar. Los impactos a nuestro vehículo son demasiado irreales, un choque frontal o un golpe lateral apenas hacen algunos raspones los cuales encima se ven MUY digitales.
Más allá de eso, los modelados de los autos son muy buenos y logran una sensación de realismo, la cual tristemente se ve levemente opacada por estos detalles mencionados previamente.
La música y el sonido también están a la altura, son propios de cada auto y nos dan ese feeling de escucharlo rugir a nuestro lado. Realmente acá no hay nada para criticar puesto que es uno de los mejores apartados de la entrega.
El resumen: Un juego entretenido pero no atrapante
Realmente para los fanáticos de los juegos de carrera, Need for Speed: Payback cuenta con algunas cosas que realmente valen la pena, como la combinación entre las carreras en la ciudad y aquellas que se desarrollan a campo traviesa. Además la gran variedad de estilos de competencia hacen de este juego algo entretenido que con su modo online le da una gran rejugabilidad.
Ahora, si lo que estás buscando es una historia atrapante, puede que no sea lo que estés necesitando y debas seguir esperando que EA enfoque correctamente el camino.