La nueva generación llegó con Pokémon Scarlet & Violet y no solo trajo más criaturas, sino la revolución más grande hasta la fecha.

La novena generación ya está entre nosotros. Pokémon Scarlet & Violet nos traslada a Paldea, la nueva región inspirada en España, y que nos introduce a un Pokedex con más de 400 posibles compañeros. Esta nueva etapa centra su eje principal en su mundo abierto clo narrativo, algo que pocas veces había hecho hasta la franquicia hasta el momento.

A diferencia de lo visto en Pokémon Legends: Arceus, Scarlet & Violet realmente ofrecen un mundo abierto que depende exclusivamente de lo que queramos hacer y el orden en el que deseemos avanzar la historia. Además, Game Freak no solo abre la cancha apostando por este “creá tu propia aventura”, sino que redobla la apuesta sumando varias mecánicas como la Teracristalización, los Raids y las funciones de los Pokémon Legendarios, convirtiéndose a mi criterio en una de las entregas más innovadoras de la saga.

Tristemente no son todas flores lo que tenemos para decir sobre Pokémon Scarlet & Violet, y es que hay un gran problema presente: el apartado técnico. A todas las bondades antes mencionadas las contrasta notoriamente un desarrollo bastante pobre que no solo deja mucho que desear sino que también afecta la experiencia final ya que no hay forma de disimular sus carencias técnicas.

Un mundo abierto con historias que contar

Por más repetitivo que suene, el corazón de la novena generación de Pokémon está en su oferta de un mundo abierto. La posibilidad de recorrer Paldea como más nos guste e ir desafiando rivales, gimnasios, bases enemigas o titanes depende exclusivamente de lo que busquemos de esta nueva experiencia.

Scarlet & Violet se estructura en tres líneas principales: Victory Road, Path of Legends y Starfall Street. La primera y más tradicional nos lleva a combatir contra los líderes de los gimnasios diseminados a lo largo y ancho del mapa, con el objetivo de luego enfrentar a la Liga Pokémon. Por otro lado, Path of Legends nos pondrá a prueba en enfrentamientos con Pokémon Titánicos, una forma sobredimensionada de algunas de las criaturas que ya conocemos, mientras que Starfall Street invita a derrotar a un grupo de entrenadores que no están actuando de buena fe, algo así como la versión del Equipo Rocket de esta generación.

Sin embargo, y antes de empezar a construir nuestra aventura de ensueño por Paldea, tenemos que avanzar por un tutorial bastante guiado y rígido, algo que rompe con la premisa de mundo abierto, pero que resulta fundamental para conocer los nuevos cambios en la franquicia y además darle el puntapié inicial a la narrativa antes de bifurcarse en las tres líneas narrativas principales.

Cada una de estas tres aristas que ofrece el juego tiene sus características propias. En primer lugar mencionamos Victory Road, donde los gimnasios reinventaron su fórmula más tradicional para ofrecer los desafíos previos, una suerte de minijuegos únicos como puede ser jugar a las escondidas, una carrera de obstáculos y demás, que se han vuelto un paso previo obligatorio a la batalla con el o la líder.

Muchos veteranos de la franquicia recordarán que, al vencer a un líder de gimnasio, desbloqueamos la posibilidad de usar un HM fuera de batalla como podía ser el Surf, Cut, Rock Smash o Flash entre otros. Esta entrega se encarga de hacer desaparecer estos movimientos, o al menos de la forma en la que estábamos acostumbrados a tenerlos presentes.

Path of Legends, el apartado donde desafiamos a los Titanes, va a ser el que desbloquea las habilidades necesarias para recorrer cada rincón del mapa de la mano de Koraidon o Miraidon, nuestro Pokémon legendario dependiendo de qué edición estemos jugando. A medida que vayamos venciendo a los distintos titanes incorporamos nuevos movimientos equivalentes a los viejos HM y así ir accediendo a lugares que antes nos eran imposibles.

En tercer lugar está Starfall Street, que nos enfrenta a los antagonistas de la generación: Equipo Estrella. Obviamente por razones de spoilers no vamos a contarles cuál es el objetivo de este nuevo grupo antagónico, pero sí vamos a hacer énfasis en estas incursiones a sus bases que se dividen en dos segmentos: Combate Libre y un tradicional Enfrentamiento con el líder.

El Combate Libre es una nueva mecánica en la que sacamos a nuestro Pokémon de la Pokebola y comienza a luchar automáticamente sin que nosotros nos involucremos, elemento diseñado para fomentar la exploración, pero a lo que no le pudimos encontrar el encanto. Más allá de permitirnos conseguir algunos items y detalles, el Combate Libre es el elemento nuevo que menos nos gustó y el que más ruido hace porque literalmente se calculan los resultados en base a probabilidades y tipos, algo demasiado aburrido para lo que ofrece el combate tradicional.

Lo hermoso de Pokémon Scarlet & Violet es que nosotros vamos a ser quienes compongamos la historia de la forma que más nos guste. Obviamente hay una lógica y sentido natural con la que el juego invita a avanzar ya que si decidimos ir con el gimnasio más duro al principio es obvio que vamos a salir vapuleados. Sin embargo, ahí radica lo bello de este mundo abierto, nada impide que lo hagamos. ¿Querés hacer toda la Liga Pokémon de un tirón? Dale para adelante. ¿Te querés enfrentar a los titanes? ¡Perfecto!. La decisión es 100% nuestra y eso es lo que atractivo de esta entrega: la posibilidad de hacer lo que queramos y perdernos en regiones nuevas descubriendo bichos que nunca habíamos visto.

Las mecánicas correctas

¿Te parece un montón lo explicado hasta ahora? Bueno, preparate porque la novena generación ofrece más… mucho más. Pokémon Scarlet & Violet no es solo un mundo abierto hermosamente construido, sino que es una revolución en el sentido más puro de la palabra, es romper con la tradición y aventurarse a incorporar cosas nuevas.

En primer lugar tenemos la Teracristalizació, que vendría a ser el equivalente a las megaevoluciones de generaciones anteriores, aunque a diferencia de las mismas, no responde a un cambio estético en sí mismo, sino que va más allá apuntando a reforzar la mecánica de combate con un elemento técnico y estratégico. Esta habilidad solo puede ser activada UNA vez por combate y en UN solo Pokémon, luego deberemos acudir a un Centro Pokémon para que recarguen esta esfera y poder usarla nuevamente.

¿De qué sirve? El teratipo es el elemento base de nuestro Pokémon, algo que puede ser modificado con el uso de esta habilidad, que dispara una posibilidad infinita de combate ya que podemos llegar a tener por ejemplo un Gyarados tipo eléctrico, algo que cambia completamente la dinámica del combate y sorprende a nuestro rival, además de potenciar nuestros movimientos.

Otra mecánica más que entretenida son las Teraincursiones. Obviamente hay una relación con la habilidad antes explicada y es que a través de estos Raids vamos a enfrentar a Pokémon teracristalizados en formato 1v1, cooperativo offline o incluso con la ayuda de amigos.

Estas incursiones pueden parecer bastante simplonas al principio, sobre todo cuando estemos realizado las de entre 1 y 3 estrellas, ya cuando pasamos a las de 4 o 5 encontramos Pokémon que sin duda alguna vamos a querer sumar a nuestro roster y ni que hablar de al momento de desbloquear las teraincursiones de 6 estrellas donde bestias como Charizard se pueden llegar a hacer presentes.

Mucha magia y poco cuidado

La nueva generación del tanque de Nintendo viene con un lado oscuro: su ejecución técnica.

No nos vamos a poner en modo devs y explicarles por qué pasa lo que pasa, pero el acabado técnico del juego deja muchísimo que desear. Ni bien comenzamos estamos dentro de ambientes cerrados y es todo muy lindo y anda perfecto; es más, pensamos que los glitches que dan vueltas en internet es más una cuestión de mala suerte que otra cosa… Bueno, eso se acaba cuando salimos a explorar.

Escenarios y entornos que cargan mientras los estamos recorriendo, Pokémon que aparecen de la nada (ya no hay wild encounters, ahora vemos a las criaturas deambular libremente y elegimos con cuales colisionar), errores como querer montar a nuestro Pokémon Legendario y que no aparezca así que literalmente estamos sentados sobre el aire son solo algunos de los errores que se dan en el juego y que bombean para mal la experiencia.

Ni siquiera con el parche de Día Uno estos errores desaparecen y ya parece ser bastante improbable que suceda. Y no, no es un problema de la consola, porque alcanza con sentarse y jugar unas horas de Xenoblade Chronicles 3 para darnos cuenta que el mundo abierto puede funcionar técnicamente bien en la consola, esto es más una decisión de Game Freaks, y decimos decisión porque es algo que ya se vio en Pokémon Legends: Arceus y por lo que se le criticó a la desarrolladora.

Conclusión

Pokémon Scarlet & Violet es la definición de evolución. La incursión a Paldea da un salto cualitativo en la franquicia e incorpora de manera acertada el mundo abierto, así como no una, sino tres líneas narrativas bien marcadas, algo que venía siendo un debe en la historia de Pokémon ya que la fórmula solía ser siempre la misma.

Esta entrega ofrece infinidad de cosas para hacer por fuera de las tres líneas principales que guían la historia: teraincursiones, completar el Pokedex, re-desafiar a los líderes y muchos elementos que añaden una muy bien recibida capa de rejugabilidad a la aventura. Por desgracia, el apartado técnico no está a la altura de las demás aristas, y si bien no vuelve al juego algo injugable, si es lo suficientemente molesto como para sacarnos algún que otro suspiro de fastidio.

En resumen, Pokémon Scarlet & Violet es una grandísima aventura tanto para nuevos como veteranos con algún que otro problema de base el cual podemos tolerar en pos de vivir la experiencia Pokémon.

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En la baticueva. Mientras Batman patrulla las calles yo subo notas desde su PC. Algunos me llaman Darth Cilli

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