El regreso de esta delirante saga tenía a todos expectantes y el producto que llega quizás no esté a la altura, pero contentará a los fanáticos.
Después de una entrega cuanto menos polémica y tras siete años de ausencia, la saga Saints Row vuelve con esta suerte de reboot desarrollado íntegramente por Volition que pretende tomar la esencia de las anteriores entregas, combinando lo que mejor saben hacer pero sin resultan tan disparatado. El resultado lo desmenuzo en este análisis, pero a priori voy a adelantar que es un juego ideal para quienes gusten de jugar sin pensar demasiado, aunque poco más hace por ser rompedor en unos tiempos en los que abundan las propuestas de mundo abierto de calidad.
Bandas, poder y traiciones
No creo que la historia sea la prioridad de ningún fanático de los orígenes de la franquicia, pero lo cierto es que lo que tiene para contar Saints Row me dejó gratamente sorprendido. No porque esté a la altura de las mejores narrativas del último tiempo, pero sí porque es mucho más de lo que esperaba. Lo nuevo de Volition nos pone en la piel de un o una protagonista de lo más gamberra, una buscavidas que se une a las fuerzas de una cuestionable ley impuesta por la organización Marshall con el único fin de poder pagar los gastos del piso que comparte con sus amigos. Sin embargo las cosas no tardan en salir mal y una gran guerra de pandillas nos pone en el ojo de la tormenta.
Sí, es cierto que la trama es bastante genérica, pero el equipo de desarrollo se tomó la molestia de contarla de forma interesante. Los hecho transcurren entre elaboradas cinemáticas que mezclan momentos de tensión con los gags que ya son firma de la saga. Si bien es cierto que hay muchas (muchísimas) cosas que no terminan de encajar, se lo puedo perdonar a la propuesta por tratarse de un disparate, pero lo que sí me hubiese gustado es que la figura de un villano esté más presente y no que se reparta entre diferentes facciones que quieren terminar con nuestra vida. Los puntos más atractivos terminan llegando del lado de los “buenos”, con un/a protagonista bastante carismático y un grupo de compañeros que siguen en la misma línea.
Acción explosiva
Están quienes disfrutan de una buena película de acción, de esas con las que ni hay que pensar y que todo se resume en golpes, balaceras y explosiones. Ese es el target de este reboot de Saints Row, porque si bien hay una historia que lo encuadra todo, lo cierto es que la principal apuesta pasa por la jugabilidad. Y la verdad es que no está nada mal: en el control tanto armas como vehículos se sienten bien y aunque no eleva la vara a donde la dejaron los últimos referentes de la industria, hace las cosas lo suficientemente bien como para que no podamos reprocharle nada. Esto se traduce en que casi siempre tengamos ganas de hacernos una misión más y volarlo todo por los aires, aunque sus misiones secundarias no sean interesantes, las primarias sí que se esfuerzan por estarnos proponiendo siempre algo diferente.
Y parte de la magia de la jugabilidad de Saints Row es su espectacularidad. No faltan los momentos en los que la pantalla se llena de explosiones o tenemos que subirnos sobre el techo de un auto en medio de una persecución para terminar con quienes nos rodean, incluso por momentos el nivel sube cuando podemos recorrer media ciudad en un tanque de guerra o cuando todas las bandas se unen para convertirse carne de cañón. Y dentro de este frenético contexto el juego también se toma ciertas licencias para dar un respiro haciendo uso del humor y la incoherencia, como cuando nos plantea ser parte de un juego de rol humano en el que las muertes son ficticias y el traje del protagonista está hecho de cartón.
Todo esto lo celebraría con más ganas si no fuese lo único realmente atractivo de la propuesta de Volition a nivel jugable, porque en cuanto salimos de las misiones principales, pocas ganas dan de entretenerse en su mundo. Quizás recordando a las obras de Ubisoft menos elaboradas, el universo de Saints Row se siente extremadamente genérico y muy alejado de los estándares AAA que tiene hoy el género. Los NPCs están de relleno, las locaciones poco pensadas y las actividades, entre encargos y misiones secundarias, un agregado poco inspirado que cubre el mapa de íconos que en rara ocasión nos atrae visitar.
Quizás la única razón por la que resulta atractivo cumplir ciertos encargos es para ganar dinero, sobre todo cuando podemos comprar locales y hacerlos trabajar por nosotros, son las muchísimas posibilidades de personalización que ofrece el juego. Todo parte bien desde el momento en el que su ya conocido editor de personaje no solo nos dan tantas posibilidades, sino también tantas facilidades para copiar y exportar personajes; pero la creatividad a la hora de crear no solo está ahí, sino también en las muchas tiendas de ropa que nos permiten adoptar variadísimos looks o las incontables opciones de customización que tenemos a disposición para cada uno de los autos que están distribuidos por el mapa. De no ser porque todo eso sale billetes, seguramente las actividades secundarias quedarían solo para los más fanáticos de la saga.
Los Santos – Apartado técnico
Está a la vista de todos, Saints Row no es un juego puntero en lo técnico ni está cerca de serlo. ¿Cumple los deberes? Seguro, sin embargo después de siete años de espera podría haber sido menos conservador y apostar por un regreso a la altura de lo que hoy en día la industria tiene para ofrecer. Gráficamente quizás sea en donde más pobre se queda y aunque tiene algunas animaciones interesantes, como las de las ejecuciones, en líneas generales todo se siente bastante robótico. El sonido transita por la misma senda, con un acabado aceptable pero sin destacar y con una selección musical que no está mal, pero tampoco nos dejará tarareando temas una vez hayamos terminado de jugar.
Sí que quiero destacar el trabajo hecho en la movilidad y las físicas del juego: el traje aéreo, la posibilidad de sacar volando todo por los aires cuando manejamos (incluso árboles) y los controles de la conducción, todo está puesto de tal forma que ir de A a B siempre se sienta fluido y rápido. En cuanto al rendimiento el juego está bien optimizado y tiene muchas opciones de configuración tanto en PC como en consolas de última generaciones, mientras que sí es cierto que me encontré con algunos bugs visuales puramente anecdóticos, aunque también con varios parches que claramente buscan pulir estas asperezas.
Saints Row, el veredicto final
Si estás buscando acción desenfadada y pasarla bien unas cuantas horas sin pensar demasiado, el regreso de la saga de Volition puede que sea un buen puerto para entretenerte. Eso sí, no le pidas mucho más porque el juego es bien consiente de hacia donde apunta y no hace mucho por salirse del camino de la seguridad.
Este reboot de Saints Row es una invitación a conocer los delirios de la saga, que están mucho más medidos que en las últimas entregas, y a disfrutar de una jugabilidad fluida y unas misiones principales que pueden regalar momentos ciertamente espectaculares. Por fuera de eso y de una historia que tiene algunos pasajes interesantes, poco hace para destacar en una industria que ofrece tantos sandbox de calidad y peca por dejar su mundo abierto poco atractivo sobre todo a largo plazo.