Bandai Namco logró un producto de alta gama y que combina varios géneros en Scarlet Nexus, un título JRPG que es mucho más que eso.
Lo más fácil a la hora de introducir Scarlet Nexus es decir “ah, sí, es otro juego de anime“, pero la nueva apuesta de Bandai-Namco va mucho más allá de un simple JRPG, y es que la historia de Yuito y Kasane combina a la perfección varios estilos, desde lo jugable hasta lo visual, y atravesado siempre por lo narrativo, que es el mayor atributo de esta historia contada en dos perspectivas.
Ni bien iniciamos el juego tenemos la posibilidad de elegir entre que personaje vamos a usar. Las opciones nos llevan a conocer a Yuito Sumeragi, hijo de la familia más importante de New Himuka, quién decidió enlistarse en la OSF debido a una importante experiencia de su pasado, o Kasane Randall, una cadete top de su clase que ha sido reclutada por la organización desde que era una infante.
Es muy importante que entendamos la esencia del juego ni bien arrancado. No se trata de la elección de un skin, no es que si usamos a Yuito o Kasane la historia será la misma. Cada personaje nos mostrará un fragmento de los eventos que componen a la narrativa de Scarlet Nexus y veremos aquí partes de la historia que solo corresponden a cada uno, así como también secuencias entrelazadas.
La historia justamente se centra en nuestros dos protagonistas quienes son parte de la OSF, una agencia gubernamental de seguridad perteneciente a la ciudad de New Himuka, que se encarga de batallas contra Los Otros, unas criaturas monstruosas que amenazan a la civilización ya que se alimentan de cerebros humanos. Ni bien arranca la narrativa veremos que las cosas no salen tan bien para Kasane y Yuito y eso será un factor común del juego, ya que a lo largo de sus varias misiones los giros narrativos serán moneda corriente lo cual nos llevará a pensar de mil maneras distintas sobre los eventos y personajes que rodean a este fantástico universo.
Es muy difícil encasillar a Scarlet Nexus dentro de un sólo género. Su núcleo es claramente el de un JRPG, aunque a nivel jugable su frénetico estilo de combate se asemeja más al de un hack and slack como Devil May Cry. De cualquier modo los clásicos toques de los juegos de rol están presentes por todos lados aquí y es que obviamente contamos con un árbol de habilidades dividido en cinco conceptos que a la hora de elegir que vamos a mejorar nos permite crear un build a la medida de nuestro estilo.
Las armas, por otro lado, también tienen este toque RPG clásico y es que podemos comprar nuevos items para nuestro personaje y nuestros acompañantes, pero también podemos “craftear” utilizando las armas ya existentes y elementos que iremos recogiendo de los varios mapas que visitaremos así como otros que arrojarán los enemigos una vez derrotados, por lo que la exploración, dentro de la linealidad del juego y su mapa, está bastante incentivada.
Por desgracia el tema atuendos es bastante más limitado que el de las armas y es que incluyendo el contenido DLC al que accedimos solo teníamos tres tipos de indumentaria básica, aunque si contamos con una enorme cantidad de accesorios como pueden ser anteojos, orejas de conejo, garras de oso o Bakis, una suerte de personaje de ficción muy popular en el mundo dónde transcurre la historia.
Scarlet Nexus cuenta con un sistema de party bastante interesante y esto se debe a las varias funciones propias que introduce el título. Los miembros de la OSF cuentan con un sistema de combate con varias aristas. Primero y más importante las habilidades psónicas, es decir, los poderes de los personajes. Electrokinesis, Pirokinesis, Psicokinesis son solo algunas de las varias habilidades que tienen los personajes y a las cuales podremos acceder a través del sistema SAS, una función que nos permite combinar nuestra propia habilidad con la de uno de nuestros compañeros.
El SAS va mejorando a medida que el juego avanza y sumamos miembros a nuestra party con lo cual se abre todo un abanico de posibilidades y estrategias las cuales deberemos acomodar y usar con mucha inteligencia sobre todo a la hora de enfrentarnos a los final bosses de cada nivel. Otro elemento del modo de combate es el estado Brain Field, el cual nos descuida mucho el apartado defensivo, pero incremente increíblemente los ataques, lo cual usado con astucia puede darnos la ventaja, pero si se activa indiscriminadamente puede ser el camino directo a un Game Over.
Cada uno de los runs de Scarlet Nexus está dividido en 12 capítulos y 11 interludios. Los interludios son momentos off-story que nos permiten generar vínculos con nuestros compañeros de equipo mediante Bond-Stories o dándoles regalos. Si bien el 60% de las Bond-Stories se sienten muy tirada de los pelos, más que nada porque rompen completamente el contexto narrativo que las precedió, lo cierto es que las mismas nos permiten conocer a fondo a nuestro equipo y eso aporta mucha profundidad en el desarrollo de los personajes y sus motivaciones ya que cada uno de ellos tiene una personalidad distinta y resulta bastante atractivo descubrir porque son como son.
Con respecto al apartado gráfico, el juego corre sobre un motor Unreal Engine con todo lo que eso representa. La verdad es que el haberlo jugado en una PlayStation 5 nos presenta un impacto visual increíble con respecto al diseño de ambiente, así como también a la fluidez de los movimientos y ataques, algo clave debido al frenesí de las peleas que antes mencionábamos.
Y ya que mencionamos a la PlayStation 5, hay que hacer una ovación de pie para el DualSense. El mando de la consola de Sony nos permite disfrutar, sentir y explorar una variedad de vibraciones, resistencia de gatillos y sensaciones a cada poder que nos hace sentir adentro del título en todo momento.
Algo que me parece digno de destacar, y que a mucha gente tal vez le haga ruido, es como el juego ha trabajado el apartado cinemático, y es que si bien se cuenta con las tradicionales animaciones, la mayoría de la historia se narra en formato de viñetas de manga, con un voice over que puede ser en japonés o inglés, pero que la verdad se siente muy bien.
Todo lo que tiene que ver con el estilo del juego se asemeja al género Cyberpunk, pero según los propios creadores de Scarlet Nexus estamos ante un Brainpunk, dónde el centro de todo es el cerebro y lo que de él se genera. Visualmente es un mundo futurista muy anime, lo cual le sienta perfecto a la historia que están tratando de contar. Además el la historia está cruzada por muchísimos elemento de ciencia ficción los cuales no mencionaremos ya que la magia del juego está en descubrir lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Sin lugar a dudas Scarlet Nexus se convirtió en uno de mis lanzamientos favoritos en lo que va del año por todas las razones anteriormente mencionadas. Cada run (Kasane y Yuito) dura aproximadamente entre 25 y 30 horas por lo que solo terminar las dos historias principales nos garantiza unas buenas 60 horas de juego, luego quedará en cada uno conectarse al SAS y seguir explorando este apasionante universo.