Bandai Namco nos vuelve a traer una entrega de la franquicia que debutase en 1995 con Soul Edge ¿Está Soul Calibur VI a la altura de la saga?
A más de dos décadas de su debut y a seis años de su último título, Bandai Namco nos acerca Soul Calibur VI, un título que apuesta por rememorar las aventuras del primer juego estrenado en los ’90 con el afán de “descubrir verdades ocultas” de aquella entrega de antaño.
Destacada por ser una franquicia revolucionaria en el género de combate durante sus años dorados, Soul Calibur se ha mantenido bastante bien a lo largo del tiempo. Para su debut en la nueva generación de consolas deberá sostener lo realizado tanto en 2008 como en 2012 con su IV y V entrega ¿Lo habrá logrado?
La trinidad
¿El padre, el hijo y el espíritu santo? No, nada de eso, a lo que nos estamos refiriendo con la trinidad es a los tres pilares en los que el juego se desarrolla, los tres modos que tenemos para dar vuelta el Soul Calibur VI en sus distintos aspectos y apartados.
Primero obviamente tenemos el modo arcade narrativo. Aquí como mencionamos previamente nos encontramos con una suerte de remake del Soul Calibur original, rememorando viejas aventuras y combates con su más que interesante roster de 21 personajes (entre los cuales está Geralt de The Witcher).
Este primer modo llamado Crónica de Almas nos lleva nuevamente a las pieles de Kilik, Maxi y Xianghua, aunque también nos permite repasar a otros personajes, en menor medida, y así obtener un poco del trasfondo de sus historias.
El segundo tipo de aventura que tenemos es la Balanza de Almas, que sea tal vez el más entretenido a nuestro criterio. Aquí vamos a crear a nuestro propio personaje eligiendo entre varios tipos y subtipos, así como también el estilo de arma que usaremos y obviamente un enorme y sumamente entretenido abanico de personalización que nos habilitará a crear a los más bizarros o sobrios héroes que se nos ocurran. Literalmente la imaginación que tengamos es el único límite.
Finalizando este eje, el tercer engranaje que presenta Soul Calibur VI es el del modo online, que nos permite extender la duración del juego a infinito punto rojo mediante combates contra otros jugadores ya sea con los personajes base o nuestras creaciones.
Aprendizaje veloz, dinámica azarosa
No cabe duda que ya desde hace un tiempo los juegos de lucha y los competitivos en general (como puede ser un FIFA o un juego de carreras) han disminuido considerablemente lo que se considera la curva de aprendizaje. Cada vez resulta más sencillo hacerse con el uso de las mecánicas del juego y Soul Calibur VI no es la excepción.
Un puñado de combates es todo lo que necesitamos para masterizar, al menos lo suficiente como para jugar el modo offline, este juego. Esto no es ni bueno ni malo, es más bien una observación, la cantidad y complejidad de los combos no es algo por lo cual vayamos a destacar al juego, aunque tampoco le vaya a bajar la nota.
Otro detalle que se hace presente, y esto sin duda es algo que los fans de la saga van a destacar, es el regreso del Reversal Edge, el Critical Edge y el Soul Charge. Estos son tres movimientos insignias de Soul Calibur que vuelven a formar parte, a pedido del público, en esta sexta entrega de la franquicia. Sin duda un mimo más que bien recibido por los jugadores.
Sin embargo, no todo son flores y colores en Soul Calibur VI. El sistema de colisión o sistema de choque que ha implementado esta nueva entrega es lo que peor le hace al juego. A diferencia de otros títulos de Bandai Namco como puede ser Naruto que el choque se definía utilizando ataques equivalentes a la cantidad de barras de energía que teníamos, aquí nos encontramos con una suerte de piedra papel o tijera, sumamente azaroso, que puede beneficiarnos o perjudicarnos enormemente sin ningún tipo de lógica o razón de ser.
La visual es y no es… usted me entiende
Un apartado complicado para definir porque a priori se nos presenta con ciertas contradicciones. Primero, si bien sabemos que es una característica intrínseca de la saga, que el modo historia, todas las narrativas y el diálogo aparezca en pantallas de transición con texto pseudomecanografiado en 2018 es bastante cansador. Si bien reconocemos que nos permite disfrutar algunas de las grandes ilustraciones del juego, hoy en día parece un formato obsoleto, que debería ya haber decantado en cinemáticas.
Por otro punto tenemos el diseño de los personajes que si bien se mantiene fiel a la estética de la franquicia, no ha innovado mucho y parece no aprovechar el poder de las consolas como PlayStation 4 o Xbox One, sino más bien ser una suerte de port de las anteriores generaciones.
Finalizando el tema de la estética del juego, las animaciones de combate logran cierta espectacularidad en los movimientos especiales generando un juego de luces y ángulos que cargan de dramatismo del bueno a la pantalla, siendo este probablemente el punto más alto de la animación del juego.
Análisis final
Soul Calibur VI es un gran juego… de PlayStation 3. Si bien ha mantenido la estética de la franquicia y además los conceptos claves, visualmente no rompe en nada con la anterior entrega de 2012 y las animaciones de combate están aprobadas, no llega a sentirse como un juego de este año sobre todo si entra en la comparación con otros títulos de combate. Por lo demás (historia, roster, jugabilidad) el juego está más que aprobado, aunque por lo que supo ser la franquicia, se esperaba un poco más de esta entrega.