En The Spectrum Retreat tendremos que utilizar nuestro ingenio para escapar del misterioso Hotel Penrose, mientras desciframos por qué estamos ahí, ¿listos para resolver algunos puzzles?
Los juegos de puzzles y acertijos siempre son bien recibidos por la comunidad gamer. Si bien nunca se destacan por ser una verdadera locura en cuestiones técnicas y argumento, son un buen oasis entre tanto disparo, magias y bestias colosales.
The Spectrum Retreat es un título indie desarrollado por el debutante en el rubro Dan Smith, que tras 5 años de trabajo nos presenta esta correcta aventura que mezcla una buena dosis de puzzles con pizcas de Walking Simulator para darle un marco narrativo a la historia.
Escapando del Hotel Penrose
Nos despertamos en una habitación de hotel sin saber quien somos y cómo terminamos ahí. De repente, tocan la puerta y tras abrirla vemos a un botones androide que nos avisa que el desayuno ya se encuentra listo en el salón comedor.
El objetivo queda claro desde el primero momento del juego y es la de escapar, a través de la terraza, del Hotel Penrose, mientras descubrimos la razón de nuestro hospedaje en ese establecimiento, al mismo tiempo que vamos encontrando las distintas piezas que conforman nuestro pasado, y presente.
Una enigmática mujer será nuestra guía durante toda la aventura, comunicándose constantemente con nosotros a través de un particular celular redondo y que también aporta su granito al misterio. El marco narrativo funciona correctamente, sin embargo el hilo se hace tan largo por momento y las pistas que nos dan son tan esporádicas que por momento no logra captar nuestra atención y solo queremos subir cada piso para resolver la nueva serie de pistas.
A pesar de algunas de sus flaquezas para contar la historia, utilizando mucho el concepto de flashback cuando se nos presenta algunas imágenes de nuestro difuso pasado incrustados en los escenarios, el contenido del mismo es interesante y cuenta con dos finales distintos, un detalle para nada menor.

Los colores son la llave
The Spectrum Retreat tiene dos mecánicas bien diferencias. Durante las travesías en el hotel el juego aborda un estilo Walking Simulator: ir del punto A al B, resolver algún sencillo acertijo y lograr subir cada uno de los 5 pisos hasta llegar a la terraza.
La segunda mecánica se presenta cuándo estamos intentando subir a un nuevo piso, cuando la arista de los puzzles se hace presente. Tan solo nos llevará unos minutos para entender cuál es el sistema que utiliza Dan Smith para presentar los diversos desafíos, en el que los colores son los protagonistas.
¿Cómo funcionan los puzzles? La premisa se aplica para todo el juego y lo único que variando es su curva de dificultad. Cada nivel cuenta con una serie de puertas, puentes y mecanismos de colores (al principio solo dos, rojo y blanco, pero ira aumentando conforme vayamos avanzando) que se irán desbloqueando según el color que tengamos en ese momento en nuestro particular celular redondo. Por ejemplo, ¿hay una puerta roja que no nos deja continuar? Hay que buscar un cubo de dicho color, para absorberlo con el dispositivo y la misma se abra. Como leen, el sistema es sencillo, pero cuando lo aplicamos a la práctica con varios colores al mismo tiempo, la situación se torna bastante compleja.
El principal punto negativo que tienen los niveles es que un error que cometamos puede llevarnos a reiniciar todo el desafío, y esto se acentúa en los momentos finales, con un cambio de color mal hecho y nos deje trabados sin salida, teniendo que reiniciar todo el nivel de vuelta.
La duración de The Spectrum Retreat es completamente relativa y se ajusta al ingenio que tenemos para resolver más rápido que lento las 5 fases con sus respectivos niveles. En promedio, podemos terminarlo en unas 6 horas aproximadamente, pero puede ser también en menos, obviamente una vez que ya sabemos la resolución en modo speed run lo que más tiempo nos llevará es atravesar cada zona del hotel.
Una ambientación que cumple con lo que se propone
The Spectrum Retreat no es un deleite audiovisual, pero logra cumplir de manera satisfactoria lo que se propone: dejarnos en claro que ese hotel está muy lejos de ser un lugar normal. Su paleta de colores, y la armonía de sus escenarios con un estilo de los años ’20 se contrapone con la imposición de los robots que trabajan en el hotel. Como lo vintage convive con la ciencia ficción es uno de los puntos más elevados de esta propuesta.
Conclusión
The Spectrum Retreat no es una reinvención del género ni tampoco propone elementos innovadores, sin embargo, es un título de puzzles más que aceptable, que funcionaría mucho mejor si ajustara algunos detalles, como una narrativa más llevadera y una celeridad en la resolución de sus puzzles.
Si te gustan este tipo de juegos y querés pasar un rato descifrando acertijos, es una recomendación más que asegurada.