White Day: A Labyrinth Named School, es la remake del título homónimo del año 2001, que salió exclusivamente en Corea del Sur.

Es muy común que al mercado occidental no lleguen un gran caudal de videojuegos producidos en el continente asiático. Sin embargo, la vigente era de las remakes está funcionando para que muchos títulos de dicha región se exporten a nivel global, y White Day: A Labyrinth Named School aparece como un gran ejemplo de este tipo de casos. Este título nació en 2001 y no salió de su país de origen, Corea del Sur. En 2015 fue remasterizado para mobile y finalmente llegó a PlayStation 4 y PC.

White Day, considerado juego de culto en Corea, es un título de aventura y survival horror en primera persona, ambientado en una escuela invadida por fantasmas y turbias historias que transformaron a la institución en un mito urbano latente.

El protagonista de este título es Lee Hui-min, el chico nuevo del colegio Yeondoo, que tiene la brillante idea de ir a la escuela por la noche para dejarle un caja de chocolates a la chica que le gusta, Han So-young y de paso devolverle su diario que se olvidó, en el marco del White Day. Para poner en contexto, en Corea del Sur es tradición que las mujeres regalen cosas en la fecha de San Valentin, mientras que los hombres hacen lo mismo un mes después.

Desafortunadamente para Lee, apenas pone un pie adentro del colegio las puertas se cierran misteriosamente, dejándolo encerrado junto a conserjes que no dudarán de matarnos apenas nos encuentren y una horda de fantasmas poco amigables.

La estructura de White Day: A Labyrinth Named School se basa en 3 grandes puntos, que marcan las pautas del desarrollo del juego.

El primer punto es la exploración. Con referencias a Alone in the Dark y Resident Evil, será indispensable revisar cada rincón del colegio, en la mayoría de las aulas y espacios hay algo para agarrar, ya sea un documento, algún ítem curativo o alguna llave u objeto clave. Dentro de las miscelanias encontraremos diseminadas por la escuela máquinas expendedoras, que con el uso de monedas podremos comprar cosas y, por último, rotuladores, que como la famosa ink ribbon de RE, nos permitirá grabar el juego en unas pizarras especiales.

Los puzzles conforman el segundo aspecto clave del juego y es lo que ofrece esa cuota de desafío, y una gran similitud a lo visto en Silent Hill. Recordemos que White Day es del año 2001, y el título de Konami (que salió en 1999) ofreció nuevas perspectivas dentro del Survival Horror. Es indispensable en WD prestar atención a cada detalle, leer detalladamente todos los documentos, porque la gran mayoría de ellos contienen las pistas indispensables para sortear cada uno de los desafíos, que son bastantes.

La tercera arista de la estructura de White Day es el sigilo. Los dos únicos enemigos que nos causarán problemas durante casi todo el juego son los dos conserjes que patrullan, cada uno en una sección del colegio diferente. Para evadirlos no solo tendremos que andar con cuidado, sino también debemos prestar atención a no dejar las puertas abiertas o las luces prendidas, porque no dudarán en ir a investigar. Si nos descúbren, lo mejor es correr hacia los baños y esperar pacientemente. Este aspecto es uno de los más frustrantes, ya que a veces por bugs del juego te descubre por más que estés en un aula con la luz apagada y las puertas cerradas.

En lo que respecta a la historia del juego, White Day tiene dos herramientas bastante interesantes. La primera es la toma de decisiones. Nuestro protagonista no es el único que está encerrado en el colegio, junto a él están dos de sus compañeras, Kim Seong-ah y Seol Ji-hyun (imposible acordarse estos nombres durante el juego) y nuestra amada Han So-young. A las dos primeras nos las encontraremos en varias oportunidades, y según las respuestas que les vayamos diciendo, la afinidad con cada una ira mutando. Esto abrirá una diversidad de finales distintos, 7 en total, dependiendo principalmente de las decisiones que vayamos tomando, otorgando una rejugabilidad bastante interesante, principalmente si te interesó la historia.

La otra herramienta son una serie de quick time events, en donde tendremos un tiempo limitado para cumplir unos objetivos, caso contrario nos llevará a los finales malos.

Luego de haber leído todos los aspectos técnicos del juego, se preguntarán, ¿da miedo?. La respuesta es si y no. White Day: A Labyrinth Named School utiliza un recurso que es muy común en el cine de terror y es el Jump Scare, situaciones donde te aparecen cosas adelante de la pantalla de manera inesperada para asustarte. La primera aparición de un fantasma realmente te asusta: la cara de una mujer de pelo negro en primer plano que te replanteará seguir jugando. Sin embargo, luego de que te aparece 4 o 5 veces (siempre aparece de la nada, sin importar lo que estés haciendo) el susto se transforma en algo tedioso.

A lo largo de la aventura irán apareciendo otros fantasmas, que se ubican en lugares específicos. Todos te van a asustar en la primera oportunidad, pero después ya sabes que en determinadas situaciones puede aparecer algo. Estas apariciones son alumnos, profesores y directivos que se han suicidado en la institución, y gracias a los documentos que vamos recogiendo vamos conociendo sus historias.

White Day tiene varias dificultades y dependiendo la que elijamos la experiencia cambiará drásticamente. Si jugamos es las más faciles, la aparición de fantasmas será mínima, y de yapa tendremos un montón de ayudas para orientarnos cuando estemos perdidos o no podamos resolver un acertijo. El verdadero desafío se encuentra en díficil o infierno (que lo desbloqueamos una vez ganado el juego), en donde no habrá ningún tipo de ayuda, los objetos de curación serán escasos y los fantasmas molestarán en exceso.

Gráficamente está varios escalones por debajo a lo que puede ofrecer PlayStation 4 o Pc, y el nivel de detalles es bastante pobre, una cuestión que es clave en juegos donde la exploración es un elemento protagónico del juego. Como contraparte, la música y el sonido ambiente (sin mencionar los gritos de los fantasmas) son muy atrapantes, logrando una atmósfera y una tensión en momentos donde no sabes qué puede suceder al abrir una puerta o doblar un pasillo.

Resumiendo, White Day: A Labyrinth Named School es una propuesta interesante, principalmente para aquellos fanáticos del Survival Horror que quieran disfrutar de este título que mereció más difusión durante su lanzamiento original. Para los jugadores que no tienen a la paciencia y la exploración como prioridades, podrán cansarse rápido de este juego.

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De chico soñaba con ser un Jedi. De grande también.

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