Soedesco y 3DClouds nos traen Xenon Racer, una futurista propuesta de carreras cimentados por el estilo arcade, donde el derrape es el principal recurso para la victoria.
Innovar dentro del género de carreras siempre es complejo. Al igual que los juegos deportivos de diferentes categorías, desarrollar bajo ciertos conceptos o reglas establecidas siempre delimitan el área de trabajo, dejando a la creatividad y atractivo de su propuesta dos ejes para mantener un título a flote.
Xenor Racer no viene a innovar dentro del mundo automovilístico gamer, pero toma conceptos ya conocidos cimentados en una propuesta netamente arcade y futurista donde no le sobra nada, pero dentro de sus limitaciones 3DClouds y Soedesco conciben una propuesta, cuanto menos, entretenida.
2030: neón, derrape y mucha velocidad
Xenon Racer cuenta con un breve marco argumental para posicionar y justificar todo lo que vemos en el juego. Ambientado en el 2030, los vehículos convencionales están al borde de la extinción gracias al surgimiento de los autos voladores.
Intentando que las 4 ruedas no queden en el remoto olvido de la gente y pasen a ser un capítulo más de la historia de la humanidad, se crea la World Federation Racing Championship, competición que nos pondrá en pista a coches completamente equipados con todos los avances tecnologícos en diversas carreras durante el día y la noche a lo largo de todo el mundo.
Esta es más que suficiente para todo lo que se propone Xenon Racer a posteriori, un juego al que le podés agarrar la mano en las primeras pruebas que hacemos pero que para llegar al limite de nuestro potencial debemos saber realizar una técnica clave: el derrape.
Derrapo, luego existo
La jugabilidad no difiere en lo absoluto a lo que hayamos podido disfrutar en otros arcades del género, por lo que los tengan un mínimo de competiciones en esta clase de carreras, que son la vereda opuesta a los simuladores, se sentirán muy a gusto con los controles, que son bastante fieles y flexibles a nuestros acciones. Xenon Racer es un juego donde las altas velocidades son una constante, y nuestros autos no solo vienen equipados con toda la carrocería e ingeniería necesaria para una aceleración y potencia soberbías, sino que también tendremos a nuestra disposición 3 cargas de turbo que podremos ir recargando en todo momento. ¿Cómo se puede reabastecer de turbo? La manera fácil es pasando por determinados puntos en la pista que nos proveen de una barra completa, pero el segundo recurso es la frutilla del postre y es el uso del derrape, el que determina el salto de calidad para los jugadores que se adentren por una buena cantidad de horas.
Aprender a derrapar es fácil en la teoría, porque se puede realizar de varias maneras: podemos apretar dos veces el botón de acelerar, frenar y acelerar, o usar el freno de mano en las curvas más cerradas y exigentes. La utilización correcta del derrape no solo permite acortar nuestros tiempos en cada vuelta sino que además son el proveedor fundamental de nitro (o ERS como lo denominan en el juego), lo que terminan torciendo la balanza al final de cada carrera.
Las altas velocidades tienen un contrapunto y es la alta probabilidad de choques o impactos contra las banquinas u otros autos, lo que suma otro factor a la ecuación: la durabilidad de nuestro auto, que arranca con un 100% pero si llega a 0% en algún momento, quedará paralizado un par de segundos, un factor bastante relevante en las carreras más largas. Esto deja en claro que no podemos ir con el dedo pegado en el acelerador derrapando a lo pavote y llevándonos puestos a todo lo que haya adelante porque es muy probable que terminemos muy lejos del podio.
Una diversidad de modos de juego adecuada al género
El modo principal de Xenon Racer es la World Federation Racing Championship, una competencia bastante extensa que está segmentada en diferentes mini bloques compuestas de entre 1 y 3 carreras. Dentro de estos torneos jugaremos dos vertientes bien marcadas: en una competiremos contra otros 7 vehículos manejados por una IA bastante particular, mientras que la otra cara de la moneda consiste en carreras en solitario, donde tendremos que pasar checkpoints antes de que se termine el tiempo.
Me quiero detener un momento en la IA que presenta Xenon Racer, porque pocas veces vi un comportamiento tan errático. Nunca queda claro el nivel de habilidad de la misma porque su modus operandi en las carreras es muy irregular. Hay situaciones que manteniendo siempre el mismo tiempo en pista los rivales tienden a alejarse por una distancia enorme o recuperar terreno en el último tercio de la carrera para complicar severamente la situación. Ni poniendo la dificultad más baja esto termina de modificarse y es algo que no termina de cerrar. Incluso he perdido en situaciones que, llegando a la última vuelta siendo comodo primero, era imposible no ganar.
Jugar por completo la WFRC permite además de ganar el modo más atractivo de Xenon Racer, desbloquear la gran mayoría de los 18 vehículos que hay para seleccionar, además de un montón de componentes para personalizar.
Además de la competencia oficial, el título presenta el modo versus con pantalla dividida, un online dividido en clases donde tendremos que ir subiendo de rango a medida que ganamos carreras (nos hubiese gustado probar más de este modo porque se podía jugar con mucha fluidez, pero al haberlo probado previo a su lanzamiento y a los pocos días de haber salido, la disponibiladad de usuarios no era suficiente). Por último, cuenta con un modo Cntrarreloj y otro llamado ventaja, donde se puede personalizar algunas cuestiones reglamentarias de las carreras.
Un amplio sistema de personalización
Xenon Racer no llega a los 20 vehículos jugables, pero para paliar está merma en su cantidad disponible cuenta con un nutrido sistema de personalización. Desde cambiar el color con una amplia paleta de colores, hasta ir colocando diversas mejoras que cambian la fisionomía del auto.
Esto termina beneficiando al modo online, donde podemos tener nuestro propio vehículo diseñado según nuestras preferencias, que van desde una mayor velocidad máxima, más potencia del turbo, un manejo más flexible, entre otros.
Todas estas modificaciones se terminan luciendo en la pista. Los autos se ven realmente muy bien, con un nivel de detalle bastante óptimo, que también se ven reflejados en el buen diseño de las pistas, que si bien son pocas presentan variaciones en su fisionomía, que se ven perjudicadas por los flojos fondos que se muestran en el exterior.
Conclusión
3DClouds apostó a lo seguro y logra con Xenon Racer un juego de carreras tan sencillo como efectivo. Por miedo de fallar en mecánicas más ambiciosas, puede pecar de simplista y los consumidores más acérrimos del género pueden optar por otras ofertas en el mercado más completas y competitivas.
A pesar de esto, es un juego que tiene más aciertos que errores. Si logran pulir su inestable IA, puede sumar incluso un poco más.