Fanáticos del rol estén muy atentos, porque si esto es lo que nos dejó esta primera probada del regreso de la saga, hay muchas razones para ilusionarse de cara a la versión final.

En la década del 90 BioWare e Interplay dieron vida a la que se convertiría en una de las marcas más reconocidas dentro del género de los RPG. Hablamos, por supuesto, de Baldur’s Gate que ahora, tras dos décadas regresa con una tercera entrega, de la mano de Larian Studios, que se anima a varios cambios bastante atrevidos pero igual efectivos manteniendo una base jugable que hará el deleite de los fanáticos de los juegos de rol.

En el siguiente texto no analizaremos al detalle esta primera muestra proporcionada en el Early Access de Baldur’s Gate 3, algo que sí haremos el día en que el juego finalmente llegue con su versión final, sino que buscaremos transmitir las sensaciones que nos ha dejado este primer encuentro con un título complejo, profundo y que supone el regreso de una de las sagas más icónicas de la industria.

Baldur’s Gate 3 empieza con el pie derecho, sobre todo para quienes somos amantes de los editores de personaje como el que presenta, que no dejan ningún rasgo librado al azar. Aunque en este acceso anticipado solo tenemos la posibilidad de elegir entre un total de 6 clases (se supone que serán al menos el doble de cara al lanzamiento final), se nos ofrece un sinfín de opciones para hacer de estas lo que queramos. A nivel estético podemos jugar a placer, pudiendo hacer de nuestro protagonista un ser totalmente atractivo o algo desagradable y hasta cómico. Además podemos elegir su trasfondo, incluyendo la selección de su historia, algo que toma gran relevancia cuando vemos como repercute en la mirada que el mundo tiene sobre nosotros.

Y si de historia hablamos está claro que tendrá gran peso en el juego de Larian Studios. Los hechos de esta aventura nos llevan a la Costa de la Espada en donde unas extrañas criaturas llamadas Azotamentes han llegado para acabar con todo ser viviente, insertándoles unos parásitos en el cerebro y convirtiéndolos en pares. Justamente nuestro protagonista es una de sus víctimas, aunque por una extraña razón aún no se ha convertido y deberá emprender la misión para evitar que estas especies de pulpos humanoides cumplan con su objetivo. Está claro que es una narrativa que se tomará su tiempo para mostrarnos todas sus cartas, dándonos una primera probada que se cuece a fuego lento pero que alcanza para darnos una idea de lo bien trabajada que está y que será un elemento de peso en la experiencia.

En este apartado argumental ya comenzamos a notar los primeros indicios de algo en lo que ha hecho mucho hincapié el equipo de desarrollo desde que Baldur’s Gate 3 fuese anunciado: la libertad. En la historia encontramos múltiples posibilidades a la hora de elegir el camino a seguir, viendo como los hechos realmente se bifurcan dependiendo de lo que elijamos. Pero este concepto de libertad aplica prácticamente a todo en esta nueva entrega de la saga de rol. Algo que nos ha encantado es cómo podemos jugar con el mapa, cómo se premia la exploración de los diferentes caminos no solo con el hallazgo de objetos sino también con nuevas posibilidades a la hora de encarar los objetivos, incluso descubriendo sectores ocultos que dan mayor profundidad a unos escenarios de por sí complejizados gracias a una construcción vertical que se hace notar en las batallas.

Enlazando, las batallas claramente son uno de los ejes de este Baldur’s Gate 3 y quizás una de las mecánicas que más puedan dividir las aguas entre la comunidad aunque, confíen en lo que les decimos, si todavía no están convencidos con la propuesta el tiempo les dirá que todo está bien. La acción en tiempo real de la segunda entrega se ve reemplazada por un sistema de ataque por turnos dinámico. Aunque es cierto que en primera instancia pueda hacer que las batallas se tornen algo más pausadas, una vez lo dominamos notamos cómo podemos desencadenar combates de nivel épico y jugar con los escenarios casi sin limites, usando las habilidades de cada personaje y las diferentes clases para así tomar ventaja desde la altura, ejecutando una emboscada, haciendo uso de la distancia, prefiriendo el ataque directo y así, la lista podría seguir gracias a las mil y un posibilidades que se nos dan.

Lo cierto es que sí, esta tercera entrega de una saga que ya es un producto de culto dentro del género se arriesga con algunos cambios considerables y esto puede suponer que los fanáticos más conservadores no se sientan tan a gusto durante los primeros compases, pero lo que propone es tan complejo y brinda tantas posibilidades que no nos imaginamos próximos títulos sin seguir los patrones que el equipo de Larian Studios han propuesto como base de su creación. Esta sensación de libertad de la que tanto han hablado realmente se siente en cada uno de sus apartados, desde la narrativa a la pura jugabilidad, y lo bueno es que cada jugador podrá sacar partido generando partidas completamente diferentes y explorando sus mil y un posibilidades, aunque en este Early Access notamos que algunas aristas del juego no ha mostrado todos sus colores.

Realmente es difícil reclamarle algo a un Early Access que es más generoso que lo que acostumbramos a ver en este tipo de anticipos, a pesar de que durante las primeras horas no muestre todo su potencial. Quizás en lo que más se nota la falta de tiempo de horno es en su apartado técnico, con un rendimiento que a veces merma a pesar de haberlo jugado en una computadora que cumple con todos los requisitos recomendados. Aún así el juego presenta muchas bondades, como el buen trabajo en las expresiones faciales de los distintos personajes más aún para un juego de esta índole y una banda sonora que ya nos ha enamorado, con varios temas que acompañan a la perfección los diferentes momentos. Aún así al equipo de Larian Studios le queda un largo trabajo de optimización por delante y aunque no nos desalientan sus fallos por tratarse de un acceso anticipado, esperamos que estén resueltos de cara al día de lanzamiento.

Baldur’s Gate 3, conclusiones del Early Access

Está claro que Baldur’s Gate 3 dividirá las aguas en sus primeros pasos, por animarse a varios cambios que pueden resultar chocantes para los fanáticos más conservadores de la saga que esperaban de esta tercera parte una experiencia un poco más continuista. Sin embargo, cuando todos le den el tiempo suficiente descubrirán la evolución y todas las posibilidades que existen dentro de su sistema de combate, narrativa y exploración.

Libertad es la palabra que aplica perfectamente a la experiencia que supone este regreso de la mano de Larian Studios. La sensación de estar decidiendo todo el tiempo el camino a seguir en todas sus vertientes es algo que nos ha fascinado y que nos engancha mientras esperamos por una versión final, que aún debe corregir ciertos aspectos sobre todo a nivel técnico, pero que seguramente llegará para enamorar a todos los fanáticos de los juegos de rol.

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Como buen geek de raza, sé que cuando muera voy a respawnear. Esta vida la uso para escribir sobre lo que amo.

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