El corto ‘Lights Out’ se convierte en la película “Cuando las Luces se Apagan”, también dirigida por David F. Sandberg y, aunque sigue funcionando, no pasará a la historia del género.
Estamos atravesando la era de la mediocridad del cine de terror, un género inmensamente sobreexplotado que trae más malos tragos que buenas obras. Cuando las Luces se Apagan (Lights Out) se encuentra dentro de esa buena minoría, porque a pesar de contar con varios defectos clásicos del estilo, funciona dentro de lo que propone y tiene algunos condimentos interesantes.
La película nos centra dentro de una familia conflictiva que, además de contar con una madre que sufre de depresión, es acechada por una criatura que aparece cuando no hay luz.
Y justamente es la historia uno de los componentes que resaltan en esta obre de Sandberg. Son incontables los films de terror que plantean un trasfondo mediocre y solo se dedican a intentar asustar. Este no es el caso de ‘Cuando las Luces se Apagan’ que está posada sobre una trama realmente sólida y bien explicada. Es verdad, también, que sus escasos 81 minutos de duración se podrían haber extendido un poco para profundizar en el tema, pero no es un punto a reprochar.
Las interpretaciones encargadas de darle vida a cada uno de los personajes de esta historia son realmente valiosas, incluyendo actores secundarios. Si bien puede parecer, en un principio, que se trata de un elenco más con caras bonitas, pronto nos damos cuenta que cada uno de ellos está más que capacitado para el papel. Merecen mención especial Teresa Palmer y la experimentada Maria Bello, con performances muy sobresalientes.
Lamentablemente la película cae en el excesivo uso de recursos, sobre todo los ‘jumpscares’, que son tantos, y muchos de ellos tan forzados, que nos llevan a pensar que sus protagonistas son tontos o que simplemente buscan morir en la oscuridad.
Otra cosa para marcar en los puntos negativos es la “revelación de la criatura”. Muchas producciones aciertan a la hora de mostrar el verdadero aspecto del monstruo, lamentablemente no es el caso de ‘Cuando las Luces se Apagan’. Si no lo hubieran hecho también funcionaría y sería un ahorro de desilusión.
Más allá de esto, el film transcurre sin que ningún detalle esté librado al azar. Es una película sólida, que no se alimenta de ninguna otra y que, a pesar de caer en algunos clasicismos del género, se mantiene firme y original hasta el final.
Sandberg demuestra que si al terror le agregas una cuota de historia bien trabajada se aleja del típico material descartable que anda dando vueltas últimamente por la gran pantalla.
‘Cuando las Luces se apagan’ merece ser vista, sobre todo por los amantes del cine terrorífico. No va a quedar en la historia, no va a ser un clásico, pero si algún día alguien la nombra va a ser digna de un buen recuerdo.