La Corazonada es la primera película argentina producida por Netflix, basado en libro “La virgen en tus ojos”, de Florencia Etcheves.
La Corazonada tiene algunas características que la enmarcan como un estreno bastante particular dentro de los pocos lanzamientos cinematográficos que debutan en este primer semestre de 2020. Por un lado, se trata de la primera producción argentina íntegramente producida por Netflix, con todo lo que eso conlleva. La plataforma de streaming lanzó en los últimos 2 años varias ficciones que no tuvieron el mejor de los éxitos; podemos destacar por sobre quizás Casi Feliz o en menor medida el documental sobre Alberto Nisman, pero nada que haya trascendido con la fuerza e impacto de los éxitos actuales.
Por otro lado, La Corazonada es una precuela de Perdida (2018), film protagonizado por Luisana Lopilato y que seguía los pasos de la detective Manuela “Pipa” Pelari, en una búsqueda de su mejor amiga desaparecida durante su adolescencia. Vale aclarar que salvo un guiño, no hay conexiones directas entre las películas y pueden verse de forma independiente.
Tanto La Corazonada como Perdida son dos películas basadas en obras literarias de la periodista y escritora Florencia Etcheves: “La virgen en tus ojos” y “Cornelia”, respectivamente, pero no es el único punto en común, porque además vuelve a contar con Alejandro Montiel en la dirección y guión (este puesto compartido con Etcheves y Mili Roque Pitt
La Pipa que conocimos en Perdida está bastante lejos de lo que su personaje ofrece en esta historia, ya que recién está dando sus primeros pasos en las fuerzas policíacas, principalmente dentro del cuerpo de detectives. La inteligencia y la astucia están innatas, pero todavía no cuenta con esa experiencia que sí tiene su compañero Francisco Juanez (Joaquín Furriel), uno de los mejores investigadores del país, conocido tanto por su éxito en los casos que toma así como también de sus métodos poco ortodoxos para llegar a la verdad.
Después de un prólogo, con un desarrollo que es una antesala fatídica a todo lo que sucede después (y unos cortes de cámara bastante inusuales por tratarse de una producción de Netflix), que funciona para introducir a los personajes, La Corazonada nos mete rápidamente en su trama con 2 casos que van por sendas separadas pero que la historia intenta buscar ambiguades y puntos de conexión, a veces de forma muy forzada
Por un lado tenemos el asesinato de una joven de 20 años que tiene a su mejor amiga (Maite Lanata) como principal sospechosa. El caso queda a cargo de Juánez, quien convoca a Manuela Pelari a que se sume al trabajo de campo para ayudarlo en el caso. Mientras se lleva a cabo esta investigación, Pipa tiene un segundo caso en el que trabajar, ya que fue convocada por el fiscal Roger (Rafael Ferro) con la misión de investigar y seguir de cerca a Juánez, ya que está involucrado en una causa de asesinato de un joven que años atrás asesinó por accidente a su esposa.
La Corazonada tiene varios problemas graves en su estructura, desde su guion hasta la base de los conceptos dentro del género policial. Abordar 2 casos en simultáneo es sumamente contraproducente si el desarrollo de la película no está lo suficiente aceitado como para hacerlo ameno. La trama va marcando la pauta cuando estamos enfocados en el caso de la joven asesinada y cuando Pipa investiga a su compañero, pero hay una falta de suspenso abrumadora. Los personajes están constantemente explicando lo que vemos en pantalla, como para no dejar nada librado al azar, con uno diálogos sumamente tibios y un desempeño actoral que solo salvan Joaquín Furriel y Maite Lanata, principalmente en una escena que saca a relucir toda la química que cosecharon trabajando en el Jardín de Bronce.
No hay una rebeldía de los actores al momento de llevar a cabo las escenas, todo se siente tan superficial, con un apego al libreto que se nota aún más en las pausas que hay entre diálogo y diálogo entre los personajes, con un mal manejo de los planos al momentos de las confrontaciones.
Hay un leve repunte hacia el final de la historia, pero todo por el trabajo de Furriel y la historia personal de su personaje, uno de los puntos atractivos dentro de 2 casos policiales que se tornan sumamente predecibles por esta liviandad en la forma de contarlos.
La parte técnica es uno de los pilares que sostienen esta película, pero al tratarse de una producción original de Netflix, no es algo que tenga que sorprendernos a esta altura. La fotografía, gran parte de su puesta en escena y su ambientación (salvo cuando trabajan en el edifico de la policía bonaerense que parece un híbrido entre “24” y “CSI”).
La Corazonada se va deshilachando con el paso de los minutos, con un desarrollo progresivamente cansino y tedioso; la magia de los policiales o cintas de crímen es cautivar al espectador, generarle una incógnita con el paso de los minutos, y esto sucede poco y nada dentro de esta película, porque sus diálogos no convencen, la forma de estar contada no acompaña y todo se resuelve de forma muy apurada.
Es otra producción fallida dentro del catálogo de producciones originales argentinas de Netflix. Un gran reparto y una historia atractiva eran los condimentos para que esta película tuvieran otro cantar pero lamentablemente es una oportunidad pérdida dentro del género.