Zombies, Arnold y más en Maggie.
Tarde o temprano sabíamos que Arnold Schwarzenegger iba a sumergirse en el mundo de los zombies. Pero ojo, si se imaginan al veterano actor austriaco matando a decenas de muertos vivientes salpicando sangre y tripas por todos lados, van a llevarse una gran desilusión.
La trama de la película nos sitúa en un mundo devastado por un virus denominado Necroambulist, donde el infectado luego de un periodo de 4 a 6 meses se transforma en un zombie. La humanidad ha logrado combatir dicha enfermedad, y a pesar de no haber encontrado una cura, buscan volver a la normalidad.
Una de las medidas que toman los Gobiernos es hacer que los infectados regresen, si tienen la posibilidad, junto con sus respectivas familias para terminar sus días rodeados de seres queridos.
Wade Vogel, interpretado por Arnold, es un granjero que, luego de buscar por dos semanas a su hija desaparecida, Maggie, recibe la triste noticia de que ella ha sido infectada por el virus. Sin solución ni cura a la vista, decide llevarla (con el consentimiento y ayuda de los médicos) nuevamente a su hogar, lejos de los hospitales y pacientes infectados, para poder disfrutar juntos los últimos meses de la vida de Maggie.
El drama no se centra en el universo zombie sino en la relación padre-hija mientras ella atraviesa la incurable enfermedad. El film puede tener otro contexto, otra devastación que correría de igual manera.
El papel de Schwarzenegger no resalta ni se destaca en ningún momento; tampoco es un papel terrible e imposible de digerir. Es predecible que el actor de 67 años, en esta nueva etapa de su carrera, interprete este tipo de personajes y seguramente, con el correr de las películas, mejorará su desempeño.
Hay que destacar que esta película cuasi independiente es el debut de Henry Hobson como director en el séptimo arte. Con el bajo presupuesto que tiene (el 75% del mismo es para el reparto de actores aproximadamente), logró un film aceptable, con un tono sombrío en la ambientación; volcándose mucho en las emociones de los personajes y no tanto en el caos de la humanidad.
La película no llega a ser un título fiel al género zombie ni se hunde en el drama, pero cumple con las expectativas, a pesar de que, luego de haber visto los primeros 20 minutos, el final se torna algo sumamente predecible.
En líneas generales, es un film que no desaprueba, pero pasará desapercibida con el correr de los meses. Aunque sabemos que Arnold, tarde o temprano, volverá.