Las plataformas de streaming se consolidaron como la casa idónea para las adaptaciones de videojuegos en formato serie, ¿por qué?
Salvo algunas excepciones, que realmente las podemos contar con las manos, son muy pocas las adaptaciones de videojuegos que tuvieron éxito en la pantalla grande.
Desde la primera película basada en un videojuego (Super Mario Bros en 1993) hasta Sonic, la más reciente, hemos visto más desastres que aciertos en el cine. Estos desaciertos, que pueden explicarse en fallas dentro del guion, la pobreza de las actuaciones o errores al momento de llevar a cabo el ritmo de una historia (a veces las 3 juntas), se traducen también en una pobreza de taquilla, cuando cada vez las películas tienen un presupuesto más elevado y demandan mucho tiempo de pre y post producción.
Sin embargo, en los últimos años las plataformas de streaming se instalaron con fuerza en la cultura popular, lo que revitalizó y modificó la manera de consumir ficciones televisivas. La maratón de series se convirtió en un hábito cuasi deportivo (algo que se acrecentó a niveles récords con la cuarentena), o bien esperar semana a semana la emisión de un nuevo capítulo, un modus operandi cada vez menos frecuente pero que todavía perdura.
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Bajo está premisa, las adaptaciones de videojuegos poco a poco comienzan a acaparar el mundo de las series. Las grandes productoras y distribuidoras (un poco tarde quizás) descubrieron el potencial y el fandom que hay detrás de la industria gamer.
Netflix fue una de las primeras plataformas que logró capitalizar el potencial que tiene el mundo de los videojuegos y empezó a estrenar diversas producciones, primero en formato animado. Castlevania, Carmen San Diego, Angry Birds Toons, Rabbids son solo algunos ejemplos que a partir de 2018 empezaron a emerger en la plataforma, como una primera señal de todo lo que llegará durante la próxima década.
La mayor apuesta de Netflix, en este aspecto, fue realizar su primera serie live-action basada en un videojuego: The Witcher. Ok, si nos ponemos detallistas en este aspecto la historia está basada en la obra literaria de Andrzej Sapkowski, pero si la trilogía (y principalmente The Witcher 3: Wild Hunt) desarrollada por los polacos de CD Projekt Red no hubiese tenido el rotundo éxito e impacto en los jugadores, es poco probable que la ficción protagonizada por Henry Cavill hubiese triunfado tanto en críticas como en popularidad, transformándola en una de las producciones más exitosas de la plataforma. De hecho, hay muchas cuestiones técnicas y de lore que fueron tomadas cuasi calcadas de los 3 juegos, así que tampoco es algo descabellado su mención
The Witcher fue en quiebre en este aspecto. Un antes y un después en donde no solo Netflix sino el resto de las productoras también entendieron que estaban desaprovechando un hermoso negocio, ya que el mundo de los videojuegos tiene una rica diversidad de historias, mundos y relatos para ser adaptados.
En consonancia, durante los últimos meses hemos visto la confirmación de numerosas adaptaciones de videojuegos que llegarán como series live-action o animadas: The Last of Us, Resident Evil, Fallout, Disco Elysium, My Friend Pedro, The Cuphead Show Cyberpunk Edgerunner, Brother in Arms, Arcane (basada en League of Legends). Esto es solo la punta del iceberg, y no sería descabellado pensar que en el corto y mediano plazo los anuncios con esta temática se reproducirán más rápido que los contagios del Covid-19.
¿Las series basadas en videojuegos tienen el éxito asegurado? Por supuesto que no, pero los diferentes anuncios y producciones ya confirmadas dan la pauta que en el mediano y largo plazo la tendencia será esta. La guerra de streaming que están librando Netflix, Disney+ HBO Max y Amazon Prime se complementará con la llegada de estas adaptaciones, que contará con la colaboración en conjunto de los mismísimos creadores, como The Last of Us, en donde HBO reunirá a los creativos de Chernobyl con el equipo de Naughty Dog para esta adaptación .
Amazon Prime Video por su parte, fichó a Jonatan Nolan y Lisa Joy para llevar a cabo la serie de Fallout, una adaptación que gracias a su universo y ambientación tiene todo el potencial para desarrollar un potente relato. No por nada la ficción queda a cargo de la dupla creativa que nos cautivó con Westworld.
Que las productoras empiecen a decantarse por las series y mirar de reojo la adaptación cinematográfica de videojuegos tiene varias aristas.
Por un lado, la serie permite un mayor tiempo depara su desarrollo en pantalla. Actualmente, las ficciones están manejando temporadas de 8 a 10 episodios con una duración que oscila los 40 a 60 minutos. Esto llevado a la pantalla grande nos equivale, tiempo más tiempo menos, a una trilogía cinematográfica, que se traduce en una inversión de dinero enorme, y un largo periodo de rodaje. Varios años para desarrollar el principio, nudo y desenlace de un relato, ¿pero qué pasa si la primera película es un fracaso y no recauda las estimaciones necesarias (algo que pasa con frecuencia en esta industria?
Una serie, por otra parte , permite una mayor profundidad y un tiempo mejor establecido para desarrollar cada una de las temáticas que vemos en una historia. Volvamos a tomar el ejemplo de The Witcher, su primera temporada funcionó en gran parte para establecer el universo, las intenciones de los personajes y la ambientación.
Tranquilamente estos 8 episodios que llegaron en diciembre de 2019 pudieron haber sido una película de 2 horas y media, ¿pero a qué costo? Cuánto del guion hubiese quedado descartado porque los minutos corren y tener que impactar con el relato. Lauren Hissrich, showrunner de The Witcher, aseguró antes del estreno que toda la historia que en mente para la serie abarca 7 temporadas, algo que a escala cinematográfica es imposible de llevar a cabo. Obvio, la serie puede decaer en sus próximas temporadas y reducir su vida útil, pero difícilmente Netflix dejé de explotar un producto que le ofrece mucha rentabilidad.
¿Seguiremos viendo adaptaciones de videojuego en el cine? Desde luego que sí, porque de hecho las últimas películas basadas en franquicias gamer han levantado vuelo. Detective Pikachu, Rampage y Sonic, en menor o mayor medida, tuvieron una buena recepción de la crítica e incluso grandes volúmenes de recaudaciones, por lo que es una tendencia que seguiremos viendo en la pantalla grande, aunque probablemente con una frecuencia menor.