Lo que hasta hace unas semanas era paz absoluta, empieza a transformarse en una verdadera guerra de consolas.
Sony intenta meterse en territorio con la nueva versión de PS Plus, un territorio que desde hace rato estaba siendo dominado casi íntegramente por Microsoft y su Xbox Game Pass. En este sentido, la compañía japonesa aseguró que aún están lejos de poder competir de igual a igual y que seguirán peleando desde todos los flancos, incluyendo algunas palabras algo despectivas hacia la compra de Activision Blizzard por parte del gigante tecnológico. Lejos de quedarse callados, los padres de Xbox salieron a desmentir y duplicar la apuesta.
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Sosteniendo lo que vienen afirmando desde hace meses, sus palabras insisten en que no hay intenciones de robar exclusivos a nadie con estas compras y redoblaron la apuesta asegurando que Sony paga a estudios para que no lancen sus juegos en Xbox Game Pass: “No es de extrañar que Sony haya sido la única tercera parte que ha transmitido una opinión pública materialmente diferente a la de MS/ABK y a la de las terceras partes respecto al análisis competitivo de la transacción. En otras palabras, Sony se opone a la introducción de nuevos modelos de monetización capaces de desafiar su modelo de negocio“.
“El clamor público de Sony sobre los juegos de suscripción y la respuesta de la compañía son claros: Sony no quiere que servicios de suscripción atractivos amenacen su dominio en el mercado de la distribución digital de juegos de consola“, sentenciaron desde Microsoft.