Uno de los tantos discípulos de Super Smash está de regreso con varios agregados que robustecen su contenido. Nickelodeon All-Star Brawl 2 logra no perder nunca el ritmo y su atractivo.
Cuando salen exponentes que no dudan en ocultar sus raíces, siempre es interesante qué cuota de frescura u originalidad le imprimen para no transformarse en un clon que pasa sin pena ni gloria. El primer Nickelodeon All-Star Brawl tuvo un poco de esto: más allá de contar con los personajes emblemáticos del sello, no tenía mucho más que aportar a la ecuación.
Todo indica que Fair Play Labs y Game Mill Entertainment tomaron nota de esto, porque Nickelodeon All-Star Brawl 2 es una secuela superadora que tiene el tupé de aventurarse con algunas dinámicas y mostrar algo distinto en un sub-género que tiene a Super Smash Bros. como rey indiscutido.
Dentro de los principales baluartes de esta entrega vuelve a asentarse en un roster que tiene una diversificación marcada en los estilos de golpes y estrategias de juego, pero la gran sorpresa se la lleva su modo campaña, que apuesta por un rogue-like con peleas, minijuegos e incluso zonas plataformeras que, omitiendo algunas rispideces jugables, es un gran acierto a una fórmula que siempre busca reinventarse.
Viajando en el tiempo para salvar el mundo
Antes de entrar a detallar los puntos altos de su modo campaña, Nickelodeon All-Star Brawl 2 llama la atención desde su inicio presentando un roster oficial de 25 personajes, con un mix entre regresos, ausencias y sorpresas. Más de un 50% vuelve a decir presente de su entrega anterior (Abril, Bob Esponja, Patricio, Garfield, Ren y Stimpy, Aang, entre otros), pero también varias caras conocidas nuevas: Calamardo, Donatello, Rafael, Vlad Masters y Jimmy Neutron. Como la edición anterior, el listado de luchadores se ampliará en los meses venideros (de hecho ya están confirmados las 4 primeras incorporaciones que llegarán como DLC).
El roster se la juega por mostrar varias caras nuevas mientras que los que ya vimos en el primer All-Star Brawl cuentan con un remodelado de sus animaciones así como también algunas técnicas y combos. Acá, una vez más, se siente una diferencia importante en los movimientos de algunos personajes. Aang, por ejemplo, es uno de los personajes predilectos por la versatilidad de técnicas y su fluidez de movimientos. Otro que tiene ciertas ventajas es Bob Esponjas y ni hablar de Ren y Stimpy, que invocan un auto para arrasar a todos en el escenario.
Es verdad también que hablar de ventajas y desventajas en un juego donde el frenetismo y la explosión de colores que no dejan pensar tanto es algo demasiado profundo, pero en el hilado fino queda en evidencia que algunos luchadores son superiores a otros, independientemente de los rivales que enfrentemos.
Con el plato fuerte ya presentado, Nickelodeon All-Star Brawl 2 cambia algunas cosas en términos de jugabilidad pero la base del género Smash se mantiene: combates de entre 2 a 4 jugadores donde el objetivo es sacarlos del escenario, con reglas que podemos fluctuar para alterar la dinámica de los encuentros (tiempo, vidas, resistencia, power ups y mapa). Hasta ahí, nada que no llame la atención, salvo cuando decidimos adentrarnos en su Modo Historia.
En esta propuesta, Vlad Masters es el antagonista de turno y los diferentes personajes del mundo Nickelodeon se unen para enfrentarlo en pos de evitar las destrucción del mundo. La trama arranca con Bob Esponja intentando rescatar a su amigo Patricio y al comienzo será el único personaje jugable, pero poco a poco comenzaremos a descubrir el entramado de las mecánicas que propone esta campaña.
Si lo llevamos al plano de sus mecánicas, estamos ante un rogue-lite con vertientes de arcade, en el que atravesaremos diferentes zonas separadas, separadas por enfrentamientos con bosses. En su dinámica es imposible ganarlo en una primera run, pero como todo buen rogue-lite, iremos aumentando los recursos y potenciadores pasivos para que podamos llegar un poco más lejos en cada incursión.
Más vidas, más potencia de poder en las diferentes técnicas y habilidades, desbloquear personajes y conseguir aumentos de stats pasivos son algunos de los recursos que obtenemos en cada incursión que permiten que cada run tenga sentido. Después de la primera pasada, comenzaremos en un hub central en donde elegimos el personaje que queremos usar y al mismo tiempo desbloquear habilidades.
Lo que lo hace interesante este Modo es que encontramos diferentes bifurcaciones en el mapa para elegir el escenario que mejor se adapte a lo que queremos enfrentar en ese momento. Vamos a tener duelos directos contra personajes, zonas donde hay que derrotar una cantidad determinada de esbirros, zonas plataformeras que son simplonas pero están para ofrecer algo diferente, y algunas zonas de transición para recargar vidas o comprar recursos.
Con 6 opciones distintas de dificultad, Nickelodeon All-Star Brawl 2 sin volar la peluca se animó a mostrar algo distinto para entender que no hay que limitarse con las reglas establecidas. No es una campaña perfecta y a veces peca del gran deficit de los rogue-lite, una temprana repetición de recursos; pero termina robusteciendo una propuesta que, más allá de esto, cuenta con un modo arcade, un boss rush y la posibilidad de combatir online y local hasta 4 jugadores.
En el terreno de los combates, Nickelodeon All-Star Brawl 2 también toma ideas de otros juegos para aportar una cuota de profundidad con el control en las manos. La principal incorporación es un medidor de carga, que se rellena golpeando, que permite potenciar las habilidades. El caso más conocido para que tomen de referencia son los últimos Mortal Kombat, que nos dejan utilizar versiones mejoradas de las habilidades utilizando una barra de carga. Al cargar las 3 barras que tenemos disponible, se habilita la posiblidad de usar un especial, todas acompañadas de una breve cinemática, con un daño de poder considerable.
Donde vuelve a fallar esta entrega es el movimiento y desplazamiento de los personajes. Se siguen sintiendo toscos y rústicos, cortando con cierta fluides que sí la tienen las habilidades de los personajes. Por momentos, el uso del stick no responde de forma correcta en algunas oportunidades, quedando a merced de algún golpe cuando era algo que no queríamos en lo absoluto.
Conclusión
Nickelodeon All-Star Brawl 2 no quiere buscar la corona del rey del género, pero tiene los suficientes condimentos para ser considerado un soplo de aire fresco de un género que no tiene tantos exponentes claros.
Gracias a su modo campaña – que tiene sus limitaciones – y una jugabilidad que busca la diversidad de recursos, con el añadido del medidor Slime, en pos de cada luchador tenga sus ventajas y desventajas, es una secuela superadora en todos sus sentidos.
A pesar de sus mejoras visuales, a nivel gráficos y rendimiento está por debajo de lo esperado, con escenarios bastante planos y sin tantas texturas que potencien la faceta artística.
Nickelodeon All-Star Brawl 2 es una propuesta divertida y que hace lo necesario para brindar contenidos por una buena cantidad de tiempo. La llegada de futuros personajes y expansiones de la campaña inyectarán de vida útil durante el corto y mediano plazo.
Nickelodeon All-Star Brawl 2 no quiere buscar la corona del rey del género, pero tiene los suficientes condimentos para ser considerado un soplo de aire fresco de un género que no tiene tantos exponentes claros.
Gracias a su modo campaña - que tiene sus limitaciones - y una jugabilidad que busca la diversidad de recursos, con el añadido del medidor Slime, en pos de cada luchador tenga sus ventajas y desventajas, es una secuela superadora en todos sus sentidos.