Reseña de un nuevo tomo de la Colección Salvat de DC Comics – Batman: El hombre que ríe / Asilo Arkham por Grant Morrison y Ed Brubaker.
Curioso volumen de la Colección Salvat de DC Comics. Extraño porque combina dos historias sin ninguna relación entre ellas, aunque el conglomerado se explica desde el punto de vista de que ambas son relativamente escuetas y de gran valor para el universo del Caballero Oscuro. Es así que nos encontramos con un solo volumen que compila Batman: El hombre que ríe / Asilo Arkham.
Con respecto a El Hombre que ríe, nos encontramos con la terna conformada por Ed Brubaker, Doug Mahnke y Ryan Sook. Comenzando por el escritor de esta obra, Brubaker es un destacado guionista norteamericano ganador de múltiples Premios Eisner por sus varios trabajos en Marvel dónde su paso por Daredevil o Capitán América son más que destacados. Por el lado de los lápices tenemos en primera instancia a Doug Mahnke quién tras comenzar sus andanzas con The Mask pasó a DC Comics a trabajar en historias de Batman y JSA entre tantos otros. Finalizando tenemos a Ryan Sook, un artista que ha sido comparado en varias ocasiones con Mignola y cuyas obras destacadas incluyen Seven Soldiers: Zatanna, X-Factor y The Spectre.
El Hombre que ríe nos presenta una aventura conocida por muchos, aunque con un nuevo enfoque: El primer encuentro entre el Joker y Batman. Si bien a lo largo de la historia varios autores han narrado este momento añadiéndole pequeños detalles o modificando algún que otro punto, Brubaker va más allá y nos plantea una historia que hace entender al Caballero Oscuro que si quiere detener a esta nueva amenaza, a este ser de maldad pura, que aterroriza por el simple hecho de hacerlo, este deberá evolucionar, pensar por fuera de la caja.
Por más que la historia a priori se nos presente interesante, tiene algunas fallas tanto en el guión como el el trabajo de Mahnke, el cual se siente desprolijo, y al ser un tema que se ha tratado infinidad de veces puede sentirse poco fresca, aunque vale destacar el enfoque detectivesco que se nos presenta en la aventura.
Yendo ahora a Asilo Arkham, nos encontramos con el legendario Grant Morrison, un guionista escocés destacado por su profundidad literaria la cual lo ha llevado a la cumbre con obras como Doom Patrol, All-Star Superman y muchas más. El arte de este volumen corresponde a Dave McKean, a quién conocemos por sus trabajos en Casos Violentos, Orquídea Negra, Signal To Noise, Mr. Punch y por el ser el portadista de todas las covers de Sandman.
La historia que Morrison nos plantea venía a romper con todo el concepto que Frank Miller se encargó de generar con Dark Knight Returns o Year One. Muy al contrario del Batman poderoso, Morrison nos acerca a un héroe convertido en un chiquillo herido y asustado el cual es lanzado de lleno al corazón de Arkham.
Con un soberbio trabajo de McKean, vamos a ir recorriendo las alas de un asilo infestado de los grandes villanos del Encapotado de Gotham, mientras que en paralelo se nos presenta la historia de Amadeus Arkham, de quien podemos decir que es el “origen” de todo, tanto del asilo como de la maligna comunidad de enfermos que viviría en él.
No cabe duda que el trabajo de Morrison y McKean en esta obra ha sido exquisito al punto de que muchos posteriormente quisieron replicarlo, explorar el interior de un mundo cargado de locura como el que la máxima institución psiquiátrica de los cómics puede presentar, pero déjenos decir que nadie pudo igualar lo visto aquí.