Luego de su nominación en los Game Awards 2019, abrimos el interrogante sobre la posibilidad de que la remake de Resident Evil 2 se lleve el premio a Mejor Juego del Año.
Durante años el fandom gamer le venía reclamando a Capcom una remake de Resident Evil 2. Con la remasterización HD de Resident Evil 1 y 0, hubo una pequeña luz de esperanza en el horizonte, pero tras el desembarco de Resident Evil 7 las expectativas comenzaron a disminuir.
Para sorpresa de muchos, durante la conferencia de Sony en la E3 2018 la ilusión se hizo realidad, con el anuncio de la tan esperada remake de Resident Evil 2. No era un reescalado de los gráficos como las anteriores entregas, se trataba de un juego diseñado de 0 utilizando el esqueleto, la estructura y la historia de la entrega de 1998.
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Una vez que salió, el 25 de enero de este año, el éxito fue rotundo. No solo la crítica se deshizo en halagos (pueden leer la extensa review que hice acá) sino que superó las expectativas de los jugadores que realmente no se esperaban una reimaginanción total de la versión original.
El éxito y su repercusión tuvieron sus frutos esta tarde, cuando se anunciaron las nominaciones para los The Game Awards 2019 y se confirmó que Resident Evil 2 participará en 4 ternas: Mejor dirección de juego, Mejor diseño de audio, Mejor juego acción y aventura y Mejor juego del año, el máximo ganador que ofrece la ceremonia, compitiendo contra Death Stranding, Sekiro: Shadows Die Twice, Control, The Outer Worlds y Super Smash Bros. Ultimate. Las chances de ganar el GOTY 2019 son realmente complejas porque no es el favorito a llevarse dicho galardón, pero que una remake se posicione a esta terna marca un antecedente único hasta el momento.
Para empezar, son pocas las similitudes que mantiene el juego original que la versión 2019. Mantiene el argumento, el hilo de locaciones que exploramos, los enemigos, algunas de sus armas y sus situaciones más emblemáticas. Hay un esqueleto que Capcom ha mantenido para mantener el espiritu intacto, pero el “cuerpo”. Desde su cambio radical en la cámara (apelando a Resident Evil 4, que paralelamente marcó un quiebre en la franquicia y en los juegos de acción en 3ra persona) y utilizando el RE Engine, el cual Capcom le viene sacando un jugo considerable, la experiencia de esta aventura cambia completamente.
Resident Evil 2 tiene que tomarse como muestra de que las remakes bien hechas pueden mantener la experiencia original pero adaptándose a las estructuras, vicios y contemplaciones que actualmente se manejan en términos jugables. Porque el estilo survival horror tan clase B que hizo tan único la entrega de 1998 se mantiene en cada uno de sus escenarios, enfrentamientos y sorpresas.
La posibilidad de que gane el GOTY de este año realmente es bastante complejo (desde mi humilde opinión, Death Stranding está un paso por encima del resto de los notables competidores), pero no hay que menospreciar lo realizado por Resident Evil 2 y rebajar su postulación por el hecho de que se trate de una “remake”, porque en muchos aspectos podemos tomarlo como un juego completamente nuevo.
