DICE regresa con su icónica saga bélica, con un título que se queda lejos de lo que se esperaba y que confía demasiado en la comunidad para alargar su vida útil.
Battlefield es un nombre que suena fuerte dentro de la industria y no es para menos. Hace más de una década no había un shooter en el mercado que simulara mejor la experiencia de una guerra, que sumergiera más al jugador en un campo de batalla. Fórmula que se mantuvo durante varios años y que hace un tiempo empezó a perder efectividad, con títulos que se sostuvieron sobre decisiones que no parecían del todo acertadas. Sin embargo, las esperanzas se renovaron con el anuncio de Battlefield 2042 y ese tráiler que claramente nos llevó de vuelta a la tercera y cuarta entrega de la saga, con la promesa de ser la secuela directa que llevábamos esperando al menos un lustro. Lamentablemente, no todo salió como esperábamos.
A la hora de lanzar este análisis tuve en cuenta que la versión que pude jugar era la del early access y que muchos de sus errores técnicos podían arreglarse con el parche del día uno. Por este motivo decidí no poner una valoración numérica hasta no ver cómo resultaba el producto final. Sin embargo, a 10 días de su lanzamiento y tras un par de parches que poco han hecho para mejorar la experiencia, voy a dar el veredicto final correspondiente a un juego que llegó al mercado sin estar terminado y que deberá trabajar mucho más para ponerse en condiciones.
¿Se perdió la esencia Battlefield?
Cuando escribí mis impresiones comenté que una de las cosas que menos me gustaron de ese primer contacto con Battlefield 2042 es que, curiosamente, no se sintiera como un Battlefield. Está claro que el equipo de DICE trabajó en ponerse a la par de los actuales referentes del género y que, en un afán por competir de igual a igual, tomó demasiados elementos de otros shooters y acabó por alejarse demasiado de la esencia que hizo grande a la franquicia de Electronic Arts. Sin embargo, ahora que pude jugar a la versión (casi) final del juego, probar todos sus mapas y modos, me doy cuenta de que el espíritu Battlefield sigue ahí aunque con cambios que, estoy seguro, no terminarán de convencer del todo a los fanáticos más férreos de la saga.
Esta nueva entrega sigue teniendo esta cualidad de sumergirnos en el campo de batalla como ningún otro título del mercado actual, con sus descomunales mapas, sus eventos en tiempo real, los vehículos patrullando cada bandera, las muchísimas cosas que pasan en pantalla todo el tiempo y las explosiones que nos rodean cuando nos movemos de A a B. Elementos que dan familiaridad a cada partida y que vuelven a hacer de Battlefield 2042 una propuesta única, pese a que en el camino se hayan tomado una serie de decisiones que no nos parecen afines a su trayectoria y que, para colmo, esté más que claro que es un juego al que le faltaban muchos meses de horno, no solo por su condición técnica sino también por el poco contenido que presenta en todas sus vertientes.
El verdadero campo de batalla
Battlefield 2042 nos presenta tres grandes propuestas jugables. La primera es All-Out Warfare, la cual combina partidas de 128 jugadores en los clásicos modos Conquista y Asalto, en siete mapas de lanzamiento; la segunda se llama Hazard Zone, una especie de battle royale con elementos de supervivencia en la que, junto con nuestro equipo, debemos extraer una serie de discos de una isla, compuesta por varios mapas combinados, para alzarnos con la victoria; la tercera propuesta y la más innovadora es Battlefield Portal, en la que los jugadores no solo pueden crear sus propios modos de juego utilizando todos los recursos del título, sino que también pueden jugar a los clásicos en remakes de varios de los mapas más icónicos de anteriores entregas de la saga, junto con el armamento y los vehículos de aquellos años. Las dos primeras experiencias son efectivas e indiscutidas, porque siempre hay ganas de jugarse una Conquista para entrar en calor, sin embargo lo más atractivo es este Portal que poniendo demasiadas cartas en la comunidad de cara al futuro, tiene esa cuota de innovación que suma y que ilusiona.

Pero DICE no solo tiene que confiar en la comunidad para darle vida a largo plazo a su juego, sino que también tiene que trabajar y mucho. El contenido de lanzamiento es bastante pobre, incluso comparado con las últimas entregas que ya de por sí no fueron muy generosas en su salida. Este 19 de noviembre Battlefield 2042 llegará con un total de siete mapas para Conquista y Asalto, algunos con un diseño realmente espectacular y otros demasiado grandes y con muchas zonas abiertas, como si hubiesen quedado a medio desarrollo. También tiene un arsenal bastante acotado y aunque el equilibrio está bien entre las diferentes armas, también vamos a necesitar una mayor variedad de cara al futuro. Lo que sí que es interesante es el regreso de los especialistas, aunque esta vez no están divididos por el equipamiento que llevan, sino por habilidades: está el que tiene un traje especial para volar de un punto a otro, el que tiene un gancho para acceder rápido a zonas altas, el que tiene una pistola para curar a los aliados a distancia y siete más para hacer un total de diez, todos divertidos de usar y que dan dinamismo a cada partida.
Ahora, ¿Cómo es la experiencia jugable de Battlefield 2042? Pese a todo lo que le pueda criticar en cuanto a contenido y algunas decisiones, lo cierto es que el juego es divertido. Esta capacidad que tiene la saga de sumergirnos en el campo de batalla sigue siendo irresistible y algo único, que se sigue disfrutando aún en el juego que menos respeta la fórmula original. Lo que tiene a favor esta entrega respecto a las anteriores es que hace mucho para dar mayor agilidad al desplazamiento, con un movimiento más ágil del soldado y la posibilidad de poder modificar los accesorios del arma en cualquier momento, evitando que tengamos que hacerlo desde el menú. Los eventos del Levolution también aportan lo suyo, aunque a diferencia de anteriores entregas en las que de verdad modificaban el desarrollo de la partida, en este caso son más que nada un verdadero espectáculo visual destinado a adornar la guerra. Los vehículos también siguen siendo una parte fundamental de cada enfrentamiento aunque algunos, como el helicóptero de combate, puedan desequilibrar demasiado el curso de la guerra y necesiten algún nerf para que no lastren los resultados finales. En fin, nada que no haya funcionado bien en el pasado y algunas ideas nuevas que mejoran la experiencia, para contrarrestar un poco los fallos de los que antes hablé y que, como dije, en el balance final podamos hablar de un first person shooter tan entretenido como cabría esperar.
El gran lastre – Apartado técnico
A 10 días de su lanzamiento y con el parche del día uno encima, el juego de DICE sigue prácticamente en el mismo mediocre estado que en el early access. Porque sí, el apartado técnico de Battlefield 2042 es un verdadero desastre. Vale aclarar de antemano también que la obra de DICE, como ya nos tiene acostumbrado el estudio, es un todo un espectáculo visual desde donde se lo mire, tanto a nivel artístico como gráfico. Sin embargo, lo terriblemente optimizado que está no permite disfrutar de ninguna de estas cualidades, con eventos del Levolution que rompen la tasa de frames por segundo la cual ya de por sí es inestable, con todo tipo de bugs visuales que irrumpen con la inmersión y con la imposibilidad, aún con una PC que cumple con los requisitos recomendados, de jugarlo de forma fluida con la configuración en alta.
Pero los problemas técnicos no terminan en lo visual, porque el juego también presenta una serie de fallos que imposibilitan el juego en su plenitud. A día de hoy me encontré con errores de matchmaking que no me dejaron entrar a ciertos servidores, bugs que generan soldados enemigos inmortales o que no dejan apuntar con la mira de las armas, incluso momentos en los que no se puede girar la cámara. El Time to Kill también necesita una corrección urgente, no solo porque es demasiado largo, sino también porque está totalmente descompensado entre cortas, medianas y largas distancias. Todo esto haciendo solo un repaso por los hechos principales con los que me encontré y dejando de lado muchísimos problemas con las físicas, elementos flotando por el mapa y muchas otras locuras propias de un juego al que, insisto, le falta muchísimo tiempo de horno.
Battlefield 2042, el veredicto final
Con el parche del día uno encima y con una experiencia que sigue estando tan mermada por sus fallos y su falta de contenido, es hora de sentenciar un veredicto final. Es increíble que Electronic Arts siga permitiendo que sus juegos lleguen al mercado antes de tiempo, cuando está claro que aún le faltan muchísimas horas de horno, razón por la cual su apartado técnico es un verdadero desastre más allá de lo espectacular que pueda resultar a nivel visual.
Independientemente del análisis técnico, tampoco es que Battlefield 2042 tenga tanto valor como para dejarle pasar este inicio con el pie izquierdo. Es un shooter divertido, eso seguro, y tiene esta capacidad de sumergirnos en el campo de batalla como ningún otro referente del género puede hacer. Sin embargo, llega al jugador con muy poco contenido de lanzamiento como para mantener atrapada a una comunidad de la que depende para mantenerse vivo a largo plazo. Tiene potencial y eso es lo que aún me permite darle el derecho a la duda, confiando en el contenido que llegue en el futuro, pero que lejos se queda de lo que esperaba del regreso de lo que supo ser una saga gloriosa.