Una nueva entrega de la saga bélica más popular llega a nosotros, con muchas expectativas a sus espaldas. ¿Está a la altura de todo lo que generó en la previa?
Un año más Activision, esta vez de la mano de Infinity Ward, nos trae una nueva entrega de su popular saga bélica. Esta vez es Call of Duty: Modern Warfare, que revive una de las sub-sagas de la franquicia más amadas por los fanáticos y lo hace con un buen puñado de innovaciones, sobre todo a nivel técnico, como el nuevo apartado gráfico o el crossplay. Y acá estoy yo, un veterano de CoD, para contarte si el resto del conjunto acompaña a estos positivos cambios.
Como su nombre lo indica, esta cuarta parte de la sub-saga Modern Warfare nos pone en un conflicto bélico contemporáneo que combina el regreso de algunos héroes ya conocidos por los más veteranos, con terroristas y el ejército ruso metiéndose siempre en las narices. Nosotros, como no podía ser de otra manera, somos los encargados de cumplir distintas misiones para desarticular los diferentes atentados que tienen lugar alrededor del mundo.
El regreso de Price – Campaña
Después de un Black Ops 4 cuestionado por eliminar el modo campaña en favor de fortalecer los apartados del multijugador, Infinity Ward ha decidido volver a las raíces y traernos una historia trabajada, profunda, que consigue involucrar al jugador en hechos que no son ajenos a la realidad que se vive hoy día en el mundo. Es cierto que en la previa insistieron en cierta cuota de innovación, aunque nosotros no lo hemos notado y nos ha parecido que es la misma fórmula de siempre llevada ligeramente más allá. Esto no quiere decir que sea mala, ni de cerca, porque las campañas de CoD siempre han funcionado y en este caso el formato de misiones, que se van ramificando hasta llegar a un final explosivo, vuelve a cumplir y no regala alrededor de seis horas de diversión incesante.
En lo que sí se puede decir que destaca el relato de Call of Duty: Modern Warfare es en la crudeza de sus imágenes. Por supuesto, todos los veteranos recuerdan la misión “Nada de ruso” y lo impactante que fue en su momento, por lo que podemos decir que no es la primera vez que vemos como decenas de civiles son acribillados a balazos frente a nuestros ojos aunque sí que -en gran parte gracias a la evolución del apartado técnico- nunca lo atestiguamos de una forma tan realista. Y es justamente en la verosimilitud del relato en lo que esta historia gana, porque más allá de los reiterados golpes bajos y un mensaje anti-Rusia que puede ser digno de críticas, los hechos están construidos de forma creíble, con unas cinemáticas muy bien logradas, unos diálogos de película y unos personajes de lo más caristmáticos con los que no cuesta nada empatizar, todo cerrado con un desenlace trepidante y un giro argumental que es capaz de dejar boquiabierto a cualquiera.
Entre el cielo y el infierno – Multijugador
Como lo anticipamos en nuestras impresiones de la beta, habían algunas cosas de la fase de pruebas que nos hacían ruido y esperábamos estén corregidas de cara a la entrega final. Sin embargo, no fue así y por eso vamos a detallar lo que nos ha gustado y lo que no del apartado multijugador de este Call of Duty: Modern Warfare comenzando por lo positivo y decantándonos hacia lo que puede arruinar la experiencia para muchos jugadores a las pocas horas.
Empecemos por el principio se dice y para un shooter en primer persona lo fundamental es el gunplay, elemento que en este nuevo CoD funciona simplemente de forma espectacular. Los años de experiencia de Infinity Ward se notan en el gran trabajo que han hecho para que el Time to Kill (TTK) sea el justo, las armas se sientan increíblemente cómodas y nuestros movimientos fluidos, aún cuando parece que hubiesen reducido un poco la velocidad desde la beta. A esto hay que sumar un arsenal bastante variado y, lo que es aún mejor, el gran abanico de posibilidades que hay a la hora de personalizar cada pistola, rifle de precisión, escopeta y ametralladora con una cantidad enorme de camuflajes y accesorios, aunque no nos gusta que por cada ventaja en el rendimiento debamos acarrear con una desventaja.
La gran variedad de modos también es algo que se agradece, aunque por el momento hayan retirado algunos como el de los mapas nocturnos. Están todos los clásicos, incluyendo Duelo por Equipos y Dominio, pero también se suman varios nuevos como Tiroteo o Ciberataque. Los de toda la vida funcionan a la perfección, incluso cuando amplían la cantidad de jugadores (de 6v6 a 10v10) aunque para algunos pueda ser algo caótico. En cuanto a los nuevos tenemos varios buenos hallazgos como el mencionado Tiroteo, que seguro llegó para quedarse en la saga, y otros más regulares como Guerra Terrestre, un simil Conquista de Battlefield que funciona en uno de sus dos mapas, pero en el otro es un completo desastre. Las Operaciones Especiales también están bien -el modo cooperativo de esta entrega- y representan todo un reto para el equipo, aunque esperamos que lleguen más de cara al futuro.
Y comenzando a decantar la cosa hacia lo negativo del apartado multijugador de Call of Duty: Modern Warfare tenemos que hablar de algo muy específico y que hemos notado con el correr de las partidas: equilibra los equipos por Skill Based Matchmaking. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente que arma las salas de jugadores y divide a los jugadores según sus habilidades y no por al azar. Esto es lo que habitualmente se usa en las partidas competitivas y tiene como objetivo hacer que los jugadores más casuales no se frustren al ser arrasados por el equipo rival. En contraparte, genera que todas las partidas sean altamente tensionantes, largas y peleadas hasta el último minuto, por lo que hay que olvidarse de meterse a jugar relajados y estar dispuestos a competir siempre. Infinity Ward recibió grandes críticas por aplicarlo en su Advance Warfare pero parece que no han aprendido a escuchar o simplemente les sigue rindiendo más por alguna razón.
Tanto el punto anterior como el que vamos a mencionar a continuación quizás no afecten tanto a los jugadores nuevos o más casuales, pero para quienes llevamos años en esto y nos interesa tomarnos el multijugador en serio puede ser muy frustrante. Entonces, el siguiente punto: los mapas. De primeras vamos a decir que son pocos, aunque es cierto que en la lista total del juego aparece un buen número pero si tenemos en cuenta que muchos son únicamente para uno u otro modo, acaban quedando pocos para cada uno de estos. Pero lo peor de todo es el diseño de los escenarios y volvemos a citar lo que dijimos en las impresiones de la beta: parece que hacen apología del campeo. Cada lugar tiene demasiados puntos de flanqueo (ventanas, puertas, esquinas, etcétera) y a esto se suma la posibilidad de apuntar de costado o acoplar el arma a objetos para reducir el retroceso y el sonido de los pasos exageradamente alto, por lo que siempre es conveniente quedarse quieto escuchando para atacar de forma segura. Este conjunto vuelve las partidas mucho más estáticas hasta el punto de que se terminan por tiempo y no por cumplir los objetivos.
M.O.A.B. – Apartado técnico
Las siglas del subtítulo no son porque sí, sino porque el apartado técnico de Call of Duty: Modern Warfare es una bomba. Es cierto que los jugadores veteranos de CoD durante años afirmamos que los gráficos no era algo que molestara demasiado, en un título más arcade que otros como Battlefield y en una experiencia que ponía foco mayoritariamente en lo jugable. Sin embargo, el salto a este nuevo motor gráfico nos hace dar cuenta de cuanto se venía necesitando este paso adelante en calidad: el juego se ve simplemente espectacular, tanto en la campaña como en el multijugador, al punto de que las cinemáticas de esta última por momentos se confunden con una filmación de la realidad.
A nivel sonoro la obra de Infinity Ward también esta a la altura. Si hablamos de la campaña tenemos que destacar por sobre el resto de los modos una música que acompaña a la perfección la experiencia y un gran trabajo de los actores de doblaje (en nuestro caso jugándolo en español latino). En lo que al sonido bélico se refiere es una locura y se nota el gran trabajo del estudio a la hora de grabar cada arma por separado, un conjunto que se potencia enormemente con un sonido envolvente que es capaz de sumergirnos en el universo que se nos plantea. Sin embargo todavía hay que pulir algunos detalles que entorpecen la experiencia del multijugador como el alto sonido de los pasos o que los rivales puedan escuchar todo lo que dice nuestro soldado, delatando la posición en la que nos encontramos.
En cuanto al rendimiento, no podemos hacer ningún tipo de reproches. La campaña fluye a la perfección y no encontramos ninguna abrupta caída en la taza de fps, mientras que los tiempos de carga son mínimos para un juego que es mucho más potente (técnicamente hablando) que sus antecesores. En cuanto al multijugador la cosa transita igual de bien, incluyendo una búsqueda de partidas muy rápida y unos servidores estables, aunque insistimos en que deberían eliminar el Skill Based Matchmaking.
Call of Duty: Modern Warfare, el veredicto final
Es difícil juzgar a un juego que nos produce tantos sentimientos encontrados: hay cosas que están excelentes en el trabajo de Infinity Ward y otras que nos preocupan demasiado. En lo que a la campaña se refiere hay poco que reprochar, es la fórmula de siempre potenciada por un nivel de realismo mucho más convincente, va en ascenso hasta llegar a un desenlace de película. Sin embargo, el multijugador -uno de los ejes de la experiencia- tiene tantos puntos positivos como negativos.
Centrándonos en este segundo apartado, debemos decir que se agradece mucho la gran variedad de modos, aunque algunos funcionen mejor que otros. Sin embargo, yéndonos al gameplay en sí aún nos es difícil entender cómo es que los mapas están tan mal diseñados. Y no hablamos de su estética, sino de la disposición de los elementos que -conjuntamente con otras características como la de poder acoplar el arma- generan que la gente haga uso y abuso del campeo. Aunque valoramos un gunplay perfecto, con todas las posibilidades que tenemos para personalizar nuestro armamento, esta apología del campeo (como hemos decidido llamar) sumado al Skill Based Matchmaking hace que la experiencia acabe siendo frustrante.
A fin de cuentas Call of Duty: Modern Warfare es un juego entretenido, con un soberbio apartado técnico, que respeta la esencia que la saga ha mantenido a lo largo de todos estos años. Tiene varios errores graves, eso es cierto, pero creemos que tienen simple solución y esperamos que desde Activision decidan escuchar a la comunidad como lo han hecho hasta ahora. Si a esto sumamos la promesa de futuros contenidos totalmente gratuitos, nos hes difícil no recomendar esta nueva entrega a los amantes de los FPS.