La cuarta entrega de la saga Black Ops llega a nosotros sin modo campaña, pero con un Blackout que promete brindar aún más horas de diversión. ¿Consigue remontar la actual situación de Call of Duty?
Ocho años han pasado desde el estreno de la primera entrega de la saga Black Ops, considerada por muchos como la mejor dentro de la franquicia Call of Duty. Ahora le damos la bienvenida a la cuarta, una que llega bajo mucha presión porque, indirectamente, recibe el cargo de reflotar una situación no muy favorable del veterano shooter bélico.
Y el camino no ha sido fácil. Desde Treyarch han tenido que tomar varias decisiones difíciles de asimilar, como la eliminación de la campaña para centrarse de lleno en el multijugador. Aunque no aprobamos la medida, estamos acá para contarles si el sacrificio ha valido la pena a final de cuentas.
Cuartel General de especialistas
Pero la narrativa no ha quedado descartada del todo. Para ponernos en contexto desde Treyarch han optado por la introducción del Cuartel General de especialistas, una modalidad que nos permite, mediante algunas breves cinemáticas, conocer la historia detrás de los soldados que formarán el escuadrón del multijugador. Además, nos embarcamos en algunas misiones con ellos, pudiendo practicar cómo se utilizan sus habilidades.
Respecto a este apartado debemos decir que se valora la intención y que los videos de presentación están muy bien logrados, a pesar de su corta duración. Sin embargo, las misiones son extremadamente aburridas y sencillas, incluso volviéndose tediosas en extremo cuando nos obligan a repetir ciertas mecánicas. A pesar de su extremado mal humor, la aparición de Mason es un plus que nos gustó mucho.
De vuelta al ruedo con el multijugador
Ahora sí, centrémonos en la esencia de Call of Duty: Black Ops 4. Si hemos aceptado la despedida de la campaña, esperábamos que la faceta competitiva de esta entrega estuviera muy por encima de lo que vimos en los últimos años y, por suerte, así es. Resulta difícil de explicar todos los porqués en pocas palabras, pero podemos decir que así se debe sentir un CoD.
Si hablamos de los modos estamos obligados a resaltar que están todos los que queríamos ver, mientras que se agregan un par (Control y Atraco) que están bien, aunque tampoco resultan demasiado innovadores. Respecto a los mapas, nos parece de lo más acertado del juego. Con el clásico formato Treyarch -dos caminos laterales y una arena central-, todos funcionan perfectamente, alimentando combates rápidos y bien distribuidos. En total son 14, 10 nuevos y 4 remasterizaciones de algunos de los más icónicos de la saga.
Otro de los elementos que debemos nombrar son los especialistas, los cuales tienen un aspecto positivo y otro negativo. Lo bueno es que regresan varios de los de BO3 y aparecen algunas caras nuevas, siendo todos ellos muy equilibrados en cuanto a habilidades, las cuales además le dan un toque nuevo a la franquicia por su utilidad en el equipo. Lo negativo es que su diseño realmente ha caído desde la última entrega y no son tan vistosos como esperábamos. Esperamos que la personalización, que llegará esta semana, compense este bache.
Por último tenemos que referirnos al arsenal, el cual no es tan abundante como se supone que debería ser, pero tampoco es escaso. El equilibrio entre las diferentes armas está bien, aunque creemos que los subfusiles siguen quedándose un poco cortos ante los fusiles, tal y como habíamos mencionado en la beta.
Welcome to Blackout
Quizás la principal razón para dar de baja al modo historia fue la introducción de Blackout, el battle royale de Call of Duty: Black Ops 4. La modalidad se suma al momento de auge y hace debut en la veterana franquicia bélica que nunca se había animado a una innovación tan grande dentro de su lista de modos, ni siquiera con la Guerra de WWII.
A pesar de ser su primera vez, debemos decir que Treyarch ha hecho las cosas muy bien. Blackout toma lo mejor de los referentes del género y los potencia con su toque personal, convirtiéndose el mapa en una de las principales virtudes. Este está formado por varias de las locaciones más representativas de la saga -Como Nuketown o Firing Range- y tiene el tamaño exacto, como para darnos tiempo de lootear y ser más estratégicos, pero al mismo tiempo no tenernos demasiado tiempo esperando por algún enfrentamiento.
En cuanto a las armas, vehículos y demás elementos todo funciona igual de bien. En este sentido debemos destacar que ciertos detalles hacen la diferencia, como la introducción de los zombis en ciertas zonas, provocando que el battle royale de Black Ops 4 pueda competirle de igual a igual a PUBG o Fortnite.
Modo Zombies: ¿listos para el apocalipsis?
No hay dudas de que los Zombies han ido cobrando cada vez más importancia dentro de la saga y en Call of Duty: Black Ops 4 ha llegado Treyarch para demostrar que ellos son los padres del modo que se ha ganado millones de fanáticos con el correr de los años.
No nos caben dudas, estamos ante los muertos vivientes más trabajados hasta la fecha. Se nos introduce con una narrativa bastante atrapante y se nos sumerge en tres escenarios épicos: el Titanic, el Coliseo y la prisión de Alcatraz. Acá el equipo de desarrollo vuelve a demostrar su habilidad para crear mapas, siendo todos ellos igual de espectaculares.
Los personajes vuelven a tener esas personalidades que tanto extrañábamos y nos acompañan a través de rondas repletas de sangre, en las cuales deberemos ir resolviendo puzzles muy creativos mientras le volamos los sesos a los caminantes que nos persiguen.
Gráficos y sonido, bandera blanca arriba
A pesar de que Treyarch ha regresado a la franquicia por todo lo alto, hay un elemento que ni ellos pueden mejorar y es el visual. El apartado gráfico ha llegado a un punto crítico, en el que es imposible pensar que nos sigan llegando entregas que lo sigan utilizando. No solamente podemos reprochar que el juego en sí es feo por el diseño en general, sino que además gráficamente es casi de la anterior generación de consolas, mientras que nos encontramos con varios fallos en las texturas.
No obstante el sonido está mejor. No es un deleite para los odios ni llega a compensar las falencias de la parte visual, pero está muy bien y se ve realmente potenciado en el battle royale, en donde las pisadas y los disparos son claves a la hora de movernos por el terreno.
Call of Duty: Black Ops 4, el veredicto final
Treyarch, considerada por muchos como la mejor desarrolladora de la saga, está de regreso y ha demostrado que sabe hacer las cosas. Call of Duty: Black Ops 4 es, en cierto punto, más de lo mismo con todo lo bueno y malo que esto significa. Es que los fanáticos de la saga encontrarán en el título todo aquello que llevan amando desde hace años, pero no serán sorprendidos por ninguna innovación considerable más allá de Blackout.
La supresión del modo campaña sí que pudo resultar un fuerte giro durante el camino, sin embargo lo justificamos ahora que vemos cuánto trabajo han puesto en el multijugador. La parte competitiva vuelve a ser el punto más fuerte, con sus modos clásicos y los mejores mapas que hemos visto en años, Blackout es un battle royale que está a la altura de cualquier referente del género y el Modo Zombies sigue siendo una verdadera locura, esta vez multiplicada por tres.
Con muchas cosas que mejorar, como el apartado gráfico, y a la espera de nuevo contenido que lo mantenga vivo -no como pasó con WWII- afirmamos, sin miedo a equivocarnos, que Call of Duty: Black Ops 4 es la mejor entrega de la franquicia desde BO3.