Everspace es de esos juegos que nos hacen salir a contarle a todo el mundo que tienen que probarlo.
Saliste de un portal para entrar en una zona llena de asteroides, restos de naves espaciales y naves marcadas en rojo que están dispuestas a destruirte solamente porque las miraste mal. Tu computadora de abordo te avisa que esta zona es peligrosa, y que sólo vas a poder dar otro salto espacial si destruís a esa nave gigante que ves a lo lejos. Todo parece ser bastante fácil, excepto porque otras 10 naves saltan de sus propios portales y deciden pulverizarte por no escapar a tiempo.
Si bien Everspace cuenta con una cierta economía de recursos que se hace evidente al jugarlo por un rato, aún después de unas 15 horas lo que nos podamos encontrar luego de cada salto espacial sigue siendo una sorpresa. Como el mismo Everspace, uno de los mejores rogue-like del año y de los juegos más divertidos actualmente para PC y Xbox One.
Si hay que describirlo de manera formal, es un rogue-like mezclado con un simulador de combate aéreo. Algo así como si Elite Dangerous y FTL tuvieran un hijo con un 90% de aprobación en Steam.
Hay muchas cosas para destacar de Everspace, pero lo primero que hay que mencionar es que visualmente es un espectáculo. Al punto de que, aún en una PC low-end (pudimos probarlo en varias máquinas) los escenarios seguían dejándonos con la boca abierta. Y es que el diseño de los mapas está tan cuidado, que da la sensación de que podríamos seguir volando hacia el infinito si quisiéramos (plot twist: no podemos). Everspace puede ser jugado tanto en primera como en tercera persona, y la gente de RockFish Games lo desarrolló pensándolo para VR, así que si tenés un sistema de estos no dudes en darle una prueba.
La mecánica detrás de Everspace sigue la lógica de los rogue like: navegar, juntar loot, morir, repetir. Nuestro personaje viaja junto a su computadora de abordo, la cuál nos informará sobre nuestro estado y hará planteos sobre el tóno irónico del protagonista.
El juego se divide en niveles y sectores, cada uno definido por una paleta de colores y un planeta distinto que lo caracteriza. Para saltar de nivel en nivel nuestra nave perderá combustible, el cuál podremos conseguir destruyendo naves, comprándolo o minándolo de un asteroide. Así, en cada partida que juguemos no solo podremos conseguir materiales y componentes para sobrevivir, sino también créditos para mejorar nuestra nave, destrabar incluso otras y obtener beneficios como ganar más créditos o mejorar la reputación que tengamos con una facción aliada. Everspace nos ofrece al principio de cada run entre tres dificultades que nos dan distintas ventajas o penalizaciones, como un modo difícil que hará que nos invadan más rápido a costa de conseguir más créditos.
Si hablamos de invadir, hay que hablar del otro aspecto importante de Everspace. Que no sólo es un juego bonito, también es un gran simulador de combate. Nuestras naves cuentan con un gran arsenal, que va desde escopetas aéreas hasta rayos teledirigidos, pasando por una serie de casi 20 gadgets que nos permiten jugar como queramos.
En Everspace, a pesar de tener una economía de recursos limitados (porque sí, los enemigos son pocos y vamos a ver el mismo asteroide en todas las partidas) los peligros son muchos. Y las formas en las que podemos encontrarlos van desde una nave recorriendo un perímetro, agujeros negros, seres espaciales o incluso una flota completa que nos invade si nos quedamos mucho tiempo en un nivel. Sólo para que se den una idea:
Gran parte de la gracia de Everspace está en este micromanaging que tenemos que llevar adelante para sobrevivir: ¿debería recorrer el mapa buscando combustible, o atacar a esas 5 naves a costa de sufrir una invasión? ¿Debería mejorar mi metralleta o crear más misiles anti-escudos? Son estas pequeñas decisiones las que deciden nuestro camino en la historia, sobre todo en los niveles más avanzados donde no hay que buscar mucho para entrar a darse rosca contra otras naves.
Everspace cuenta con una historia, que no sólo justifica la mecánica repetitiva sino que está bastante bien implementada: podemos avanzar en la historia cada vez que conozcamos un nuevo sector (lo que nos destraba una cinemática) o a medida que nos crucemos con diferentes actores dentro del universo. En estos casos, nuestra computadora de abordo nos irá dando detalles de quién es quién, y qué hace.
Si bien el formato rogue-like no define un tiempo específico para terminar la historia del juego, por lo menos unas 10 horas son las necesarias para poder conseguir los updates básicos que nos dejarán llegar más lejos, como más combustible y mejor loot. Pero eso no importa mucho realmente, porque aún en su pequeñez, las sorpresas que nos puede dar Everspace son tan grandes como el universo que representa.