Jett: The Far Shore marca el regreso de Superbrothers junto a una nueva aventura atmosférica, aunque esta vez de lo más rara que hemos visto.
Siempre es algo digno de celebrar cuando un juego llega con una propuesta diferente,. Superbrothers lo sabe ya que cautivó al mundo hace años con Superbrothers: Sword & Sworcery EP, y ahora está listo para regresar de la mano de Jett: The Far Shore, una aventura de exploración espacial que nos ha dejado boquiabiertos, en todo sentido.
10 años pasaron desde que el estudio canadiense estrenó su primer juego y el año pasado sorprendió a propios y extraños siendo uno de los presentes en el Showcase de lanzamiento de PlayStation 5, donde anunciaron justamente Jett The Far Shore.
En esta aventura nos ponemos en la piel de Mei, una de las exploradoras designadas para encontrar un nuevo mundo en donde su remoto y olvidado pueblo pueda asentarse ya que se el mismo se encuentra al borde de la extinción. Acompañada por un grupo de Scouts y piloteando al Jett, la nave en la que desempeñaremos la mayor parte del juego, exploramos un mítico planeta oceánico, explorando su flora y fauna, mientras llevamos a cabo varias investigaciones con la intención de determinar la sustentabilidad de este nuevo ecosistema.
La otra parte del juego, y donde se hace foco en las relaciones humanas que se dan entre Mei y los demás tripulantes, se lleva adelante a través de una cámara en primera persona la cual se activa una vez que descendemos del Jett.
Si bien la idea de explorar y descubrir este mundo gracias a una serie de rompecabezas suena a priori atractiva, luego de las primeras dos horas de juego ya básicamente lo ves todo. Los desafíos mutan y cambian un poco, pero a grandes rasgos son siempre los mismos llevándonos a recoger objetos en nuestra nave en un punto X del planeta o a ir a investigar a una nueva criatura, y no son lo suficientemente atractivos como para sostener las 12 horas que aproximadamente dura la historia.
Por desgracia, el gran problema llega cuando nos centramos en la historia. Acá es donde todo se estanca en una meseta y no parece arrancar nunca ya que la idea que plantean de empatizar con los personajes no termina de formarse nunca y la aventura de por sí no nos lleva a ningún climax a lo largo de su historia siendo que recorremos el mapa en una llanura narrativa.
Los puzzles, la exploración y las transiciones del Jett a la primera persona no terminan de encajar y terminan perdiéndose en un limbo de términos científicos y diálogos, que por más bello resulte el idioma original, no es algo que termine jugándole a favor ya que puede ser complicado de seguir mientras piloteamos una nave a toda velocidad.
Lo más destacable que presenta Jett es la construcción de este nuevo mundo y todo el ambiente que lo rodea. Cuando la misión lo permite, resulta hermoso de explorar y conocer, llevándonos a querer dar vuelta cada esquina y recoveco. Sin embargo esto suele chocar con el ritmo que el juego mismo busca imponer ya que no termina dejando tiempo libre entre misión y misión, sumado a que el grueso de la exploración lo realizamos en la nave, aunque con ella apreciaremos unos maravillosos paisajes minimalistas.
En contraste, algo que resulta muy llamativo es el diseño de los personajes que eligió Superbrothers para este juego. Las figuras humanas tienen una construcción muy peculiar y extraña, contrastando el diseño de escenarios que habitamos. La dirección artística apuesta por un estilo minimalista en la construcción de los personajes, pero esto termina dándonos figuras casi de cera con nula expresión de sentimientos y emociones, y sumado a que es difícil interpretar la carga emocional de un idioma ficticio, esto termina chocando directamente con la intención de explorar las relaciones humanas que hace el título, algo que únicamente desciframos por los subtítulos que acompañan la historia.
Párrafo aparte se merece la composición musical del juego y es que los temas creados para esta aventura acompañan a la perfección en todo momento a la historia. Capaces de crear tensión cuando hace falta, o relajar e incluso tratar de hacernos ver que estamos ante un momento emocional, aunque el lenguaje y expresiones no permita que lo veamos, la música intenta corregir todas esas fallas y lo hace de forma soberbia.
Volviendo al hecho de que Jett: The Far Shore fue uno de los juegos elegidos para el Showcase de PlayStation 5 de finales del año pasado, es imposible no detenerse en las bondades de este título para con el apartado técnico de la consola de Sony. Y es que no solo explota al máximo la potencia técnica dándonos un bellísimo mapa, sino que también hace uso y de buena forma del DualSense. Ya sea la pesadez de nuestros movimientos a la hora de caminar una fauna silvestre, o la velocidad del Jett cuando surcamos los mares, todo pasa por nuestras manos con las vibraciones hápticas del control y es algo que pese al correr de los juegos, no deja de sorprendernos: cómo cada estudio puede reinventar esta función para mejorar la inmersión en la historia.
Conclusión
Jett: The Far Shore es una aventura única. Para bien o para mal, como cada uno reciba la experiencia, Superborthers nos plantea un viaje único de exploración, puzzles y vínculos, el cual debemos encarar con mente abierta ya que no vamos a encontrarnos con el clásico juego espacial, pero si elegimos sumergirnos en este mundo único, demos por hecho que vamos a estar ante una experiencia 100% nueva y original, difícil de comparar con otra.