Los creadores de Yakuza expanden la franquicia con un spin-off mucho más serio, pero igual de entretenido que cualquiera de las entregas protagonizadas por Kazuma Kiryu.
SEGA y Ryū Ga Gotoku vuelven al ruedo y lo hacen con su saga estrella, o mejor dicho con el universo de esta. Es que esta vez no estamos ante una nueva entrega de la reconocida Yakuza, sino que tenemos un spin-off de la misma que nos presenta a un nuevo protagonista, una nueva historia bastante más oscura y todas las grandezas que bien sabe proveer el barrio de Kamurocho.
En Judgment conocemos a Takayuki Yagami (Tak), un abogado que supo ser muy reconocido en el pasado pero que por un giro trágico en su vida decidió convertirse en un detective privado y utilizar todas sus habilidades para hacer justicia por mano propia. Pero las cosas en las calles de Japón no son nada fáciles y todo en su vida se complica cuando sigue las pistas de un asesino en serie que parece estar involucrado con la mafia.
Buscando justicia
En primer lugar vamos a destacar que Judgment nos parece el videojuego ideal para involucrarse en el universo de Yakuza, siendo un spin-off que poca relación argumental tiene con la saga central y que nos permite dar una probada a todo lo que esta tiene para ofrecer, tanto de su estilo tan particular como de su rico mundo lleno de contenidos. En lo que respecta a esta nueva creación de Ryū Ga Gotoku podíamos esperar una historia de peso, de esas que nos mantienen enganchados de principio a fin y por suerte no nos ha decepcionado. Es cierto que le cuesta arrancar y que las primeras horas pueden hacerse más pesadas de lo que nos gusta, pero una vez que arranca es imposible no involucrarse con una trama violenta, oscura y repleta de giros inesperados.
Lo lindo de la historia del juego es que no es a gran escala, no estamos salvando al mundo ni controlamos a un superhéroe. De hecho todo lo contrario, somos un detective privado que tiene que trabajar para conseguir cada pista y recorrer peligrosos rincones para hacerse de los contactos necesarios, con el fin de resolver un sangriento misterio y así redimir una deuda moral que pesa en sus espaldas. Pero no se dejen engañar, los hechos abarcan temas mucho más sustanciales de los que cabría esperar, metiéndose entre la mafia, los asesinos impunes e incluso la corrupción que existe entre quienes deberían impartir justicia. Esta narrativa cobra gran fuerza gracias a un guion impecable, a unos diálogos increíblemente verosímiles y a una fotografía repleta de encuadres dignos de las mejores películas del cine oriental.
Completan una fórmula perfecta los grandes personajes que se encargan de llevar a cabo toda esta aventura. Comenzando por el protagonista, Takayuki Yagami, podemos decir que es alguien con quien empatizamos fácilmente gracias a su personalidad que combina humor, seriedad y algo de acidez en cuotas perfectamente equilibradas como para que no desentone con su papel de investigador. Los personajes secundarios también están a la altura, tanto los entrañables que nos ayudarán a resolver las cosas como los detestables que estarán ahí para complicarnos todo, incluso poniendo en riesgo nuestra vida en más de una ocasión.
El Tigre, la Grulla y el detective
Y por supuesto que no podemos pasearnos pacíficamente por el barrio de Kamurocho, por lo que resulta clave hablar del sistema de pelea. A grandes rasgos debemos decir que mantiene todo lo visto en la saga Yakuza y agrega un par de elementos nuevos. Entonces, por un lado se siente demasiado reciclado a la vez que se le empiezan a notar las telas de araña al asunto, pero también sigue siendo tanto entretenido como siempre y estas nuevas mecánicas sí que hacen todo mucho más vistoso. En cuanto a las novedades debemos destacar la posibilidad de poder saltar contra las paredes, impulsarnos y golpear, elemento que se convierte en el puntapié para un combate mucho más fluido y ágil que nunca. También se agrega la posibilidad de recibir heridas letales, que nos complican un poco la existencia y nos obligan ir al médico o bien andar siempre con botiquines encima.
Sin embargo la gran novedad es la posibilidad de cambiar el estilo de lucha, pudiendo variar entre el Tigre y la Grulla. El primero está enfocado en los enfrentamientos contra un solo contrincante, con golpes más directores que quitan una mayor cantidad de salud, mientras que el segundo nos provee de habilidades más abarcativas para afectar a varios objetivos a la vez y créannos que esto ocurre bastante seguido. Por supuesto que también siguen ahí todos aquellos recursos clásicos, como la posibilidad de robar objetos a los enemigos o tomar otros de la calle para realizar ejecuciones tan letales como vistosas y una amplio listado de nuevas habilidades que podremos ir desbloqueando conforme ganemos puntos de experiencia.
Pero en Judgment no somos un yakuza y abrirnos el camino a puñetazos no es la única opción. De hecho ser un detective resulta en la principal novedad, la cual introduce una serie de mecánicas nuevas que le dan un aire fresco a la aventura. Como buen investigador privado deberemos seguir a diferentes objetivos sin que nos descubran, peinar zonas en busca de pistas, perseguir a delincuentes a las corridas, sacar fotos infragantis e incluso espiar a personas específicas por medio de un dron que podemos controlar a través del celular. Es cierto que por momentos se pueden volver algo repetitivas estas características y que incluso podrían haber sido mucho más profundas, pero aún así sirve como para que no se convierta en un golpear, golpear y golpear.
Kamurocho con sus mil y un posibilidades
Quienes ya hayan visitado en barrio de Kamurocho en la saga Yakuza sabrán con lo que se encontrarán, pero quienes lo hagan por primera vez en Judgment podrán dejarse sorprender por todas las posibilidades que este ofrece. Es cierto que se sigue quedando algo chico y que se necesitan demasiado al menos algunas expansiones a las que aunque sea podamos acceder mediante un taxi, pero no por eso se nos imposibilita perdernos durante horas y horas en sus rincones haciendo de todo un poco.
Es que parte de la magia de las obras de Ryū Ga Gotoku radica en todo lo que pasa por fuera de las misiones principales, en todas esas actividades secundarias tan entretenidas como disparatadas. En este sentido debemos decir que no hay nada tan bizarro ni ridículo como en la saga madre, pero aún así hay mucho por hacer. Los casos secundarios, en los que debemos desenmascarar a maridos infieles o fotografiar a gatos perdidos, son unas de las principales novedades. También se suman las amistades, que podemos establecer con los diferentes miembros de la comunidad y que pueden abrirnos paso a más actividades secundarias. Al mismo tiempo, seguimos contando con las posibilidades clásicas como ir a probar uno de los deliciosos platos que nos ofrecen los locales de comida, competir en carreras de drones, salir con nuestra novia o echarnos unas partidas en los fichines, que nos regalan remasterizaciones bastante completas de míticos juegos como Fighting Vipers, Puyo Puyo, Virtua Fighers 5 e incluso House of the Dead, las cuales hasta podemos disfrutar junto a un amigo.
En cuanto a la recreación del barrio en sí, no hay nada que podamos reprochar, es un verdadero lujo. Es cierto, Kamurocho sigue siendo demasiado chico, pero sus calles son fantásticas y están trabajadas hasta el más mínimo detalle con comercios de todos los tipos y edificios que nunca se repiten. Para los amantes de los territorios nipones resulta en un verdadero placer recorrer sus calles y deambular entre locales bien típicos del país del sol naciente.
Vapor y luces de neón – Apartado Técnico
Tras las remasterizaciones del último tiempo SEGA nos ha demostrado sobradamente de todo lo que es capaz el motor Dragon Engine, que en Judgment vuelve a hacer un gran trabajo regalándonos unos gráficos que por momentos se tornan hasta fotorealistas. Más allá de la gran recreación de las calles de Kamurocho, también tenemos que hacer foco en el modelado de los personajes que se destacan por la gran expresividad de los rostros. A nivel diseño también muestra el exquisito sentido del gusto que tiene el equipo de desarrollo, como podemos esperar de la mayoría de los estudios japoneses.
El sonido se mantiene a la altura, incluyendo una gran banda musical que acompaña a la perfección a cada momento de la aventura y a un trabajo por parte de los actores excepcional, por lo que recomendamos elegir el audio en japonés para disfrutar de la mejor experiencia. Y si de idioma hablamos tenemos que destacar que el juego viene subtitulado al español, un hito para el estudio y un detalle que agradecemos enormemente.
¿Hay algo técnico que podamos reprocharle? Bueno en algunos momentos el rendimiento decae un poco y se sienten algunas caídas en el frame rate algo molestas, mientras que ciertas pantallas de carga las notamos algo excesivas para el tamaño de la producción y se olvidaron de traducir algún que otro texto.
Judgment, el veredicto final
SEGA y Ryū Ga Gotoku vuelven a la carga con el universo de Yakuza, pero esta vez regalándonos una historia mucho más oscura y profunda, a la que le cuesta arrancar pero que una vez que lo hace nos mantiene atrapados hasta el final. Tak, su protagonista, suma mucho a la ecuación al igual que sus carismáticos personajes secundarios.
Pero bien sabemos que pasa mucho por fuera de las misiones principales en las obras del estudio y Judgment no es la excepción. Siempre que queramos darnos un descanso después de perseguir a un asesino en serie y lidiar con la mafia, podemos disfrutar de un sinfín de actividades secundarias que van desde salir con nuestra novia hasta pasar horas en los fichines junto a míticos juegos de la compañía nipona.
Puede que Judgment no sea todo lo innovador que se esperaría para un spin-off y que las pocas novedades que presenta no estén lo suficientemente explotadas, pero nos parece una opción ideal para todos aquellos que quieran sumergirse por primera vez en la obra de Ryū Ga Gotoku, sobre todo si el idioma fue algo que los privó en el pasado.