Madden NFL 23 juega con la nostalgia de los fans para camuflar las modificaciones y novedades que llegan en esta edición, destinadas a profundizar la evolución de sus mecánicas.
El fútbol americano no es uno de los deportes más populares en la región, no solo en Argentina sino Sudamérica en su conjunto. Esto queda en evidencia con, por ejemplo, la nula competencia que tiene Madden en el mercado gamer, pero tampoco ese interés de abrir un poco el scope y llegar a nuevos públicos. La nula localización idiomática del juego – solo viene en inglés – es un reclamo que el puñado de fans Latinoamericanos vienen reclamando desde hace años sin éxito.
En esta conjunción de ideas, Madden NFL ’23 representa la visión de mercado que tiene EA Sports frente a esta franquicia, no solo en componentes sino también en su estructura jugable, que viene siguiendo una línea desde hace 2 ediciones y cada nueva entrega está en la búsqueda de profundizar cada vez más esta filosofiía: partidas intensas, muy tácticas, cocinadas jugada a jugada, pero ofreciendo cada vez más una mayor libertad a los jugadores para que la simulación de los encuentros hiperrealista, complementada por el potencial de la actual generación de consolas, que a nivel audiovisual sigue por debajo de lo esperado pero que el plus del uso del DualSense es una cuota de inmersión adicional.
El legado de John Madden
La impronta e imagen del esta edición de la franquicia está centrada precisamente en John Madden, el histórico jugador, coach y a posteriori comentarista que falleció en diciembre del año pasado y que es quien lleva el nombre de esta longeva saga nacida en 1988. De hecho, en las presentaciones de diferentes partes del juego se pueden observar esa línea de tiempo con diferentes fragmentos de títulos anteriores.
El legado de John Madden traspasa el campo de juego y al solo iniciar Madden NFL ’23 nos empapan su historia en el joystick, pudiendo jugar un partido de prueba, para calentar motores y conocer las nuevas mecánicas de esta edición, con jugadores históricos y “versiones” de esta celebridad como técnico en el banco. Acá vamos a poder controlar a jugadores mega conocidos (incluso para los ignotos de este deporte) como Tom Brady, Brett Favre o Randy Moss, y que de yapa es un mimo nostálgico para los seguidores tanto de la NFL como de esta franquicia.
El homenaje a John Madden atraviesa de forma transversal toda la propuesta, embebiendo ese legado deportivo y generacional de la franquicia en los diferentes modos de juego y configuraciones. Obviamente Madden NFL ’23 no se estanca solo en este merecido tributo, sino que en la cancha hay varias novedades respecto a su edición anterior, bastante críticada entre la prensa especializada por considerarse un retroceso en el camino construido, acumulado también por bugs y una IA que a nivel defensivo dejaba mucho que desear, incluso en sus niveles más exigentes.

Las mejoras sustanciales de Madden se apalancan entonces en puntos rudimentarios de la experiencia: los pases, la defensa y la capacidad de personalizar el nivel de simulación de las partidas, pero EA Sports quiso presentar en el “FieldSense” su principal caballito de novedades y solo disponible en las versiones de PlayStation 5 y Xbox Series X|S
FieldSENSE es, en otras palabras, un cúmulo de animaciones y movimientos añadidos a los jugadores que llevan la experiencia jugable a una nueva cuota de realismo; y las diferencias técnicas en comparación a sus ediciones anteriores se palpa en la cancha. Si sos jugadores de FIFA, la comparación es clara porque estamos ante la misma empresa: movimientos, tanto nuestros como de la IA, que aplican una cuota extra de realismo y a evitar robotizar los desplazamientos de los jugadores dentro del campo. Si bien todavía creemos que la actual generación de consolas está en la punta del iceberg todavía, esta edición es una progresión en este sentido, algo que en la versión de PS5 se complementa con el DualSense, lógicamente aplicado con las vibraciones hápticas y los gatillos a presión para la intensidad de los pases y la fricción de los jugadores.

Esta novedad en Madden NFL ’23 hace que las acciones que vemos en la cancha se sientan más naturales y mejor ejecutadas: intercepciones de pase, lanzamientos del balón, tackles, corridas y las fricción de los jugadores combatiendo yarda a yarda. Este agregado se contrapone sustancialmente con el rendimiento a nivel técnico y audiovisual: a dos años de la llegada de la nueva generación de consolas, todavía no hay un salto disruptivo en cuanto a gráficos, algo que no acompaña ese despliegue de animaciones y desplazamientos de los jugadores.
Volviendo al plano jugable, esta nueva edición de la franquicia ofrece una mayor dosis de libertad en la toma de decisiones y la ejecución de las jugadas. Primero y principal, el sistema de pases fue profundizado para darnos una precisión quirúrgica con un nuevo sistema que se apoya en darnos un control total tanto en la trayectoria, movimiento y potencia que le damos al balón. Un sistema que lleva su tiempo acostumbrarse – en los modos offline hay una breve ralentización que ayuda a tomarle la mano – porque todo sucede en tiempo real, con una defensa que nos come los talones y el tiempo que corre en nuestra contra.

Esta precisión añadida – que siempre se puede configurar para automatizar – compone una mayor elaboración dentro de las dinámicas de los partidos. El riesgo de error puede ser mayor, pero agarrarle la mano a la diversidad de estos pases, complementado por las jugadas de pizarra, nos acerca mucho más al touchdown. La composición de los agregados jugables en los controles y FieldSense se complementa con una mejorada IA, principalmente en los conceptos defensivos. Una de las grandes quejas de las últimas ediciones era que en, muchas ocasiones, los compañeros de equipo no respondían correctamente a las jugadas armadas o al seguimiento de los rivales para interceptas balones o hacer tackleos de corte. Sobre el tackle, se agregó también a las novedades jugable una estancia de ayuda extra en las posiciones ofensivas llamada Stand-Up Tackles, que consiste de un resto extra de resistencia para aguantar los embates y no caer derribado. Si apretamos correctamente los botones, podemos sumar un plus de yardas adicionales.
La sensación de jugabilidad mantiene la misma línea continuísta de los últimos Madden: un título que tiene una cantidad de información abrumadora en pantalla, donde a pesar de su estrategia y dinámica pausada todo sucede en cuestión de segundos, con una tónica que continúa excluyendo a aquellos jugadores casuales que quieren probar un poco de Fútbol Americano. Estamos seguros de que el público que juega Madden año tras año celebra estas importantes mejoras en la inmersión que propone esta nueva edición de la franquicia, pero también no es un dato menor que todavía EA Sports no pueda encontrarle la vuelta a la solución de tantos bugs y errores que pueden entorpecer la dinámica de los partidos; algo no tan frecuente en otros títulos deportivos. La IA mejorada llegó para solucionar muchas de esas fallas molestas es la posición de los jugadores oesos tackleos invisibles, pero algunos glitches todavía siguen diciendo presente.

Los modos jugables de Madden NFL ’23 casi que no tiene grandes modificaciones en cuanto a su edición anterior, con modificaciones sútiles en algunas de sus estructuras; es como si EA Sports quiere continuar puliendo todo lo relacionado al campo de juego para ofrecer algo disruptivo dentro de sus opciones de contenido en una futura edición. Su “Madden Ultimate Team” es el modo que mejores cambios recibió, pero todos relacionados principalmente a la interfaz y la experiencia de usuario. La gestión de la plantilla es más dinámica y ágil, con una información más detalla del drafteo y la posición de los jugadores.
A diferencia de FIFA, EA Sports continúa apostando en Madden con una apuesta más cinemática y de historia con otra entrega de Face of the Franchise, con un cambio en la perspectiva de su narrativa, para ir directamente al mundo de la NFL y todas las posibilidades que conlleva. En esta entrega, hay más opciones disponibles, con tareas secundarias entre partidos para mejorar los atributo de nuestro jugador y relacionarnos con otras personas dentro de este mundo. Todavía los juegos deportivos no encontraron la vuelta para hacer de este tipo de modos atráctivos e interesantes de principio a fin; no por nada FIFA comenzó con The Journey y lo desestimó tras 2 ediciones. En este caso, FotF sigue siendo correcto, pero mientras no propongan algo más disruptivos no es algo que vaya a despertar un interés realmente genuino cuando el verdadero disfrute siempre va a estar dentro del juego.

Conclusión
Madden NFL ’23 es un regocijo absoluto para los fans del fútbol americano y sobre todo aún en los que aman esta franquicia: ese legado de casi 25 años en el mundo del gaming traspasa la pantalla con guiños bien ejecutados. En el campo de juego, la mejora frente a sus dos últimas ediciones es sustancial y la apuesta es clara: ofrecer cada vez más libertad al jugador para tomar decisiones realmente determinantes en todas las jugadas y abandonar esa azarosidad de la automatización.
Sin embargo, esta edición es un reflejo de la realidad de EA Sports en cuanto a sus franquicias deportivas: el continuísmo de los últimos años sigue siendo cada vez más pronunciado, y a dos años de haber comenzado una nueva generación de consolas, hay una necesidad de un lavado de cara en todos los aspectos.
