Después de años de rumores, y sin previo anuncio, Nintendo y Retro Studios nos invitan a revisitar Tallon IV con la llegada de Metroid Prime: Remastered.
En el transcurso de los años, la industria de los videojuegos nos fue ofreciendo una interminable biblioteca de títulos, tan extensa que hoy sería imposible que alcance una vida para visitarla completa. Pero entre este torrente “infinito” de opciones, cada tanto emerge lo que conocemos como un clásico. Un juego que por una razón u otra, logra trascender tiempo, consolas y espacio. Una entrega que la crítica unánimemente clasifica en los más altos estratos de calidad.
La primera entrega de Metroid Prime caló profundo su lugar en estas listas. Si buscamos los juegos mejor puntuados de la historia, todavía aparece entre los primeros por haber tenido una puntuación promedio casi perfecta, de 97 sobre 100. Una posición que comparte con entregas como Red Dead Redemption II, Elden Ring, LoZ: Breath of the Wild y GTA V.
Esto explica la llegada de la versión Remastered a Nintendo Switch. Un reclamo a la autoridad que tiene la franquicia y en particular la saga Prime creada por Retro Studios, que espera continuación desde hace 15 años. Si Nintendo está buscando revivir el fenómeno la fama de Samus al máximo en su última generación de consolas, ¿qué mejor forma de hacerlo que con uno de los puntos más altos de las aventuras de esta cazarecompensas?
Pero suficiente con las medallas, títulos, bombos y platillos. Vamos a lo concreto y hablemos del juego en cuestión.
Un versión poco tradicional de FPS
La saga se caracteriza por haber creado junto a Castlevania un género con foco en la exploración por sobre la linealidad. Y este mismo ADN que replicó Metroid en sus primeras entregas tuvo la oportunidad de desafiarse con la llegada de la saga a la GameCube. Al igual que había hecho Ocarina of Time con Zelda, Prime necesitó transformar su fórmula para pasar al 3D. Y lo hizo adoptando recursos del FPS (first person shooter) para crear un híbrido de acción y aventuras. Y decimos híbrido, por dos razones.
Metroid centra su experiencia en la exploración, la resolución de pruebas con ingenio, reconociendo los patrones y comportamientos de los enemigos, avanzar con destreza entre plataformas, y utilizar correctamente una serie de armas y habilidades que vamos incorporando a medida que progresamos en la historia. Lo que le resta mucha importancia al combate armado sobre el total del juego.
Pero, fundamentalmente, hubo un asunto técnico y es que en su lanzamiento Metroid Prime no contaba con las herramientas para hacerse del nombre de FPS hecho y derecho. Los controles de la GameCube no tenían la precisión necesaria, y por eso se incorporó un sistema de puntería asistida que aliviana mucho la carga en el jugador.
Esto a su vez significa una jugabilidad que por lo general es bastante amena en cuanto a dificultad. Los enemigos suelen ser predecibles, los acertijos a resolver bastante sencillos; pero esto no es decir que no sean entretenidos, al contrario. Al estar tan atada la resolución de los problemas del juego con la progresión y consecuente obtención de equipamiento, cada victoria y puzzle superado se siente como una conquista merecida, y una parte de un ritmo, por momentos pausado y por momentos frenético. Cuanto más profundizamos en el juego, más armas y habilidades conseguimos, y más atrapante se vuelve la experiencia de Metroid Prime.
Una experiencia para todos los sentidos
E ir más profundo, en Metroid, significa más profundo. Los títulos de Metroid siempre se caracterizaron por estar tremendamente inspirados por los géneros cinematográficos de suspenso y ciencia ficción. Y la ambientación, en esta entrega en particular, se hace notar.
Metroid Prime en su mayoría transcurre en Tallon IV, un planeta que supo albergar vida inteligente muchos años atrás, pero que acabó deshabitado por la catástrofe bioambiental que trajo la colisión de un misterioso y devastador meteorito. Hoy, las ruinas de lo que supo ser parte de la civilización Chozo, es hogar de cientos de especies mutantes, y del morboso laboratorio donde los Piratas Espaciales experimentan con la ambición de dominar la galaxia.
A Samus le corresponde recorrer el planeta para detener la misión de los Piratas. Atravesando las ruinas de las ciudades Chozo, el corazón magmático del planeta, sus gélidas cavernas, el naufragio de una nave espacial estrellada y unas minas de materiales radioactivos. Cada ambiente con una diversa flora y fauna, ambientación musical y desafíos particulares.
Cada habitación, criatura y rincón exuda su propia historia. Los ambientes de Metroid Prime: Remastered están hechos con tanto cuidado y detalle, que es fácil sentir cómo Tallon IV vive y respira. Los templos abandonados y derruidos por el paso del tiempo, las enormes cavernas con sus pasadizos y tecnología geotérmica, los enroscados árboles que hacen de caminos, y las deformes criaturas que nos vamos encontrando; cada elemento, un instrumento en la orquesta que hace al clima de este juego.
Pero ningún elemento está tan presente en este juego como la soledad. La tremenda soledad que vivimos encarnando a Samus en su aventura. Porque en todo el juego no hay una sola conversación, nada que sirva de apoyo contra la amenaza pirata. Toda pieza de información que recibimos sobre el contexto y objetivos, nos la brinda el ambiente y el más importante aliado de la cazarrecompensas, su confiable traje de poder. Y esta técnica narrativa es parte fundamental del clima; el juego no nos ensarta forzosamente una historia, sino que es responsabilidad de cada jugador sumergirse (o no) en lo que sucedió en este planeta hace tantos años, y qué es lo que pretenden hacer ahora los piratas.
Sin embargo, para algunos será suficiente información contextual la música que acompaña cada escena. Creada específicamente para brindar todo el tono que la imagen no termina de aportar y de la narrativa que alguien se podría perder. La banda sonora de Metroid Prime se encarga virtuosamente de ir denotando cuando estamos en clima de analizar, resolver, correr, pelear; cuándo sentir repulsión de la corrupción de Tallon IV, cuándo estar atentos de los guardianes piratas y especialmente, cómo vive Samus su solitaria aventura en el planeta abandonado. Con una instrumentación más que nada sintetizada con instrumentos digitales, podemos sentir el ADN de Metroid, entre tecnológico y de suspenso, en esta ocasión corrupto, pero a la vez esperanzador y con tintes heroicos.
Los clásicos son clásicos, ¿y el remastered?
Retro Studios fue la empresa encargada de remasterizar esta obra, los mismos que originalmente la compusieron. Lo que seguramente influyó en que la transición al 2023 sea tan consistente y pulcra. Sabían que la pieza original tenía muchos recursos para sobrevivir al paso del tiempo, y bastó con algunas mejoras para hacer un gran juego. Mejoras importantes, pero que no afectan en lo que al corazón de este título respecta.
Hubo ajustes en el esquema de controles. Este era el problema más grande del juego original, y ahora cada jugador puede elegir su forma favorita de encarar sus partidas, e incluso ir un poco más al detalle del funcionamiento de sus controles. En principio, la Nintendo Switch trae el par de joysticks analógicos que le faltaban a la GameCube, lo que permite apuntar con mucha más fluidez el cañón de Samus si es que elegimos esta forma de jugar. Y si bien esa es la que viene por defecto (y probablemente la preferida de quienes alguna vez hayan jugado un FPS) también tiene la opción de encararlo en la modalidad original de GameCube, o incluso aprovechando los giroscopios de los controles de Switch para replicar la experiencia de la versión de Wii.
También se agregó la opción de usar las narraciones que se incluyeron en las versiones europeas y japonesas del juego, que habían sido omitidas en los juegos del mercado americano. Sin embargo son agregados muy escasos, y no afectan mucho a la experiencia general de jugo. Lo mismo con el contenido extra, se agregaron varias piezas de artes conceptuales y la opción de pasar por la biblioteca de música; un cambio pequeño que de seguro algunos apreciarán, pero honestamente intrascendental.
Distinto es el caso de los ajustes de accesibilidad que se incluyeron. Los colores son un recurso importante del que hace uso el juego para encarar algunos desafíos, lo que probablemente dejó afuera a bastantes personas con alguna variedad de daltonismo. Esto debería dejar de ser un problema con los modos asistidos que ofrece Metroid Prime: Remastered, que son ajustables según la condición y necesidad de cada jugador.
Pero entre todo, lo más importante, y lo que definiría si el juego se elevaba triunfalmente por los aires o si estrellaba cual trasbordador pirata, son los gráficos. Originalmente Prime se había caracterizado por una calidad visual digna de la última generación de gráficos generados en computadora. Pero del 2002 pasó mucho tiempo, y para vivir en los estándares actuales, Metroid Prime: Remastered necesitó una pulida de armadura profunda. Y el resultado es magistral. Se cambian totalmente texturas, luces y sombras, efectos de partículas, y cantidad de polígonos. En varios de los casos, da la impresión de que algunos de los personajes y figuras fueron modeladas desde cero para poder adaptarse a los tiempos que corren. En otros, las texturas que se incluyeron agregaron una enorme profundidad de detalles en lo que parecía ser secundario.
Con esto en consideración, es solo justo decir que Retro Studios se lució. Tuvo en claro específicamente qué tenía que ajustar para hacer que su juego brille una vez más, y lo hizo a la perfección.
¿Pero esto significa que Metroid Prime: Remastered es un clásico por su cuenta? Sería difícil decirlo. Por un lado, es la mejor versión de un clásico del 2002, con mejoras de calidad totalmente necesarias a un juego que a pesar de los años sigue estando a la altura de su reputación. Pero, sin embargo, las cosas que revolucionó Prime cuando estaba recién empezando el milenio, ya fueron tomadas y mejoradas por muchos juegos, desarrollando las posibilidades narrativas y de jugabilidad. Vivir los clásicos es muy importante para los gamers de vocación, sin embargo no es lo mismo que vivir el estado del arte de la industria en la actualidad.
En dónde quedamos y hacia dónde vamos
Como comentamos al empezar, Metroid Prime: Remastered tiene un papel clave en los planes de Nintendo con una de sus franquicias más importantes. 2022 nos trajo el renacimiento de Metroid con el lanzamiento de Dread, un proyecto que había sido encajonado alrededor del 2008; y el paso siguiente que todo el mundo espera (especialmente porque su desarrollo fue anunciado hace 5 años) es la llegada de Metroid Prime 4, la continuación a la trilogía que no veía la luz desde los tiempos de Nintendo Wii.
Tanto los fanáticos que acompañaron a la cazarecompensas desde Zebes, como quienes conocieron el universo de Samus con Dread, y solo vivieron la experiencia Metroid en dos dimensiones, tienen la oportunidad de experimentar este clásico en su mejor versión hasta la fecha. Y especialmente de preparar el camino para la cuarta entrega que promete seguir revolucionando la serie.
Y es quizás este, a su vez, el único punto de dolor de este título que, todo lo que tenía que hacer, lo hizo bien. Metroid Prime: Remastered no es Metroid Prime 4, no importa cuán bueno sea. Es la versión 2023 de un juego de 2002.
Es una gran idea, sin duda. Porque cuando la gente vea el lanzamiento del juego que todavía estamos esperando, va a ser una cuarta entrega en una saga que quizás no probaron. No es igual que Breath of the Wild, porque Zelda tiene una (confusa) cronología que permite la inserción de nuevos jugadores en todas las entregas. Metroid no, si bien no suele ser tan lineal, la saga Prime puntualmente lo es. Y Metroid Prime: Remastered es la forma accesible de achicar la brecha. Incluso el precio reducido lo da a entender (en contraste con el precio full de Link’s Awakening).
Ahora, que tengamos el primer juego de la saga remasterizado, es un punto que abre más dudas también. ¿Se vienen el segundo y tercero también?, ¿o nos vamos a quedar con este y “buena suerte” hasta Prime 4? No lo sabemos. Cuando se empezó a rumorear de la remasterización, se hablaba de un juego que incluya la trilogía completa como lo hizo en Wii y Wii U. Sin embargo, la adaptación gráfica supera con creces las expectativas para este título independientemente. Si siguieran este modelo y Nintendo vendiese las versiones remasterizadas, a este nivel, de Echoes y Corruption, entonces el “descuento” del precio terminaría significando un abultado costo para tener acceso al cuarto juego.
Para saber cómo resulta esta historia habrá que esperar. Para entender si Metroid Prime: Remastered es el primero de tres, o el único de la trilogía. Conocer finalmente las intenciones de Nintendo con Metroid Prime 4, después de cinco años sin siquiera mínimas noticias. Y para finalmente saber si veremos el regreso que Samus se merece, o si quedará otra vez dentro de la larga lista de proyectos tachados de Nintendo, y solo ruinas para visitar, de lo que supo ser un vasto universo. Solo el tiempo lo dirá.