Ed Boon y su ejército de luchadores están de regreso para la undécima entrega de la mítica saga de lucha, que tiene todo lo que aman los fans y mucho más.
Klásicos si los hay y lo decimos con K para hacer honor al fiel estilo de Mortal Kombat, la mítica saga que esta vez llega a las consolas de la actual generación con una undécima entrega que claramente planea quedarse con nosotros durante mucho tiempo. Y no pensamos quejarnos, ya que hemos encontrado en su expandido universo cosas para hacer durante días, semanas, meses y años.
Una historia de película
Comenzar con la historia nos parece una buena opción y desde el vamos tenemos que decir que hemos quedado sorprendidos. El modo campaña ya había presentado un salto de calidad del 9 al X y con Mortal Kombat 11 el equipo de NetherRealm Studios ha ido a más. No esperen una trama profunda, con giros inesperados o que sea capaz de conmover, más bien se parece a una película de clase B en la que todo el tiempo se suceden excusas que siempre acaban en peleas y con sangre corriendo a borbotones. Eso sí, nos parece todo un acierto el recurso de los viajes en el tiempo ya que les ha permitido jugar aún más con sus carismáticos personajes y ha sido la razón perfecta para traer a muchos de los que habían muerto o quedado en el olvido.
Más allá de lo que se cuenta resulta un tanto simplista a grandes rasgos, desde el equipo de desarrollo han trabajado mucho más de lo que cabría esperar. Este trabajo se nota en detalles que podrían pasar desapercibidos a ojos de quienes vayan directo a las peleas, pero que suben el valor de la experiencia para quienes sepan apreciarlos. Caso es el de los diálogos, todos ellos muy creativos con toques de comedia dentro de lo que el contexto permite, o de los muy trabajados escenarios en los que transcurren los hechos.
Vamos a lo que importa: los Kombates
La saga siempre ha tenido esta cosa que le permite ser disfrutable tanto por jugadores casuales, como por quienes quieran llevar las cosas a un nivel competitivo y Mortal Kombat 11 no es la excepción. Aunque a grandes rasgos mantiene el estilo de pelea de siempre, esta nueva entrega sabe aportar los suficientes elementos como para que la cosa se siente fresca. Quienes pasen de vez en cuanto a darse un par de golpes en alguno de sus muchos modos la pasarán genial, mientras que los que quieran practicar durante horas cada día e intentar ser invencible podrán aprovechar su alta curva de aprendizaje en la que incluso se cuentan los cuadros por segundo de cada golpe o poder.
En cuanto al elemento gore infaltable en la franquicia, aún no podemos creer lo que vamos a afirmar: esta entrega es aún más sangrienta que las anteriores. Combos que desparraman sangre por todos lados, golpes precisos que rompen huesos y las infaltables Fatalities que estampan las vísceras de los personajes contra la cámara. Todo eso que tanto gusta a los fanáticos está ahí y llevado un paso más allá, con muchísima creatividad como acostumbran sobre todo a la hora de dar la estocada final al rival (las Fatalities son las mejores que hemos visto en la saga).
Y para repartir puñetazos por acá y por allá contamos con un roster que mantiene a varios de los personajes de las últimas partes, trae a varios que estaban desaparecidos y también presenta algunas caras nuevas. Carisma es la palabra que mejor caracteriza a todos, cada uno con su personalidad y con un estilo de pelea único. Es un verdadero placer descubrir qué son capaces de hacer y satisfacción es la palabra que le hace justicia al momento en que notamos que hemos dominado sus estilos. A todo esto hay que sumarle una lista de escenarios mucho más amplia que cualquiera vista hasta la fecha, no solo en cantidad sino también en calidad.
Mucho para hacer y… ¿para pagar?
Los primeros pasos en Mortal Kombat 11 pueden ser un poco abrumadores y lo decimos en buen sentido, ya que nos tardamos en notar la impresionante cantidad de contenido que hay. Comenzando por los modos, encontramos en el juego de NetherRealm el clásico versus local, la campaña, los distintos modos online y las Torres clásicas y del Tiempo. Todo esto ya de por sí nos asegura horas y horas de cosas que hacer, pero el asunto explota cuando vamos a la sección de personalización: decenas y decenas de accesorios -incluyendo máscaras, trajes y armas- para cada uno de los personajes. ¡Es una locura!
¿Cómo accedemos a ellas? La Kripta de MKX está de regreso pero a otro nivel. Esta vez es un enorme mapa ubicado en la isla de Shang Tsung (encarnado por el mismísimo Cary-Hiroyuki Tagawa) en el que encontramos cajas de botín esparcidas por todas partes, que podemos abrir con las diferentes monedas del juego. Al principio es divertido descubrir y recorrer los diferentes caminos obteniendo nuevas habilidades o revelando secretos es muy interesante, pero también puede resultar un camino tedioso para quienes quieran ir directamente a la recompensas. Además, desaprobamos por completo este sistema de desbloqueo aleatorio: pocas veces vas por lo que realmente querés y en la mitad de las ocasiones terminás desbloqueando un accesorio que no querías para un personaje que nunca usas.
Por supuesto que desde NetherRealm Studios nos dan una solución: pagar dinero real. De más está decir que desde Geeky siempre nos oponemos a las microtransacciones y más aún como lo son en este caso, que prácticamente todo el tiempo te invitan a pagar. Claro que todo se puede obtener dedicando horas al juego, pero si calculamos cuánto deberíamos dedicar al día para obtener todo el contenido mejor nos olvidamos de nuestra vida social. Intentando verle el lado positivo al asunto, si es que se puede, si tenemos en cuenta esta política y los futuros personajes que llegarán en forma de DLC está más que claro que los planes del estudio para está undécima entrega están pensados para darle vida durante años.
Entre sangre y vísceras, un deleite audiovisual
El salto gráfico de MK9 a MKX fue enorme, pero Mortal Kombat 11 ha dado el salto que tanto se necesitaba. A nivel visual el juego es espectacular, con un desempeño sorprendente del Unreal Engine 3, gracias a sus escenarios y personajes. Los lugares en los que peleamos son increíbles, están más trabajados que nunca y los elementos que se muevan siempre suman. Pero lo más destacable es el diseño de los personajes, los cuales lucen más realistas que en cualquier otra entrega.
A nivel sonoro el juego también se gana el premio mayor. En cuanto a todo lo que escuchamos durante las peleas (incluyendo golpes, tripas esparcidas y todo lo demás) mantiene el nivel al que estamos acostumbrados y da un salto de calidad en la musicalización, ambientando las peleas y la campaña con una serie de pistas que no hacen más que profundizar la experiencia.
Mortal Kombat 11, el veredicto final
Ed Boon está de vuelta junto a NetherRealm Studios y lo hacen con su mejor obra hasta la fecha. Todo lo que han trabajado se nota en cada rincón del juego, con la evolución que presenta en casi todos sus aspectos y con la inmensa cantidad de contenido que nos ofrece, asegurándonos horas y horas de entretenimiento.
Aunque rechazamos que nos sigan empujando hacia el camino de las microtransacciones, Mortal Kombat 11 toma todo lo mejor de las últimas entregas y le agrega la cantidad suficiente de elementos como para que se sienta fresco. Es un juego que está preparado para recibir tanto a jugadores casuales como a competitivos, que disfrutarán de su amplia curva de dificultad, sus siempre carismáticos personajes y su sistema de pelea que se luce más que nunca gracias a un acabado audiovisual impecable.