Tras consagrarse como uno de los shonen del momento, Bandai Namco trae el debut de Deku y All Might a los videojuegos con My Hero One’s Justice.
4 años pasaron desde el debut de My Hero Academia hasta que llegara su primer videojuego, desarrollado como suele pasar con este género, por Bandai Namco, empresa responsable de franquicias como Naruto o Dragon Ball, entre tantas otras. Posicionado como uno de los shonen más populares, mucho se esperaba del juego protagonizado por Bakugo, Hero Killer Stein, Deku y All Might entre tantos personajes, ¿habrá Bandai Namco dado su PLUS ULTRA?
Para entender un poco de qué va el juego y el mundo creado por Kōhei Horikoshi, podemos repasar brevemente la premisa del manga: “Boku no Hero Academia se sitúa en un mundo en el cual el 80% de la población mundial ha desarrollado superpoderes. Estos poderes comienzan a aparecer a los 4 años de edad de cada individuo y cada uno desarrolla unas características muy diferentes. Debido a esto, han aparecido numerosos superhéroes y supervillanos. Nuestro protagonista, Izuku Midoriya, pertenece a ese 20% de la población que no cuenta con superpoderes pero su gran sueño es estudiar en la academia U.A y convertirse en un héroe como su ídolo All Might”.
Una historia a medias con gusto a poco
Si algo caracterizó a Bandai Namco a lo largo de sus franquicias fue tomarse el tiempo, y la cantidad de juegos necesaria, para alcanzar a desarrollar la historia completa de la obra original. Lo vimos con Naruto (4 Ultimate Ninja Storm), sin embargo, todo eso parece desechado con My Hero One’s Justice.
El título comienza directamente en lo que sería el sexto volumen del manga o la segunda temporada del anime, sin hacer énfasis en la historia que cada personaje tiene atrás y pasando por alto eventos que eran muy esperados por todos los que querían jugar esta primera entrega como el Torneo de la UA.
Aunque parezca el capricho de un fan, lo cierto es que el título se saltea toda una parte introductoria, y de vital importancia, de esta franquicia haciendo que realmente no tengamos mucha idea de lo que está pasando si no hemos seguido la serie. A pesar de que se puede objetar que este es un juego de nicho, que si no se es fan no vamos a arriesgarnos a pagar USD $71 por un juego de anime, al arrancar la aventura desde este punto realmente se deja afuera a una gran cantidad de potenciales jugadores.
Por otro lado, My Hero One’s Justice cuenta con una modalidad bastante interesante en el modo historia que se desbloquea al finalizar la aventura principal. Una vez “ganado el juego” podremos repetir los combates pero desde el lado de los “malos”, permitiéndonos ver la otra cara de la moneda, tal como Stein le dice a la yuxtaposición de héroes y villanos, ya que sin la existencia de unos no habría la necesidad de los otros.
La jugabilidad tiene esos destellos de ¡Plus Ultra!
My Hero One’s Justice no está en un estado tan terminal como el modo historia quiere hacernos pensar. Una vez que dejamos pasar por alto este contrapunto, el juego en sí se torna sumamente dinámico permitiéndonos utilizar todo el abanico de personajes disponibles, así como también una gala de sus movimientos más icónicos.
Cada uno de los héroes y villanos presenta una forma y estilo de combate único que deberemos tener en cuenta. Más allá de esta diferencia, cada pelea toma un dinamismo y velocidad, así como también verticalidad, bastante inusitada, pero que realmente nos da esa sensación de anime que lograban otros juegos de la desarrolladora.
El único gran contra de los combates sea tal vez el escenario. Primero por la poca cantidad de ellos que hay en el juego, y segundo porque la forma en la que interactuamos con el mismo parece un poco descuidada, algo que sin duda no sucede con los personajes en dónde cada acción tiene una consecuencia. Por ejemplo, si usamos el smash de Deku veremos cómo sus dedos se van tornando violetas por el One for All.
Finalizando este apartado, podemos hablar del roster del juego. Si bien es cierto que la mayoría de personajes importantes están incluidos, nos queda la sensación de que a menos que vayan a ir llegando en formato DLC, tal como Endeavor o Shooting Style Deku, Bandai Namco podría habérsela jugado y agregar algún que otro personaje más como Best Jeanist o Mina Ashido.
La personalización es un punto curioso pero interesante
Algo que en un comienzo nos hizo ruido al verlo, pero que con el correr de las horas fue despertando nuestra curiosidad fue la personalización de personajes que permite My Hero One’s Justice. Cada personaje cuenta con una impactante cantidad de accesorios e indumentaria para que podamos vestirlo y hacerlo ver a nuestro gusto y piaccere.
Remeras, gorras, orejeras, y miles más de objetos que se ocurran están disponibles para hacer a nuestros héroes lucir más villanescos o a nuestro enemigos verse más heroicos. Más allá del store dentro del juego disponible para ir comprando a través de un catálogo estos accesorios, los mismos pueden ser desbloqueados dependiendo del rango (D-C-B-A-S) en el que terminemos cada misión del modo historia.
Resumen final
My Hero One’s Justice es un aprobado. Si bien es cierto que nos trae por primera vez a Deku y los demás a las consolas, también es real que lo hace de una manera pobre e incompleta. Estos puntos negativos si sutilmente compensados con un combate dinámico y una fiel representación de los personajes y sus movimientos, pero quedará en Bandai Namco entender que un juego a medias no funciona y decidir si debe apostar como hizo con otras franquicias al todo por el todo con esta saga o seguir por este camino.