Tras el éxito que fue la secuela de esta colaboración entre Level 5 y Studio Ghibli, Bandai Namco apuesta por una versión remastered de Ni No Kuni: Wrath of the White Witch.
Estamos en la era de Ni No Kuni, o eso parece estar sucediendo en los últimos meses. Tras una exitosa secuela que cautivo a miles de jugadores poniéndonos en la piel del Rey Evan, y la confirmación de una película dentro del universo de esta franquicia, ahora es la primer entrega, la original, la que regresa para PS4, Nintendo Switch y PC con Ni No Kuni: Wrath of the White Witch Remastered.
Más de seis años han pasado del estreno de Ni No Kuni, un juego que llegó a PlayStation 3 a principios de 2013 y que en base a su poderosa narrativa y su exquisito apartado artístico, que debe agradecérsele a Studio Ghibli (Mi vecino Totoro o El viaje de Chihiro), logró transformarse en uno de los mejores RPG de aquella generación de consolas.
El mismo juego, la misma magia
Ni No Kuni: Wrath of the White Witch Remastered es exactamente eso, una remasterización visual de la joya que nos trajo Level 5. No añade niveles nuevos, ni personajes, ni misiones secretas ni nada de eso, esta entrega se limitó a actualizar la resolución y mejorar la tasa de FPS, permitiéndonos disfrutar el juego en 1080p y 60 fps en PlayStation 4, y en 1440p y 60 fps o 4K y 30 fps si tenemos una PlayStation 4 Pro.
Entendiendo esto, pasamos a hablar del juego en sí, una aventura que protagoniza Oliver, un pequeño de 12 años que tras un fatídico accidente de auto pierde a su madre. Ahogado en una pesada tristeza, el niño se encariña enormemente con uno de los peluches que su mamá le había regalado, hasta que una lágrima suya hace que este cobre vida, introduciéndonos a Drippy, quién nos llevará hasta el universo de Ni No Kuni el cual está bajo el acecho de Shadar, un mago oscuro que está haciendo estragos en este mundo y ha capturado a Alicia, personaje que sería la contraparte de la madre de Oliver en dicho universo y que ha sido encerrada en la Jaula de las Almas.
Tras conocer la premisa de la historia y darnos una idea cual es el objetivo del juego, procederemos a recorrer ambos mundos utilizando los saltos dimensionales que nos invita a realizar la varita y el libro de hechizos de nuestro protagonista, y nos iremos haciendo de varias relaciones a lo largo de la partida que nos llevarán a disfrutar momentos entrañables y cargados de sentimientos, uno de los grandes puntos a favor del juego que basa su peso narrativo en las relaciones interpersonales y lo que está pasando el pequeño Oli.
El modo de combate quedó viejo
Si bien en su momento supo ser revolucionario por combinar el RPG por turnos tradicional de los juegos nipones con un modo de combate en tiempo real, lo cierto es que tras haber disfrutado de las peleas en la secuela de esta aventura, bien podemos pensar que adaptarse a los tiempos corrientes hubiera sido la decisión más acertada.
El estilo de pelea de Ni No Kuni es muy similar al de Pokémon, para aquellos que aman las comparaciones. Uno va caminando por el mapa y de repente queda anclado en combate con el campo de batalla restringido. La diferencia es que si bien no es por turnos como tradicionalmente se planteaban los Final Fantasy, si tiene una modalidad medio híbrida en la que podemos movernos por el área de combate y deberemos ir eligiendo que hacer en base a un menú que hoy en día se siente tosco.
A pesar de que entendemos que el trabajo de esta entrega se limitó exclusivamente a un ajuste visual y un port a PS4, tranquilamente podríamos haber esperado un poco más de tiempo y haber tenido unos ajustes en este apartado tal como mostró la remake de Final Fantasy VII.
Visualmente sigue sorprendiendo
Volviendo al tema que nos compete, que es entender que solo se mejoró la resolución del título, podemos decir que Ni No Kuni ha envejecido excelentemente en cuanto a lo visual. El diseño de los personajes y las texturas son envidiables y realmente se corresponden con las de un juego de la actual generación de consolas. Si bien han pasado solo 6 años de su estreno, no se puede decir lo mismo de todos los títulos lo cual habla muy bien del merito compartido por Level 5 y Ghibli.
La música además, si es la primera vez que disfrutan de esta aventura no dejará de sorprenderlos ya que se siente mágica en todo momento y acompaña con una exquisita sutileza y delicadeza cada momento de la narrativa haciéndonos sentir desde la nostalgia o drama hasta la tensión en las batallas.
Por último tenemos que volver a destacar la mano del estudio japones responsable de tantas películas exitosas. Todo lo relacionado a la estética está increíblemente bien cuidado. Desde los personajes hasta los mapas y terrenos a recorrer o ciudades, Ni No Kuni presenta una visual sublime que nos lleva a desear ver más colaboraciones de Studios Ghibli en el mundo de los videojuegos ya que el resultado es simplemente asombroso.
Conclusión final: una aventura mágica
Si por X motivo no pudiste o supiste disfrutar de esta entrega en su momento, esta es la oportunidad de meterte en un universo hermoso desarrollado de una forma profunda y que ya cuenta con dos entregas. Ni No Kuni Remastered puede no ser perfecto sobre todo debido al sistema de combate avejentado, pero si es uno de los grandes juegos RPG nipones de la actualidad, y si es ese el género que te atrapa no podés dejar pasar esta oportunidad.