Un thriller espacial claustrofóbico, con un más que llamativo protagonista y una serie de puzles dispuestos a complicarnos las cosas.
Tanto los videojuegos, como el cine y las series se han encargado de explorar el espacio en incontables ocasiones. La premisa suele repetirse en casi todas ellas y el caso de Observation no es la excepción, pero el juego desarrollado por el estudio independiente No Code y distribuido por Devolver Digital sabe diferenciarse en el desarrollo de su historia, al igual que en la elección de su protagonista.
Esta aventura nos lleva a una estación espacial ubicada en la órbita terrestre que ha sufrido un misterioso accidente. Allí una de sus tripulantes, la doctora Emma Fisher, despierta después de estar inconsciente durante un largo tiempo y debe averiguar qué es lo que ha sucedido. Para hacerlo recurre a la ayuda de la inteligencia artificial que se encuentra a bordo, S.A.M., que es tan necesaria como inquietante.
Una premisa clásica, un desarrollo atrapante
Como habrán pensando mientras leían la trama del juego, es un tema que ya hemos visto demasiadas veces en el pasado. Los primeros minutos de hecho pueden hacernos resoplar, creyendo que estamos ante una historia reciclada que simplemente busca atraparnos con su ambientación. Sin embargo, estamos muy lejos de eso y conforme llegamos a la primera hora de juego -de un total 6, aproximadamente- las cosas ya empiezan a inclinarse. El primer elemento que destaca es su protagonista: no, no hablamos de Emma Fisher sino de S.A.M, porque en Observation nosotros somos los encargados de controlar a la IA que ayuda a la doctora a salir de los problemas y sortear los diferentes obstáculos que se le van presentando en una estación espacial que presenta fallas constantemente. Una elección arriesgada a la hora de plantear los hechos, que lo aleja de ser un título recomendable para cualquiera, pero que es valorable para quienes busquen una experiencia diferente.
Independientemente de todas las mecánicas que este curioso protagonista pueda presentar, de las que hablaremos más adelante, también es un factor determinante en el desarrollo de la historia. Siendo nosotros una Inteligencia Artificial vamos descubriendo conforme avanza la aventura que hemos tenido algo que ver con la situación actual de la estación espacial. No vamos a entrar más en detalle para no caer en spoilers, pero estamos ante un thriller de ciencia ficción hecho y derecho con el que es imposible no engancharse al menos desde su trama. El guion es uno de los elementos principales en la construcción, uno concebido con gran inteligencia y digno incluso de una película de Hollywood, que nos va presentando distintas secuencias de forma que nos mantiene atrapados hasta el final con el fin de saber qué es lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. El personaje de Emma Fisher también es otro de los atractivos ya que pese a no controlarla, se convierte en la voz de todo lo que estamos pensando mientras nos morimos por dejar de ser un software inteligente y convertirnos en humanos.
La ambientación es la frutilla del postre en este combo que nos lleva a una atmósfera espacial que realmente se puede sentir. No solo es que a nivel gráfico todo este bien, sino que además el diseño de toda la base espacial está increíble sumada a la posibilidad de recorrer con libertad el espacio, a escasos kilómetros de Saturno, a través de unos paisajes con un nivel de realismo que dejan boquiabierto a cualquier que se sumerja en ellos por primera vez.
Puzles mal diseñados, confusos y frustrantes
Observation transita entre dos mundos, el de la historia lineal y el de la aventura de puzles. A nuestro entender, el juego debió quedarse solamente con el primer camino. Como antes dijimos, a nivel narrativo la experiencia funciona de principio a fin sin perder el interés a pesar de cocinarse a fuego lento. Sin embargo, el ritmo se ve afectado una y otra vez por los puzles que están esperando a la vuelta de cada esquina. Para entender la situación hay que hablar de la jugabilidad y explicar que como Inteligencia Artificial nuestras posibilidades son limitadas. Básicamente en la mayoría de las ocasiones podremos movernos a través de los diferentes dispositivos electrónicos, siendo las cámaras de vigilancia la mayoría de ellos y sumando una pequeña esfera móvil (con un manejo bastante incómodo) para sumar un poco de dinamismo a la situación.
A partir de esto es que el juego plantea sus rompecabezas, unos que están mal diseñados desde el vamos y que son muy poco intuitivos desde el lado de la resolución. Entendemos que parte de la experiencia es que no nos digan qué es lo que debemos hacer, pero cuando estamos media hora recorriendo la inmensa estación espacial por fuera para encontrar un panel que se encuentra en alguna parte de ella, la frustración es inevitable. Lo mismo ocurre con sus otras formas de plantear los puzles, que en general tratan más de descifrar cómo se usa la interface de la IA que de usar la lógica, aunque cuando la lógica aparece tampoco es que generen mucha diversión a la hora de resolverlos. Hoy en día parece que los puzles se pueden introducir en cualquier juego y que la tarea es fácil, pero no hay nada más alejado de la realidad.
La inmensidad del espacio – Apartado técnico
Todavía recordamos las épocas en las que a los juegos independientes se les notaba exageradamente la costura y que, a pesar de ser muchos de ellos increíbles desde el planteo, a nivel técnico quedaban demasiado atrás en comparación con los juegos de mayor presupuesto. Observation es uno de esos tantos ejemplos que demuestran que esa línea cada vez está más borrosa y lo hace con un apartado técnico sobresaliente en casi todos sus aspectos. A nivel gráfico el juego es espectacular, al igual que en lo que a diseño se refiere, creando una de las mejores ambientaciones espaciales que hemos visto en mucho tiempo. A nivel sonoro el juego también mantiene un gran nivel, sin pecar por la exageración de los sonidos espaciales y aportando todos los elementos necesarios a esa ambientación realista de la que tanto hablamos.
Observation, el veredicto final
A pesar de su premisa genérica, el juego de No Code y Devolver Digital sabe crear una trama inteligente e inevitablemente atrapante, que ha conseguido mantenernos intrigados de principio a fin. El hecho de controlar a una IA aporta mucho a la ecuación y nos parece uno de sus planteos más originales, aunque también es un factor que lo convierte en un juego que no agradará a todo el mundo.
Sin embargo, el juego debería haberse enfocado plenamente en su historia en lugar de inclinarse tanto hacia los puzles, unos que están mal diseñados y que producen frustración en la mayoría de las ocasiones, cortando el ritmo de la aventura. Más allá de esto, es una experiencia recomendable para cualquiera que le resulte atractivo darse una vuelta por un espacio recreado con mucho realismo y resolver un intrigante misterio.