OlliOlli World deja atrás los pixels de sus pasadas encarnaciones y nos transporta a Radlandia, dónde buscaremos convertirnos en el Skate-Wizard.
Una nueva aventura en skate llega de la mano de Roll7 con OlliOlli World, para transportarnos a las mágicas tierras de Radlandia, un paraíso para los amantes del deporte extremo. Aquí emprenderemos la difícil misión de convertirnos en el nuevo Skate-Wizard: una suerte de chamán con conexión directa a los dioses del skateboard, ¿listo para el desafío?
El cuarto juego de esta adorable saga de skate es el más disruptivo de todos. Alejándose completamente de su pixel-art tradicional que caracterizó a OlliOlli, OlliOlli 2 y a OlliOlli: Switch Stance, esta nueva entrega apunta a un diseño más pulido y elaborado que se acerca a un estilo “bubblegum” – o chicloso – que le queda pintado. Lo disruptivo de su estética está a la altura de lo simpático de sus personajes y eso, en combinación con un gameplay sencillo pero adictivo, dan por resultado lo que promete ser uno de los indies más divertidos que vayamos a jugar este 2022.
Comienza la aventura
Chiffon, la actual Skate-Wizard, se encuentra al borde del retiro y por eso la gente de Radlandia necesita encontrar a su sucesor de forma urgente, ya que es su única conexión con los Dioses del Skate. Nuestras habilidades únicas sobre la tabla nos han dado una oportunidad de mostrarnos como el heredero de este manto sagrado, ¿cuál es la misión que tenemos por delante? Recorrer los cinco sectores de este mundo para acceder a Gnarvana, una suerte de olimpo skater.
Al comenzar la aventura vamos a poder crear a nuestro personaje haciendo uso de un muy amplio editor en el que seleccionaremos cada detalle del patinador. La gran variedad de ropa inicial solo se ve superada por la cantidad de desbloqueables que iremos consiguiendo a medida que cumplamos distintos desafíos a lo largo de Radlandia.
Avanzando por el mapa iremos sorteando una serie de desafíos y tutoriales que nos llevarán a conocer más sobre este peculiar mundo del skate. Con un camino bastante lineal, pero no por eso aburrido, nos moveremos entre zona y zona, desbloqueando así los cinco sectores.
Cada sección de este bello mundo es única a su manera. Desde la ambientación y diseño hasta el tipo de desafío que se hace presente en cada tierra, los cinco estados de Radlandia invitan a desafiarse a uno mismo varias veces, siempre con el afán de desbloquear todos los objetos disponibles y conocer todos los caminos existentes.
Si bien en su mayoría los desafíos consisten en realizar cierta cantidad de puntos, también los hay dónde se nos pide evitar chocar ciertos objetos, realizar movimientos en sectores particulares del mapa o hilvanar combos altos, los cuales nos llevan a intentar grindear por cuanto caño se cruce frente a nosotros.
Por el lado de los desbloqueables, los objetos son 100% cosméticos y van desde buzos, camperas y remeras hasta gorras, tablas y ruedas. Pese a que estos items no afectan en nada a nuestro personaje, si resulta hermoso ir obteniéndolos ya que sus diseños están tan bien logrados que nunca terminás de encontrar tu outfit definitivo.
Patinando a la cima
El camino a Gnarvana es uno complicado y lleno de obstáculos, pero a su vez divertido y adictivo. OlliOlli World plantea un sistema simple de movimientos pero no por eso una progresión tediosa o repetitiva. Con el stick izquierdo como protagonista principal de nuestros movimientos iremos esquivando caminos y grindeando por las pistas hasta nuestra meta.
Las distintas locaciones se diferencian notablemente una de otra, y no solo cuando cambiamos de región del mapa, sino que los varios desafíos de cada sección que recorremos están compuestos de pistas únicas las cuales deberemos atravesar y probablemente volver a patinarlas más de una vez si queremos desbloquear todos los ítems posibles.
Los movimientos, si bien se ejecutan de forma simple con un sencillo movimiento del stick, pueden concatenarse uno tras otro, sobre todo en situaciones de grindeo, y los tenemos que elegir sabiamente mientras alternamos también con el uso de la X – en el caso de la versión de PlayStation -, para que nuestro skater “patee” y tome velocidad, mecánica clave para progresar por ciertas secciones que piden saltos más largos o grindeos constantes y verticales.
Por otro lado, el juego presenta una suerte de sistema de checkpoints. Estos permiten reiniciar desde la mitad de la pista en caso de que hayamos caído. Sin embargo, esta opción no es muy eficiente ya que la mayoría de los desafíos te premian por terminar sin usar estos puntos de guardado, así que generalmente la mejor decisión es terminar reiniciando la carrera completamente.
Un skatepark vivo
Los diseños de los niveles y las pistas son la gran vedette del juego. Si bien el gameplay cumple y entretiene, para algunos podría parecerles monótono o lineal, algo que bajo ningún concepto podría decirse de los distintos mapas. La estética del juego es su mayor valor agregado y es algo que sorprende porque rompe con la apuesta que se venía haciendo desde 2014 con la franquicia, dando por primera vez un giro 180° en su propuesta.
La indumentaria y estética que elegimos para el personaje no hace más que cobrar vida en cada recorrido, haciéndose uno con el entorno, ya que realmente es un juego que se disfruta a nivel visual. Los constantes tonos pastel, el diseño y todo lo que rodea al apartado visual de OlliOlli World son su plato fuerte.
En cuanto a la música, desde Roll7 apostaron a un estilo techno pero con dejos de Lo-Fi que tanto furor causa en YouTube. Puramente instrumental, es una playlist que podés dejar por horas sonando en la tele con el juego en pausa como acompañamiento para los quehaceres diarios. No es que me haya puesto a lavar el piso con OlliOlli World en pausa de fondo, pero sí, me puse a lavar el piso con OlliOlli World en pausa de fondo.
Conculsión
OlliOlli World es un divertidísimo plataformero de skate. Su jugabilidad en 2D está perfectamente equilibrada con su estilo bubblegum 3D, y su gameplay proporciona una experiencia sencilla pero adictiva. Si bien las mecánicas de movimiento podrían requerir un mayor esfuerzo, esto rompería con la idea que el juego pregona: la de hacer y rehacer los distintos parques de skate, una y otra vez, hasta poder reunirnos finalmente con los 5 Dioses de este deporte.
Una cosa es segura: este juego no viene a ser el nacimiento de una nueva era en el mundo del skateboard, pero nos garantiza horas y horas de diversión, ¿y no es ese el objetivo final de poner el culo en sillón?