El capitán Olimar desembarca en Nintendo Switch con Pikmin 1+2 para recordarnos por qué deberíamos estar hypeados con su próxima entrega.
Con Pikmin 4 a pocos días de distancia (21 de julio), Nintendo ha hecho los deberes para refrescar nuestra memoria sobre por qué las dos primeras entregas de la franquicia creadas por Shigeru Miyamoto no las podemos dejar pasar, haciendo su debut en el catálogo de Nintendo Switch, bajo el nombre de Pikmin 1+2.
Ambas entregas Pikmin vieron la luz en Nintendo Gamecube, una consola que no gozó de tanta popularidad en Argentina debido a dos factores fundamentales: el primero es que su lanzamiento coincidió con una de las peores crisis económicas del país (2002), y el segundo es la popularidad de PlayStation, que ofrecía “cierta facilidad” en cuanto a precios de los juegos.
Hoy, con una Nintendo Switch mucho más instalada en el mercado (Gamecube vendió 21.740.000 consolas, en comparación con las más de 125 millones de unidades de Switch), estamos ante una oportunidad de oro para hacernos con un clásico que pudo haber pasado desapercibido en su momento. Si tuviste la oportunidad de jugarlo en su época o cuando la Wii hizo el primer port, también podés darle una nueva repasada en vistas al lanzamiento de su próxima entrega.
Pikmin 1: mucho gusto, Olimar
Pikmin 1 nos presenta rápidamente al intrépido capitán Olimar, un cosmonauta a bordo del Dolphin, su nave espacial, que queda varado en un extraño planeta tras un accidente, pero además, ¡cuenta con soporte vital únicamente para 30 días! Justo después de aterrizar en este misterioso planeta, Olimar descubre a los pikmin, unas pequeñas criaturas de colores que establecen una relación con el protagonista.
Tras este encuentro y con la intención de regresar a su planeta natal, Olimar debe recolectar las 30 piezas de su nave espacial en 30 días. Para lograr esto, necesitará la ayuda de los tres tipos de pikmin presentes: rojo, amarillo y azul.
El objetivo del juego es hacer crecer nuestro ejército de pikmin lo más posible. Aunque solo podremos mover un máximo de 100 criaturas a la vez, podremos almacenar muchas más en la reserva, y créannos cuando les decimos que las necesitarán. Puzzles, enemigos y diversos desafíos a lo largo de los distintos mapas del juego harán que las tropas disminuyan, por lo que no solo deberemos enfocarnos en encontrar las piezas del Dolphin, sino también en mantener un número elevado de acompañantes.
Cada uno de los tres tipos de pikmin que podemos encontrar tiene una habilidad única que debemos utilizar con inteligencia para no malgastar tropas:
- Pikmin rojo: es el primero que vamos a encontrar, su fortaleza radica en cargar objetos y el combate por lo que se podría denominar como la tropa de ataque.
- Pikmin amarillo: este tipo de criatura pueden utilizar las piedras explosivas que están diseminadas por el mapa, elementos clave para acceder a nuevos sectores antes bloqueados.
- Pikmin azul: nuestros amigos sumergibles. De los tres que hay, son los únicos que pueden meterse al agua y no solo sirven para llegar a ciertos puntos del mapa y recuperar las partes de la nave aislada, sino que también pueden usarse como guardavidas para salvar a los pikmins ahogados.
Pikmin 2: Olimar al rescate
Por su parte, Pikmin 2 es una secuela directa de la primera entrega. Después de reparar su nave, Olimar regresa a su planeta natal solo para descubrir que la compañía en la que trabaja está al borde de la quiebra. Con la misión de salvar a su empresa (¿cuándo no el empleado teniendo que ponerse la camiseta?), nuestro cosmonauta deberá abordar su nave junto con su compañero Louie para intentar recolectar materiales equivalentes a la deuda de la empresa y así salvarla.
Una vez más, envueltos en un accidente espacial que nos lleva a pensar que Olimar no es el habilidoso piloto que creíamos, el dúo protagónico desembarca en una tierra misteriosa donde, casualmente, vuelven a encontrarse con estas simpáticas criaturas conocidas como pikmin, que ayudarán a cumplir su objetivo
Además de los pikmin mencionados en la primera entrega, en esta secuela se suman dos nuevos tipos:
- Pikmin violeta: son básicamente super pikmins rojos, cada uno equivale a 10 de los comunes, por lo cual no solo son una estupenda tropa de asalto, sino que también pueden cargar objetos con mayor facilidad.
- Pikmin blanco: estos son buscadores de tesoros. Pueden encontrar objetos enterrados en el mapa y además son los kamikaze del equipo ya que si son devorados por enemigos estos se vuelven venenosos para ellos.
Unas partidas únicas
Tanto la primera como la segunda entrega se mantienen en su esencia y mecánicas, es por eso que quisimos dar un panorama general sobre las diferencias y fundamentos de cada título antes de profundizar en el corazón de la franquicia. Sin embargo, es importante destacar que aunque se repitan en su propuesta, esto no significa que sean repetitivas.
En ambas entregas comenzamos abandonados a nuestra suerte, lo que invita a los jugadores a explorar los distintos minimapas disponibles, revisar y experimentar a su manera con los pikmin y el entorno. Un detalle importante es que cada uno de los días está signado desde el amanecer hasta el atardecer, por lo cual al momento de caer el sol es importante que tanto nuestro protagonista como sus simpáticos amiguitos regresen a sus naves, ya que si no serán devorados por las criaturas de la noche.
En cuanto a la exploración, nos encontramos ante una aventura completamente asincrónica, lo que significa que no limpiaremos el mapa para dejarlo atrás y para no volver nunca más. A medida que avanzamos y descubrimos qué hacer en cada momento, inevitablemente caeremos en el típico momento de “¡Ahhhh, ahora sí!“, lo que nos invitará a regresar a secciones previamente visitadas y obtener objetos que quizás no pudimos conseguir en un primer momento.
El concepto de libertad total es la base sobre la que tanto Pikmin 1 como Pikmin 2 construyen todo lo bueno que ofrecen. La inventiva es nuestro principal aliado, junto con los pikmin, y la combinación de estos recursos proporcionará soluciones a problemas que en un principio parecían irresolubles, pero que ahora, gracias al esfuerzo conjunto de nuestros aliados, estarán al alcance. ¿Una barrera nos impide el paso? Ahora que tenemos 10 pikmin amarillos podemos detonarla. ¿Cómo alcanzamos esa parte que está en una isla si nuestros compañeros se ahogan? Bueno, ahora gracias a los pequeños azulados podemos traerla a flote.
La facha es lo de menos
Siguiendo la popular canción argentina, Nintendo decidió apostar por un apartado estético 100% fiel al juego original. Aunque han llevado las texturas a una resolución HD y ajustado el aspect ratio para adaptarse al formato 16:9 de la Nintendo Switch, la verdad es que no hay mejoras en la calidad de esas que, con 20 años encima, se ven muy mal.
Si bien Olimar y los pikmin tienen un aspecto más pulido, el resto de los diseños siente plano y superficial, dando la sensación de que podrían haberle dedicado más atención a este aspecto. Pikmin 1+2 podría haber sido otro gran acierto en esta tendencia de traer viejos conocidos de la casa a las épocas modernas si se hubiese trabajado más en mejorar el mapeado.
Por otro lado, el ajuste de la resolución en las cinemáticas es un acierto por parte de Nintendo. Aunque no son muchas las que acompañan al juego, las que están presentes se sienten bastante bien adaptadas, dentro de lo que se podía esperar.
Conclusión
Pikmin 1+2 es la oportunidad perfecta para todos aquellos que no pudieron probar una de las la icónicas franquicia de Nintendo. Pese a que el apartado gráfico no ha envejecido de la mejor manera, las mecánicas del juego son como un buen vino al que el paso del tiempo no le ha hecho mal alguno.
Los puzzles y desafíos se sienten más vivos que nunca y siguen siendo tan desafiates como lo fueron a comienzos del nuevo milenio, demostrando por qué Shigeru Miyamoto es, fue y será uno de los máximos exponentes a la hora de hablar de diseñadores de juegos.
Así que sí dudás sobre si Pikmin 4 es el juego para vos, o necesitás refrescar porque las pequeñas criaturas son los mejores amigos que podrías encontrar, este bundle es la oportunidad ideal para sumergirte de lleno en esta gran aventura.
Pese a que el apartado gráfico no ha envejecido de la mejor manera, el juego en sí es un buen vino, y como a toda fina botella, el paso del tiempo no le ha hecho mal alguno, sino que ha madurado con él correr de las agujas del reloj. Los puzzles y desafíos se sienten más vivos que nunca y siguen siendo tan rompe cocos como lo fueron a comienzos del nuevo milenio, demostrando por qué Shigeru Miyamoto es, fue y será uno de los máximos exponentes a la hora de hablar de diseñadores de juegos.