Una extraña fuerza ha tomado la estación lunar que habitamos, en este videojuego de puzzles que nos hará exprimir nuestro cerebro a cada rato.
La espacial es una temática cada vez más visitada por los videojuegos de la actualidad y esta vez volvemos a viajar entre las estrellas de la mano de Mighty Polygon, el estudio español hacedor y distribuidor de Relicta, una experiencia enfocada en complejos puzzles y en una historia que sabe solventar algunos fallos en su desarrollo a largo plazo.
El juego nos lleva al año 2120 para ubicarnos en la Base Chandra, una estación construida en la Luna en la que la humanidad ha comenzado a vivir como en la Tierra mientras explora los últimos avances de la ciencia. Sin embargo, la paz que allí reinaba termina cuando una fuerza extraña, la cual da título a esta obra, se apodera del lugar.
Descubriendo la Luna
La Base Chandra ha convertido a la Luna en una segunda Tierra para los humanos, que ahora pueden disfrutar de varios de los parajes más icónicos de nuestro planeta, como frondosos bosques o inhóspitos desiertos, mientras que el desarrollo tecnológico avanza a pasos agigantados. En este contexto a nosotros nos toca encarnar a Patel, una científica que se encuentra experimentando con unos guantes electromagnéticos que le permiten mover objetos a distancia. Todo marcha bien hasta que, justo el día en que la hija de Patel viene de visitas a la estación, una fuerza llamada Relicta toma el control del lugar.
Realmente no esperábamos demasiado de la parte narrativa del título de Mighty Polygon y por esto ha sido ciertamente gratificante descubrir que tiene mucho más para dar de lo que aparentaba en sus primeros compases. Es cierto que la forma de contarnos lo que sucede no es la más atractiva, ya que se limita a algunos diálogos entre puzzle y puzzle o a notas repartidas entre los escenarios, pero si nos dedicamos a prestarles atención descubriremos que la base que habitamos esconde muchos secretos. Ayuda mucho la personalidad de nuestra protagonista, trabajada con diálogos inteligentes que colaboran tanto en los momentos más dramáticos como en los que el juego pretende apaciguar con algo de humor barato. En fin, el relato se sigue con interés de principio a fin y consigue mitigar los momentos en los que los puzzles pueden llegar a abrumarnos.
Magnetismo y puzzles
Como dijimos en la introducción a este análisis, los puzzles son la base de Relicta. A excepción de algunas secuencias que podrían considerarse plataformeras, toda la jugabilidad del título está protagonizada por puzzles basados en el magnetismo. ¿Cómo funcionan? Bueno, nuestro personaje posee unos guantes magnéticos que nos permiten controlar unos cubos que se encuentran dispuestos en todos los escenarios, los cuales debemos ir colocando en posiciones específicas para así atravesar los portales que están cerrados.
La complejidad de todos estos rompecabezas es realmente alta y de eso dependerá cuánto tiempo le lleve a cada jugador superar todo el juego, hablando de una media de 16 o 18 horas. Conforme avanzamos en la aventura vamos desbloqueando nuevas formas de manipular estos bloques y también vamos adquiriendo nuevas herramientas que brindan un dinamismo necesario a la experiencia. Y a pesar de que la curva de dificultad se siente bastante equilibrada y en ascenso lógico en líneas generales, sobre el final hemos encontrado algunos picos que han terminado por frustrarnos.
Más allá de esto Relicta se las ingenia bien para que esta base jugable se sienta siempre fresca. Realmente creemos que el juego se extiende bastante más de lo que debía, pero la renovación de sus puzzles provoca que continuar no se vuelva tan tedioso como debería. Mediante el uso de herramientas como robots que transportan los cubos o cuando podemos usar estos objetos para desplazarnos estando sobre ellos, el juego nos obliga a concentrarnos y a cambio nos entrega una gran satisfacción al dar con la solución. En la mayoría de las ocasiones las respuestas son fruto de nuestro ingenio y no del azar, algo que nos es común en títulos del género.
Lo que sí es cierto es que por momentos estos rompecabezas pueden sentirse algo divididos del relato de Relicta, como si fuesen puras excusas para estirar el juego, pero no es algo que nos ha molestado del todo ya que incluso a los grandes exponentes del género les hes difícil amalgamar con solidez estas dos vertientes. Además, colabora en gran medida su interesante narrativa y un diseño de escenarios variado, que nos lleva lejos volverse monótono a nivel visual.
Base lunar – Apartado técnico
Si hablamos del apartado técnico una vez más Mighty Polygon sabe desprenderse de las limitaciones que muchas veces presentan los estudios independientes y nos presenta un resultado más que satisfactorio. A nivel visual Relicta no es espectacular, pero se ve realmente bien gracias a unos buenos gráficos y a un mejor diseño de escenarios.
Acompaña a la altura todo lo que refiere a sonido, destacando por sobre todo el gran trabajo de los actores de voz y aún por encima la banda sonora, que nos regala una serie de temas musicales que acompañan muy bien la experiencia. También valoramos un buen rendimiento (lo jugamos en PlayStation 4) en líneas generales y unos tiempos de carga lógicos. Por últimos también destacamos las físicas, esenciales en un título del género, que funcionan bien en todo momento.
Relicta, el veredicto final
El estudio español Mighty Polygon llega con su título para invitarnos a ejercitar nuestro cerebro y sí que lo ha conseguido. Por momentos incluso hasta frustrarnos en el buen sentido, con puzzles realmente complejos, de esos que compensan con una buena cuota de satisfacción cuando damos con la respuesta. Hasta ahí, un ideal para los amantes del género.
Lo bueno es que Relicta acompaña su jugabilidad con una más que interesante narrativa, que nos permite pasar por encima algunos de sus picos ilógicos de dificultad o su extensión excesiva, teniendo en cuenta que por momentos sobreexplota su base jugable. Si estas con ganas de usar tu ingenio durante la cuarentena esta puede ser tu opción ideal, aunque claro está que no es para todo el mundo.