El reconocido juego de Lucas Pope que hace un tiempo encantó en PC, ahora llega a consolas y aprovechamos la ocasión para volver a analizar una obra que realmente lo merece.
Tras conquistar al público y a la crítica especializada con Paper, Please el desarrollador Lucas Pope vuelve para sorprender con Return of the Obra Dinn, un juego único al que dedicó sus últimos años y que el trabajo que ha puesto se nota en cada uno de los rincones de un barco que es capaz de atrapar al jugador como pocos títulos en los últimos tiempos.
La historia justamente nos lleva al Obra Dinn, un barco maldito que ha estado perdido durante 5 años después de haber partido en una expedición hacia las Indias Orientales con una abultada tripulación que nunca volvió a tocar tierra. A nosotros nos toca encarnar a un detective y como tal debemos descubrir qué es lo que ha pasado para que la cosa termine tan pero tan mal.
Entre velas y krakens, un juego diferente
Como siempre en Geeky valoramos ampliamente las propuestas diferentes dentro de una industria del videojuego a la que últimamente le cuesta demasiado aislarse del copiar/pegar, con fórmulas que han demostrado que a pesar de no innovar demasiado acaban siendo un éxito en ventas. Poniéndome personal mientras escribo estas líneas debo decir que abordé el juego con una mezcla de sentimientos entre las ganas de por fin probar el juego que tanto encantó en su momento y el miedo por no poder compartir el gusto debido a que no es mi estilo de aventuras, pero a fin de cuentas puedo decirles que esto último no importa y la atmósfera creada por Lucas Pope es capaz de atrapar a cualquiera que este dispuesto a resolver un apasionante misterio.
Es que sin centrarnos demasiado en los detalles, cosa que sí haremos en el siguiente apartado, podemos decir que hay algo que Return of the Obra Dinn hace ciertamente bien: intrigar al jugador e invitarlo constantemente a seguir. En los juegos de misterio y puzles muchas veces los equipos de desarrollo pecan por enredarse en cosas que no tienen sentido o que son puramente decorativas, pero en este caso nos encontramos con una historia increíblemente atrapante y contada de una forma única. Es esto lo que da a este título su toque tan particular, permitiéndonos ser testigos mediante el uso del backtracking (volver sobra nuestros pasos o, en este caso, volver en el tiempo) de las últimas horas de 60 almas de las que ahora solo quedan huesos. ¿Creen que tienen lo que se necesita para ser un buen detective? Si la respuesta es sí, no se a qué están esperando para ponerse a resolver lo que pasó en este barco.
El reloj del tiempo
El comienzo de esta trágica aventura no tiene demasiadas vueltas: tras la lectura de una carta en la que se nos dan las órdenes a seguir, aparecemos a los pies del barco en cuestión con un libro y un reloj de bolsillo como nuestras únicas posesiones. Estos dos elementos, por más simples que parezcan, se convierten rápidamente en nuestros aliados infalibles a la hora de resolver el caso. El reloj en cuestión, con una calavera grabada en su tapa, lo podemos utilizar cada vez que encontramos un nuevo cadáver para volver en el tiempo y revivir sus últimos minutos de vida, escuchando sus últimas palabras y teniendo un tiempo limitado para analizar el contexto (aunque claro, más tarde podremos volver ahí cuantas veces queramos).
Al terminar de regresar sobre los pasos de los diferentes miembros de la tripulación es que entra en juego el libro de anotaciones, uno que comienza prácticamente en blanco y que nosotros debemos completar con la información que vayamos recolectando. ¿Quién es la víctima? ¿Cómo murió? ¿Quién lo/a mató? Esas son a las tres preguntas que debemos ir respondiendo con las pistas que vayamos recolectando, ayudándonos de las pocas anotaciones que encontramos en las páginas incluyendo la lista con los nombres de cada uno de los tripulantes, una hoja de ruta y una enorme fotografía que retrata a todos aquellos que hasta hace un tiempo seguían con vida.
Así se construye un puzle narrativo trepidante y oscuro que es capaz de atrapar al jugador de principio a fin. En gran parte gracias a la inmersiva ambientaciones conseguida y a las diferentes situaciones que plantea, permitiéndonos ser testigos de desgarradoras tragedias que se vivieron a bordo del Obra Dinn. Lucas Pope ha hecho bien las cosas clave a la hora de convertir al usuario en un verdadero detective: primero te atrapa con un relato enormemente interesante, después te convierte en testigo de hechos desgarradores que sí o sí querrás resolver y después te da las herramientas justas y necesarias para hacerlo. Incluso recomendamos hacer algunas anotaciones en un cuaderno que tengan a mano, sobre todo para que no terminen por descifrar algunos nombres por puro azar o simplemente descarte.
Si tenemos que encontrar elementos negativos en la jugabilidad de Return of the Obra Dinn, y créannos cuando les decimos que para hacerlo tenemos que hilar muy fino, podemos decir que los primeros compases pueden ser algo abrumadores debido a que básicamente no sabemos qué hacer y la pila de cadáveres se va acumulando en nuestro libro. Para algunos jugadores su ritmo también puede resultar algo lento, sobre todo en algunas secuencias en particular, pero la realidad es que todo esto quedan en el olvido cuando nos invade la satisfacción de haber resuelto un caso con éxito y de esa forma permitir que un alma más descanse en paz.
Un relato de época – Apartado técnico
La estética que Lucas Pope ha elegido para dar vida a Return of the Obra Dinn está a la vista de todos y de cada uno dependerá si le gusta o no. Quizás, de forma algo caprichosa, el creador ha elegido un estilo que puede dividir las aguas y más aún cuando por momentos no colabora demasiado con la investigación. A nosotros en particular nos ha gustado, más allá de su evidente escasez de polígonos, nos parece un diseño único y que no irrumpe para nada en la inmersión (sino incluso puede ser al contrario).
Pero hay algo dentro de este apartado técnico que nos invita a ponernos de pie y aplaudir eufóricos por un trabajo magistral: su banda sonora. El sonido ambiente es simplemente maravilloso, haciéndonos sentir constantemente que estamos solos en medio del mar, sumado esto a un gran trabajo por parte de los actores que dan vida a los diferentes, y más carismáticos de lo que cabría esperar, personajes. Pero lo que se lleva el premio mayor es su música, digna de una aventura marítima, que se convierte en uno de los elementos fundamentales a la hora de sumergirnos en esta increíble atmósfera.
Return of the Obra Dinn, el veredicto final
¿Qué pasó con la tripulación del Obra Dinn? Esa es la pregunta que Lucas Pope nos plantea en la premisa de su aventura, convirtiéndonos inmediatamente en un detective que, con un libro y un reloj de bolsillo, debe dar respuesta mientras se convierte en testigo presencial de la gran tragedia que ha caído sobre este barco maldito.
Return of the Obra Dinn es un juego diferente a cualquier cosa que hayamos visto en el último tiempo, es un gran puzle narrativo que inevitablemente atrapa al jugador: tras descubrir quién es y cómo murió alguno de los miembros de la tripulación, siempre vas a querer tomarte unos minutos más para saber qué le pasó al siguiente. Esto, sumado a una atmósfera inmersiva y a una banda sonora extraordinaria, lo convierte en una más que recomendable experiencia para todo aquel que guste de jugar al detective.