Luego de anuncios y postergaciones por parte de Nintendo, llegó la nueva aventura de Link. ¿Es Zelda: Breath of the Wild el juego definitivo de la serie?
Anunciado inicialmente como exclusivo de Wii U, y finalmente -como manotazo de ahogado por parte de la gran N- lanzado en conjunto con la última consola de la marca nipona, la Nintendo Switch, The Legend of Zelda: Breath of the Wild salió a la venta con críticas exageradamente altas. ¿Son las mismas apropiadamente adjudicadas?
Shigeru Miyamoto, creador original de la serie, explicó que la serie de Zelda estuvo mentada a raíz de un evento que surgió en su niñez. Según Miyamoto, cuando era apenas un niño y al no contar con televisión, en una de sus expediciones se encontró con una cueva la cual decidió explorar. Esto lo llevó a usar una linterna para adentrarse aún más y más en la profundidad de la misma.
The Legend of Zelda: Breath of the Wild logró capturar la esencia que Shigeru Miyamoto quiso plasmar al hacer por primera vez The Legend of Zelda. El corazón del juego radica en la exploración, y en resolver pequeños puzzles para sortear obstáculos que el juego nos presenta.
El juego presenta algo que se viene poniendo muy de moda en los últimos tiempos, un mundo completamente abierto que nos permite escalar, planear y hasta hacer snowboarding para llegar desde un punto a otro.
Si bien podemos hacer lo que se nos ocurra a partir de que ponemos un pie en Hyrule, debemos pensar con cautela cuál será nuestro próximo movimiento. Ya sea cruzar un lago, escalar una montaña o hacerle frente a un enemigo, tendremos que analizar si tenemos la suficiente resistencia para no ahogarnos en el medio del lago, si encaramos bien el escalamiento de dicha montaña o si nuestra arma es lo suficientemente poderosa para enfrentar a determinado rival.
Aquí entran en juego los santuarios, mini calabozos que el juego nos proporciona para aumentar nuestra vida y resistencias, para hacernos más fuertes durante el progreso de la aventura.
Si bien los puzzles no son muy desafiantes como en títulos anteriores, algunos son bastante particulares de resolver. Por ejemplo nos encontraremos con santuarios en los que habrá que girar ciertas piezas utilizando el giroscopio del Joy-Con/Gamepad de la Wii U.
En cuanto a la historia, la narrativa es poco ambiciosa. En su afán de repetir la historia clásica de salvar a Zelda y luchar contra Ganon, el juego desaprovecha el vasto catálogo de sus diversos personajes que en el habitan para hacer algo más rico e interesante.
El juego nos ubica 100 años luego de una batalla, en la que Zelda, Link y 4 héroes de cada una de las razas del juego –Orni, Gerudo, Zora y Goron– fallaron en su intento de derrocar a Ganon. Zelda, a través de la tableta Sheika despierta a Link de su letargo para liberar las 4 bestias divinas –robots colosales con forma de animal- que cada uno de los héroes de antaño debía custodiar, y que ahora están en manos de Ganon. Una vez liberadas estas bestias, debemos salvar a Zelda y destruir el mal para siempre.
El arte del juego está muy bien logrado, una mezcla entre el 3D y el Cel Shading utilizado en The Legend of Zelda: The Wind Waker. Podemos pasar horas tratando de subir una montaña y al alcanzar la cima encontrarnos con un sol poniéndose en el horizonte, siendo el mismo reflejado por un lago en donde su claridad nos permite ver peces nadando junto a algunas aves bebiendo de sus aguas. O pararnos frente a una verde llanura y oír el sonido de las aves cantando sobre la copa de los árboles, al mismo tiempo que el viento los mece y acaricia la pradera suavemente.
También nos encontraremos con diversos poblados, algunos icónicos de la saga como Kakariko Village, en donde hay personajes de lo más variado: Desde pequeños niños correteando hasta agricultores. Algunos de estos nos pueden facilitar misiones secundarias que complementan el objetivo principal del juego y proporcionan ítems que pueden servirnos para nuestra aventura.
Si uno siente que atravesar zonas de un punto hacia otro puede llegar a ser algo tedioso, el juego proporciona la posibilidad de obtener monturas, que pueden ser desde caballos hasta venados. También podremos registrar nuestras monturas en Ranchos a lo largo del juego, los cuales permitirán además guardarlas o recuperarlas.
Además contaremos con varios checkpoints desplegados en todo el mapa a donde, por medio de la tableta Sheika, podremos teletrasportarnos.
A diferencia de otros rpgs, el juego continua manteniendo la esencia con su clásico sistema de corazones, con el añadido del factor resistencia, el cual hizo su primera aparición en The Legend of Zelda: Skyward Sword.
El sistema de combate es interesante: nos ofrece la posibilidad de hacer parry, esquivar ataques letales y contraatacar al oponente con ataques rápidos. Pero además, otorga la posibilidad de encarar a los enemigos de múltiples maneras como con sigilo, utilizando el entorno a nuestro favor, o revoleando nuestras armas como lanzas, bumerangs, etc.
The Legend of Zelda: Breath of the Wild ha cumplido con creces nuestras expectativas y esperamos que este sea el primer paso para la evolución de una serie que nos ha dejado jugando horas y horas en nuestra niñez.