Tras el éxito en PC y Switch llega a PlayStation 4 este alucinante juego, que parece traído directamente desde otra época.
Homenaje a Ninja Gaiden si los hay. The Messenger rinde tributo al clásico juego de Team Ninja y lo hace con el propio orgullo que merece saber que han hecho las cosas bien. Es que esta obra de Sabotage Studio y Devolver Digital es una aventura estilo metroidvania que parece haber viajado en el tiempo, pero adaptándose a la perfección a los tiempos que corren.
En este título nos metemos en la piel de un joven ninja algo desordenado que pertenece a un clan formado por los pocos sobrevivientes que quedan en la Tierra. Tras el ataque de unos demonios, el protagonista se encuentra con el legendario Héroe del Oeste, quien le entrega un pergamino y le encarga una peligrosa misión: llevar ese mensaje a la cima de la montaña del norte y así poder salvar a los pocos que aún quedan con vida.
Un mensajero… un viajero en el tiempo
Los primeros minutos con The Messenger entusiasman y nos permiten ilusionar con estar ante una historia con fuerza. Sin embargo, conforme avanzan las horas nos damos cuenta de que esta podría haber sido mucho más profunda con una premisa así de prometedora. No obstante la esencia del juego va mucho más allá y estamos ante uno de esos pocos casos en los que podemos dejar de lado la pobreza argumental, la cual está compensada por muchos otros valores que nos mantienen entretenidos de principio a fin.
Antes hablamos de Ninja Gaiden y quienes hayan jugado alguna de las entregas creadas por Team Ninja, notarán que el equipo de Sabotage Studio ha conseguido allí su inspiración y de hecho deciden mostrar con orgullo que así es. Esta nueva entrega es un juego clásico de plataformas que bien podríamos haber disfrutado en la Family o en SEGA Genesis, pero que llega ahora a las consolas de la nueva generación con toda la cuota de nostalgia que este viaje en el tiempo representa. ¡Y También lo hace con la dificultad! Es cierto que no resulta tan frustrante como los títulos de aquellos tiempos, pero si que nos presenta niveles complejos, con enemigos y obstáculos por doquier, mientras que verdaderos jefes nos esperan siempre al final.
Pero The Messenger no se conforma con proponernos un juego estilo motroidvania que pone a la nostalgia como principal valor, sino que innova en muchos sentidos. Uno de los principales elementos es la posibilidad de pasar de los 8 a los 16 bit, a través de los viajes que podemos hacer de la mano del protagonista (no incluimos imágenes sobre esto porque lo consideramos un spoiler en sí mismo). Esta mecánica no solo implica un cambio estético, sino que también cambia el diseño y accionar de algunos enemigos, detalle que se agradece si tenemos en cuenta que no hay una gran variedad de estos.
Las habilidades de un ninja
Uno de los atractivos que podemos notar apenas comenzar esta aventura, también distintivo que lo pone como un firme competente en la actual generación de consolas, es su jugabilidad. Aunque sus comandos en un principio puedan ser bien básicos, los movimientos del protagonista responden a la perfección a las órdenes que damos con el mando. Esto permite que su juego sea fluido y natural, por lo que las muertes son por errores nuestros y no por una falta de efectividad en las respuestas.
También funcionan muy bien en The Messenger las habilidades que vamos adquiriendo conforme avance la aventura. Es más, desde el vamos nos agrada el cambio en la mecánica del doble salto por una un poco más compleja que nos obliga a impactar con nuestra katana a un objetivo si queremos volver a elevarnos. La posibilidad de planear, el gancho y el resto de las posibilidades que se van sumando al abanico se van amalgamando a la perfección y resultan increíblemente útiles gracias a unos niveles increíblemente bien diseñados que nos obligan a utilizar todo lo que hemos ido aprendiendo.
Lo que no está a la altura del resto de los apartados es el árbol de habilidades. El mismo podemos mejorarlo en la tienda a través de cristales que vamos juntando, pero se queda bastante corto a final de cuentas. No solo es que sean pocos los elementos que podemos desbloquear, sino también porque estos son bastante baratos y no es difícil conseguirlos todos bastante antes de que termine la aventura.
Creatividad y mil detalles
Uno de los principales elementos distintivos de The Messenger y uno de los que más nos han gustado es su sentido del humor, algo que le permite jugar con infinidad de situaciones a placer haciendo uso de una creatividad impecable. Los diálogos del protagonista y del resto de los personajes son realmente divertidos y pueden sacarnos varias risas a lo largo de toda la aventura. Estos personajes, a su vez, tienen un gran diseño a nivel estético y grandes personalidades, incluyendo a varios jefes memorables.
Pero el equipo de Sabotage Studio ha puesto mucho esfuerzo en los detalles, unos que deberían encantar a cualquiera que se sumerja en esta gran aventura de ninjas. Uno de los más pintorezcos nos ha parecido el Guapifeo, ese pequeño demonio que nos revive cada vez que nuestra vida se acaba, cobrándonos cristales por hacerlo y regalándonos una serie de frases muy graciosas. El vendedor de la tienda también tiene algunos diálogos muy interesantes, mientras que recomendamos que insistan en intentar abrir su armario. El sistema de respawn constante de los enemigos nos parece otros de los detalles acertados, por lo que volver hacia atrás en los niveles puede resultar en un riesgo/recompensa bastante interesante. Como estas que nombramos, mil cosas más se cruzan en el camino de este juego que llega para demostrar que no hay excusas cuando la creatividad puede suplir los límites de bajos presupuestos.
Apartado técnico y diseño
A pesar de sus limitaciones, teniendo en cuenta que en su mejor momento The Messenger es un juego de 16 bit, desde Sabotage Studio han hecho todo bien con lo que tenían entre manos. A nivel estético el juego es grandioso, con un diseño de personajes y de escenarios totalmente acertado. Incluso el paso de resolución se hace con un sentido de la estética intencional inobjetable.
En cuanto al sonido tampoco hay nada que reprochar al equipo de desarrollo. Haciendo uso pero no abuso de los recursos retro que vienen como anillo al dedo, la aventura se escucha como una mezcla entre lo viejo y lo nuevo. Por otro lado, la música es otro de las principales virtudes de un juego que nos regala un sinfín de melodías pegadizas que acompañan perfectamente a la acción.
The Messenger, el veredicto final
El equipo de Sabotage Studio ha viajado en el tiempo para tomar todo lo bueno de los grandes juegos plataformeros estilo metroidvania y lo han fusionado con grandes cuotas de creatividad, para crear un título que se siente retro pero no por eso viejo.
The Messenger es un juego de acción frenética con momento realmente difíciles, los cuales encantarán a todos los fanáticos de entregas como Ninja Gaiden, al que hacen un gran homenaje. La mecánica de viajar de los 8 a los 16 bits, una jugabilidad impecable y los mil y un detalles que aguardan a lo largo de la aventura son razones más que suficientes para dedicarle todas las horas necesarias a este título de ninjas y demonios.