Los experimentados estudios de Activision vuelven a sumergirse en el universo de los battle royale, ahora desprendiéndose de su exitoso Modern Warfare.
Después de semanas e incluso meses de rumores que terminaron confirmándose, finalmente llegó Warzone, el battle royale de Activision e Infinity Ward que se desprende de Call of Duty: Modern Warfare, la última y exitosa entrega de la veterana saga bélica. La calidad de un shooter con tanto tiempo en el mercado es ya incuestionable pero, ¿alcanza esto para competir en un género con tantos referentes claros?
Es que este universo de los battle royale es cada vez más grande y tiene claros líderes, tanto en números como en opinión general, como PUBG, Fortnite o Apex Legends. Por este motivo en este análisis no solo nos centraremos en lo que es en sí esta nueva experiencia, sino también en qué aporta de nuevo a este poblado territorio y si alcanzan sus particularidades para destacar y sobrevivir en esta isla tan hostil.
Warzone y su jugabilidad
Como quien diría, empecemos por el principio. Antes de ponernos a hablar de qué aporta Warzone al género vamos a responder las preguntas básicas: ¿cómo es su jugabilidad?, ¿Es divertido?, ¿Vale la pena descargar sus 120 GB?. La respuesta rápida es sí, es gratis, así que no hay que dudar demasiado a la hora de darle una oportunidad; lo bueno es que a la hora de sumergirnos en este nuevo survival shooter tenemos el respaldo de Activision e Infinity Ward, veteranos del universo bélico que han volcado toda su experiencia en crear una jugabilidad totalmente pulida, con un gunplay de altísimo rendimiento y una experiencia larga, pero no por eso sin acción.
Es que sí, las partidas de este nuevo battle royale son largas, se pueden extender hasta media hora o incluso 40 minutos. Su mapa es inmenso y además existen varias posibilidades para volver a la batalla, sobre las que hablaremos más adelante. Sin embargo, contrario a lo que podría pensarse, la experiencia es frenética y el estudio de desarrollo ha tenido en cuenta varios detalles para que así sea: hay muchas zonas pero lo suficientemente cerradas como para encontrarnos con enemigos constantemente (150 jugadores por partida), el sistema de looteo es ágil y elige prescindir de un sistema de accesorios en favor del dinamismo.
Jugar con amigos en Warzone siempre es la primera opción y, desafortunadamente, por el momento es la única. La batalla se juega en escuadrones de tres, un número que se queda algo corto si se tiene en cuenta que es el battle royale con más jugadores en campo. Por si esta limitación no fuese suficiente, por el momento no están disponibles los modos de dúos y en solitario, algo a los que los últimos exponentes parecen querer acostumbrarnos pero que nunca será algo que veamos como positivo. Lo bueno es que el sistema de comunicación que un día destacamos en Apex Legends y la anticipamos como un avance permanente, también se ha hecho presente en esta entrega para mejorar la experiencia.
¿Qué aporta Warzone al género battle royale?
He aquí la pregunta del millón. Tenemos al menos tres claros exponentes del género -PUBG, Fortnite y Apex Legends- y aún así Activision se empeña en abrirse lugar tras un Back Ops 4 que lo intentó pero quedó relegado a un segundo nivel. En primera instancia se podría decir que lo que más destaca a Warzone por sobre los demás, quizás la principal razón para elegirlo, es su extraordinario gunplay y su ritmo frenético en partidas largas. Sin embargo, no creemos que esto alcance para darle vida a largo plazo por lo que nos adentraremos en ciertas novedades que ofrece, unas bastante llamativas y que sí le permiten alardear de su originalidad.
Antes dijimos que en este battle royale se nos permitía regresar a la batalla tras haber caído en un tiroteo y hay dos formas de hacerlo: con dinero o a través del Gulag. La primera opción está a cargo de nuestro escuadrón, quienes deberán reunir billetes repartidos por el mapa para, en las tiendas, poder comprar nuestra resurrección. La segunda y la más interesante es Gulag, una cárcel a la que nos llevan solamente la primera vez que morimos y en donde nos enfrentaremos a otro jugador que haya caído en un 1 versus 1, volviendo al campo de batalla quien resulte vencedor. La idea nos ha parecido original y sumamente entretenida, sobre todo cuando el squad entero cae y podemos ser espectadores del duelo de nuestros compañeros.
Warzone también presente como novedad un segundo modo, llamado Saqueo, en el que los jugadores tendrán reapariciones infinitas pero deberán utilizarlas bien para salvaguardar el dinero que deberán acumular a lo largo de la partida. También encontramos un buen puñado de detalles únicos e igual gratificantes, como poder aceptar contratos in-game con misiones secundarias que nos darán billetes y experiencia, el poder comprar rachas, un lobby muy divertido que da experiencia por matar, o la posibilidad de utilizar una clase personalizada por nosotros mediante una entrega de suministros.
Zona de Guerra – Apartado Técnico
Warzone bebe directamente de Call of Duty: Modern Warfare por lo que no es sorprendente que su apartado técnico general sea sobresaliente. Los gráficos, como es de esperar en un mapa de semejante envergadura, no alcanza la calidad del juego base pero aún así se ve bien. El apartado sonoro, eso sí, mantiene el altísimo nivel que llevó a esta entrega bélica a ganar en los Game Awards en la categoría correspondiente. Por supuesto aún resta pulir algunos detalles, como ciertos sonidos que están demasiado fuertes (como los disparos lejanos) en comparación de otros que por momentos se pierden demasiado (como el de los pasos).
Ahora que hemos hablado de lo bueno en cuanto a apartado técnico se refiere, tenemos que enfocarnos en lo que es uno de los mayores defectos del battle royale de Activision e Infinity Ward: el matchmaking. El crossplay se agradece siempre y permite encontrar partidas en cuestión de segundos, sin embargo quienes decidan anular esta opción (como en consolas, para no tener desventaja ante jugadores de PC) se encontrarán con que el juego empieza a buscar partidas con entre 150 y 200 de ping, una bestialidad de lag que ciertamente se nota en los enfrentamientos. Esperamos que lo corrijan en breve, porque resulta excesivamente frustrante en muchos casos.
Warzone, el veredicto final
Activision e Infinity Ward vuelven a adentrarse en el género de los battle royale, utilizando como base a Call of Duty: Modern Warfare y creando un mapa inmenso en el que 150 jugadores pelean por ser el último en pie. Como era de esperar el gunplay es impecable y las partidas, a pesar de durar hasta 40 minutos, resultan dinámicas y entretenidas.
Ahora, ¿qué tiene Warzone para destacar en un género tan poblado? El juego presenta varios elementos distintivos como el Gulag o un segundo modo muy frenético, aunque no consideramos que sean lo suficientemente fuertes como para permitirle superar a los referentes más fuertes de la industria. Aún así, y mientras esperamos que corrijan un matchmaking que lleva el ping hasta 200 ms, recomendamos probar esta experiencia de calidad y estamos seguros que varios se quedarán por un largo tiempo (siempre y cuando saquen nuevo contenido).