En esta nota le hacemos un pequeño homenaje a los mejores momentos en BioShock, BioShock 2 y BioShock: Infinite.
El 21 de agosto de 2007 se lanzaba el primer BioShock, un shooter en primera persona que pocos sabían que llegaría tan lejos. Desarrollado por Irrational Games (antes conocido como 2K), el increíble mundo sumergido de Rapture nos llevó a conocer personajes como Andrew Ryan, Atlas, Fontaine, Big Daddys y Little Sisters, en una historia totalmente bizarra que al fin y al cabo termina teniendo un cierre extremadamente perfecto con BioShock Infinite: Burial at Sea 2.
Es que BioShock es de esos juegos que no podemos olvidarnos, con una historia que te atrapa, con personajes únicos, nunca antes vistos. Es el día de hoy que muchos estamos volviendo a jugarlo para revivir la vida de Jack y de Booker. Para celebrar su aniversario, nos pareció buena idea hacer mención a los 10 momentos inolvidables de la saga, que claramente contienen spoilers, así que aquel no lo haya jugado todavía… ¡¿qué estás esperando?!
10. Comencemos con BioShock: Infinite. Uno de los personajes más controversiales de esta entrega fue Elizabeth. ¿Por qué? Porque Elizabeth cierra la historia, cierra ese agujero de incógnitas entre Columbia y Rapture. Y siendo tan controversial nos encantó verla suelta en una de las escenas más calmas de la entrega. “Come dance with me, Mr. Dewitt”. Acá Elizabeth parece una princesa de Disney que solo quiere cumplir su sueño de ir a París, pero que se hace querer y finalmente termina rompiéndote el corazón. Cuando finalmente Elizabeth está libre, corre directamente hacia donde está la música, y la vemos tan inocente y dulce, algo que choca muchísimo con lo que es BioShock y con el final de Infinite.
9. Otro momento impactante en BioShock: Infinite fue el océano plagado de faros. No son estrellas, son puertas que dan a todos lados. Todas diferentes, todas iguales. Siempre hay un faro, siempre hay un hombre, siempre hay una ciudad. Constantes y variables. Y así es como volvemos a Jack, nuestro protagonista de BioShock, donde empezamos con un faro y una ciudad. Así, volvemos a Rapture.
8. El meñique de Elizabeth fue lo que desató más dudas al principio de BioShock: Infinite, y este tiene una conexión muy fuerte con Booker, dejando en claro que hay mundos infinitos. Bueno, eso lo terminamos averiguando de todas formas, con la gran revelación al final del juego: Booker es en realidad Zachary Comstock, un Booker de otra dimensión, y Elizabeth es su hija. Esta parte es un enredo pero al final todo tiene sentido.
7. El final de BioShock: Infinite que termina conectando toda la saga se da en la segunda entrega de Burial at Sea, uno de los DLCs. Acá es donde todo empezó a tornarse extremadamente raro en la franquicia, ya que volvemos a Rapture para llevarnos la sorpresa de las sorpresas. No solo Columbia y Rapture compartían las mismas cualidades, sino que también los personajes de ambos mundos estaban interactuando. Las grabaciones de Fink y Suchong nos llevan a entender gran parte de la relación entre estos dos mundos.
6. Saltamos para atrás y nos vamos a BioShock 2. Esta entrega fue muy odiada, mucha gente creyó ser muy aburrida, y tal vez sí lo fue, pero no como para odiarla. Creemos que fue casi tan grandiosa como el primer BioShock. Y algo sumamente grandioso de BioShock 2 es que podemos ser Little Sisters, un personaje icónico de la saga. A través de ellas, pudimos ver su perspectiva del mundo, y claramente no era nada que ver con el nuestro. De una distopía de pesadillas a un cuento de niños. Las manchas y charcos de sangre se vuelven rosas, los cuerpos sin vida tienen alas y el ambiente es calmo. Esto les permite permanecer cuerdas en la ciudad de Rapture.
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5. Otro momento memorable para nosotros en BioShock 2 fue pelear con la primer Big Sister, la cual aparecía después de toparnos con cierta cantidad de Little Sisters. Era sumamente escalofriante escuchar sus chirridos, los cuales te avisaban que se acercaba. Esto era intimidante, y las peleas eran difíciles, pero volvía a retomar lo bizarro, algo que en Rapture siempre estuvo presente.
4. Y por último, los momentos inolvidables de BioShock, nuestro “primer amor” por la saga, por así decirlo. ¿Dónde comenzar? Ah sí, Rapture, claramente. Una utopía construida en 1940 por Andrew Ryan, lejos del control del gobierno. La revelación de Rapture nos puso los pelos de punta en cuanto nos sumergimos por primera vez. Pero esa ciudad que se ve cuando entramos no es más que ruinas, a tan solo 20 años de haber sido construida. Y ahí es cuando comienza la desesperación.
3. Como dijimos, las Little Sisters son personajes icónicos, al igual que nuestro primer encuentro con ellas. Son todas niñas que fueron alteradas genéticamente por Dr. Tenenbaum mediante el uso de ADAM, extraído de babosas marinas, es decir, estas pequeñas lo tienen en su estómago, súper bizarro nuevamente. Esto no las hace dulces ni inocentes, pudimos darnos cuenta por sus ojos. Pero todo cambia cuando tenemos que elegir entre salvarlas o liquidarlas, y ahí es cuando comenzamos a pensar: ¿y si realmente son niñas y no monstruos? Bueno, cada uno habrá tomado su decisión.
2. Y como buen acompañante para las Little Sisters están los Big Daddys, esos sí que daban miedo. Derrotarlos era tan intimidante como derrotar a las Big Sisters, como dijimos más arriba. A medida que derrotábamos más, más le agarrábamos la mano y menos miedo les teníamos. Pobres las Little Sisters que lloraban por su Mr. Bubbles…
1. Como décimo y principal momento inolvidable de esta saga tenemos a la frase más controversial de todos los tiempos: Would you kindly? Esta frase marcó el plot twist de toda ficción, la revelación de que durante toda nuestra jugada fuimos controlados tanto Jack como nosotros. Como si fuera poco, aquel dulce Atlas al que ayudábamos era realmente Fontaine, quien nos manipulaba para matar a Andrew Ryan. La mayor traición en la historia de los videojuegos.
La saga de BioShock es un trabajo impecable que mezcla la ficción y los videojuegos, creando una narrativa que quedará para siempre en nuestros corazones. Y a pesar de que sea muy bizarro todo – porque hay que admitirlo, es bizarro – sigue estando dentro de nuestros juegos favoritos de todos los tiempos.