Un Souls-like con identidad propia que parece querer aliviar un poco la experiencia para los jugadores más casuales. Te contamos qué nos pareció esta prueba de Code Vein.
Como todo Souls-like medianamente trascendental, Code Vein no podrá escapar de todas las comparaciones con la saga creada por From Software que le caerán. Es que mismo nosotros deberemos hacerlo varias veces en este análisis, pero entendiendo que las comparaciones no tienen porque ser malas, siempre y cuando se le reconozca a este nuevo exponente del género todas sus virtudes y características que no lo convierten en un mero clon.
Para quienes no lo sepan, el juego Action-RPG desarrollado por Shift (God Eater 3) y distribuido por Bandai Namco nos permite encarnar en un Revenant, un vampiro que ha olvidado su lado humano y que necesita beber sangre para no convertirse en una bestia salvaje llamada Lost. Con ese protagonista, debemos librar a un mundo en ruinas de las garras de los Perdidos.
Y en esa temática encontramos uno de sus principales distintivos. No solo estamos en un universo de vampiros, sino en uno con historia propia y con características bastante especiales que se convierten en el eje de una trama que si bien no parece tener una gran profundidad, sí que consigue al menos intrigarnos tras haber jugado el prólogo. Otras distinción de este Code Vein es su estética de anime, la cual se refleja principalmente en los personajes y que está muy bien creada, tanto a nivel diseño como en lo que a las animaciones se refiere.
Continuando con esta línea, también hemos podido comprender el porqué de su tan polémico retraso. Todavía recordamos aquellos primeros gameplays de presentación, que se lucían con una estética bastante apagada y un apartado técnico bastante cuestionable, que mostraba bajas de frames constantes que no pueden tener lugar en un título del género. Ahora vemos un trabajo mucho más pulido, con un rendimiento sin fallas y con un apartado visual mucho más cuidado, tanto de escenarios como de personajes.
Y en lo que al protagonista se refiere, nos encontramos con una grata sorpresa apenas comenzar con la creación del mismo. El abanico de personalización de nuestro personaje, en lo que a estética se refiere, es inmenso y podremos cambiar en él desde su pelo hasta sus botas. Cada detalle está cuidado, mientras que seguramente podamos ampliar aún más las posibilidad conforme avancemos en la aventura. También se agradece la posibilidad de cambiar cualquier rasgo en cualquier momento, brindando así una experiencia mucho más dinámica.
Entrando en el gameplay en sí, en cuanto entramos en combate se siente un aire Souls-like inevitable. De hecho, si tenemos que hacer una comparación directa lo acercaríamos más a Bloodborne que a Dark Souls, por sus combates más directos que dependen mayormente del dash y no de un escudo. A pesar de que nuestro personaje por momentos se siente algo liviano al igual que sus golpes, los enfrentamientos nos han resultado entretenidos y sus enemigos -poca cantidad hemos conocido en esta beta- bien diseñados tanto a nivel estético como en su forma de luchar.
Continuando con las comparativas, está claro que desde Shift han querido crear una experiencia mucho más liviana que la clásica fórmula de From Software. La primera característica que nos permite entender este concepto es la posibilidad de emprender las diferentes misiones con un compañero NPC, el cual básicamente mataba a más de la mitad de los enemigos sin que nosotros hiciéramos nada (está claro que es una fase de pruebas y esto no será tan así en la versión final), mientras que se agradece que podamos prescindir de él. Las características de RPG también las hemos sentido bastante ligeras, como en las estadísticas que se suben solas (vitalidad, fuerza, resistencia, etc.) en base a la clase que elijamos.
Por el contrario, Code Vein pone su mayor carga de detalles en todo lo que a herramientas de combate se refiere. No solo por el arsenal, que se ha mostrado ya variado en este prólogo, sino también en los diferentes poderes y combinaciones de ataques que podemos configurar desde un menú bastante intuitivo para los muchos elementos que presenta. Subir de nivel siempre es clave, está claro, mientras que la sangre se convierte en el elemento fundamental para poder evolucionar a nuestro personaje.
En lo que al multijugador se refiere, el juego no presenta ninguna gran novedad respecto a lo que hemos visto antes en el género. Se trata básicamente de llamar a un amigo para sortear los diferentes obstáculos y enemigos que se crucen en nuestro camino, mientras que el personaje NPC también sigue sumándose al combate si es que lo hemos solicitado.
Code Vein, conclusiones de la beta
Aunque las comparaciones con la saga Souls son inevitables, como pasa con cualquier Souls-like que llega al mercado, tenemos que decir que el juego de Shift y Bandai Namco tiene varios rasgos que le permiten diferenciarse de la obra de From Software y que nos llaman a darle una oportunidad dentro de un género que aún puede dar mucho más de sí.
La temática, la trama y la estética de Code Vein son tres de sus características más atractivas pero no las únicas. El combate nos ha resultado entretenido y creemos que tanto su universo como sus componentes RPG tienen mucho potencial, mientras que esperamos que en la versión final lleguen lo suficientemente profundizados como para que no se queden a medias tintas.