La popular franquicia de Activision se muda a la Segunda Guerra Mundial con Call of Duty: Vanguard y te contamos nuestras primeras sensaciones.
En las pasadas horas se llevó adelante una beta dónde pudimos tomar contacto por primera vez con Call of Duty: Vanguard, la próxima entrega del shooter de Activision que tiene base histórica en la Segunda Guerra Mundial.
Durante el escaso tiempo que duró la prueba del título, unas dos horas, dos modos de juego fueron los disponibles para podamos introducirnos a este modo que nos sitúa en la Alemania de los años 40. Para nuestra primera incursión en territorio hostil comenzamos con un clásico “Return the flag“, una competencia entre dos equipos cuyo objetivo es tan simple como indica el nombre, hacernos con las 3 bases distribuidas en el mapa y mantenerlas durante lo que dure la partida.
El segundo desembarco se dio en un nuevo modo que debuta en Vanguard, pero que los usuarios que vengan de Modern Warfare podrán sentir como familiar. Champion Hill nos lleva a un mapa reducido dónde en un pvp, en dúos o tríos, se enfrentan todos contra todos quitando y recuperando vidas, comprando equipamiento entre rondas y alzándose vencedor el último equipo en pie.
En lo que respecta al gameplay y más específicamente al gunplay, como ya es sello en la saga, todo se siente bien y nos ha gustado mucho el TTK (Time to Kill) que recuerda a la experiencia “mata-muere” que ponderaban títulos de hace ya unos años. Las armas que hemos podido probar se sienten bien diferentes entre sí y el sonido que las acompaña es todo un espectáculo. En cuanto al diseño de mapas nos encontramos con una combinación entre la simpleza clásica de la franquicia y la tendencia de la marca en el último tiempo, con ciertos recovecos y zonas de campeo de más, que ahora tienen como aliciente la posibilidad de destruir partes del escenario para abrir nuevos flancos.
Con respecto a la experiencia en PlayStation 5 (consola en la que lo hemos probado), este es el primer COD que llega en época de next-gen y vale la pena destacar dos aspectos. El primero la fluidez de las partidas, nada de lag ni caídas en los fps lo cual nos permite desarrollar combates frenéticos sin la sensación de que “se traba” el sistema. Por otro lado cabe destacar la función del Dualsense, el nuevo joystick de PlayStation 5, que con su feedback háptico nos lleva a sentir las diferencias notables entre arma y arma, aunque probablemente para competencia online los jugadores elijan no contar con la resistencia del gatillo o las vibraciones, es más que recomendable al menos disfrutarlas durante la campaña ya que provee una experiencia completamente inmersiva.
Visualmente hay mucho por destacar en lo realizado por Sledgehammer Games, Call of Duty: Vanguard ofrece una adaptación muy interesante desde el punto de vista de los escenarios de la WW2. Siempre destacando que el juego no hace una recreación histórica y que estamos ante una ficción, escenarios como Eagle Nest, el edificio destinado a ser la casa de retiro de Hitler, es un escenario super atrapante y muy divertido de explorar al detalle (si las balas lo permiten).
Lo cierto es que COD: Vanguard promete y promete mucho, las primeras sensaciones que nos deja es que es un juego que se va a disfrutar mucho en la next-gen ya que hace uso y a mucha honra de las bondades que esta ofrece, pero que seguro será bienvenido por los usuarios de todas las consolas.
Call of Duty: Vanguard llegará el 5 de noviembre a PC, Xbox y PlayStation.