Reseña del veinteavo tomo de la Colección Astérix y Obélix: Astérix y Cleopatra, publicado por Editorial Salvat por Alberto Uderzo y René Goscinny.
En un nuevo volumen de la Colección Astérix y Obélix de Savat nos vamos a encontrar con nuestros héroes yendo a brindarle su apoyo a Cleopatra. Situados en medio de un conflicto entre el Cesar y la reina del Nilo, los galos acudirán a ayudar a un viejo amigo hasta Egipto para que Cleopatra pueda ganar una apuesta ante el emperador Romano.
La historia comienza con una discusión entre Cleopatra y Julio Cesar, este último afirma que la ciudad de Alejandría está en decadencia provocando el enojo de la emperadora de Egipto. Con el fin de sanar su disputa, ambos acuerdan una apuesta en la que el desafío consiste en que en tres meses se construya allí un palacio, para lo que Cleopatra manda a llamar a Numerobis, uno de los mejores arquitectos del pueblo de Alejandría y le encomienda esta gran misión.
Abrumado por el poco tiempo que tiene, Numerobis decide consultar a un viejo amigo suyo por lo que parte rumbo a La Galia para encontrarse con Panorámix quién muy amablemente decide asistir a su viejo amigo. Para esto parte de regreso a Egipto junto con Astérix, Obélix e Ideafix así como también un galón de poción mágica que ayudará a bajar los tiempos de la construcción.
Una vez que llegan los cuatro a Egipto, son presentados ante Cleopatra y el colega de Numerobis, Paletabis, un malvado y ambicioso arquitecto egipcio quien está celoso por no ser el elegido por Cleopatra, provocando así una serie de sucesos con el afán de ralentizar el proceso y que así Numerobis sea arrojado a los cocodrilos.
Varias son las artimañas que este arquitecto patán implementa para perjudicar a Numerobis. Primero intenta organizar una huelga de los trabajadores, cosa que velozmente es desmantelada gracias a que les dan un poco de la poción mágica lo cual les permite trabajar a toda máquina. Luego, envía a su asistente a pagarle a quién trae el cargamento de piedras necesarias para construir el palacio y que las tire al Nilo, acto que termina confesando a Obélix por lo que son nuestros héroes quienes ahora irán en busca del material necesario.
Tras una serie de infortunios adicionales, generados por Paletabis y su compañero, este termina por rendirse y asistir a Numerobis en la construcción del palacio, pero es ahora el Cesar quién buscará que esto no suceda para así no perder la apuesta. No es hasta que llega Cleopatra y ve al emperador romano con la intención de derribar el templo que este no cesa en su acciones.
Finalmente la apuesta es ganada por Cleopatra y nuestros héroes terminan festejando con uno de sus ya clásicos banquetes en el que Obélix graba unos jeroglíficos en uno de sus menhires.