Reseña del cuarto tomo de la Colección Astérix y Obélix: Astérix el Galo, publicado por Editorial Salvat por Goscinny y Uderzo.
Trás un tercer tomo de la Colección Astérix y Obélix trabajado por una dupla nueva, volvemos a las raíces. Goscinny y Uderzo son nuevamente los dueños del overol en esta imprescindible entrega de Salvat que nos presenta en esta ocasión la primera aparición de nuestros amados héroes. ¿Quiénes son Astérix y Obélix? ¿Qué está sucediendo en la Galia? Todo eso y muchos más de la mano, obvio está, de los padres del dúo.
Recordemos, antes que nada, que si bien Goscinny nació en Francia, pasó toda su infancia y gran parte de su juventud en Buenos Aires, por lo que la colección tiene un cierto arraigo al público argentino. Ya volviendo al tomo que nos compete, nos ubicamos temporalmente en los años 50 AC dónde nos encontramos que toda la Galia está ocupada por los romanos… o al menos casi toda. Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor haciéndole la vida imposible a las innumerables guarniciones de legionarios romanos en los reducidos campamentos de Babaórum, Acuárium, Laudánum y Petibónum.
Esta es la primera aventura de Astérix, aquí nos vamos a topar con los romanos intentando descubrir cómo es que este sorprendente grupo galos continúan haciendo frente y resistiendo la invasión de la aldea. Para poder averiguar cómo vencerlos, los romanos enviarán un espía el cual se interna en la aldea haciéndose pasar por paisano que dice vivir en Lutecia y estar amenazado de muerte por los romanos. Al final convence a Panorámix, el druida de la aldea, de que le deje probar la poción mágica.
Obviamente al ser la primera historia de nuestros héroes mucho de la misma será una suerte de aventura introductoria de personajes, lo que no le quita su encanto ya que a pesar de notarse bastante primeriza, logró capturar a cientos de miles de lectores que desde estas páginas quedaron enganchados en ver la resistencia que Astérix, Obélix y los demás galos harán, en las historias venideras, de su aldea.