Reseña del séptimo tomo de la Colección Astérix y Obélix: Astérix y el papiro del César, publicado por Editorial Salvat por Jean-Yves Ferri y Didier Conrad.
Nuevamente volvemos a encontrarnos con un tomo que no ha sido desarrollado por la dupla original. Por segunda vez son Jean-Yves Ferri y Didier Conrad quienes se hacen cargo de adentrarnos a los años ’50 AC en el medio de la Galia para disfrutar nuevas aventuras de nuestros héroes favoritos: Astérix y Obélix en el tomo conocido como Astérix y el papiro del César.
Publicada originalmente en 2015, saliendo a la venta el 22 de octubre de ese año en toda Europa, la dupla francesa hace nuevamente un magnífico trabajo respetando el esteticismo clásico de Uderzo y Goscinny pero adaptándose a los nuevo tiempos y temáticas. En este caso, vamos a toparnos con una historia que nos deja pensando en el rol de las nuevas tecnologías y la inmediatez de las telecomunicaciones.
La historia comienza en Roma con el César redactando Comentarios a la Guerra de las Galias, un texto que existe en la realidad, al cual le recomiendan al emperador suprimir un capítulo llamado Reveses sufridos frente a los irreductibles galos de Armórica por lo que Bonus Promoplús, su editor, manda a destruir todos los capítulos de los libros ya producidos. Mientras sucede esto, Gigatón, uno de los encargados para cumplir esta tarea escapa con una copia y la vende a Doblepolémix, un periodista del diario Las Mañanas de Lutecia.
Perseguido por los legionarios, Doblepolémix escapa hasta toparse con Astérix quién para protegerlo de sus cazadores romanos lo lleva a su aldea donde tras mostrarle el manuscrito al jefe Abraracúrcix se decide llevarselo a Arqueópterix, decano de los druidas, para que este sea memorizado debido a que los galos transmiten sus historias por vía oral.
Mientras esto sucede, los Romanos sitiaron la Galia con el objeto de que les sea devuelto el tan preciado papiro que contiene el capítulo del César. Al enterarse de esto Astérix lleva de regreso el manuscrito pero sin mencionarle a los romanos que Arqueópterix ya ha memorizado los escritos por lo que la historia será transmitida de generación en generación.
Finaliza la historia con el habitual banquete en la aldea gala, mientras que en las últimas viñetas hay un post scriptum en el que los druidas galos se van pasando oralmente el contenido del papiro generación tras generación, hasta que uno de ellos se lo transmite a los creadores de las aventuras de Astérix, René Goscinny y Albert Uderzo.